El sol después de la tormenta del Partido Demócrata

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La estatua de La Libertad
AINHOA ORTEGA GUTIÉRREZ  |  Fotografía: Pixabay

La victoria de Zohran Mamdani como alcalde de Nueva York no se trata únicamente de la primera victoria de los demócratas desde que Trump asumió la presidencia del país, representa un movimiento político con más implicaciones de las que se pueden creer.

Su triunfo va mucho más allá de lo que a ideología se refiere. Se trata del primer musulmán y socialista en la Gran Manzana, además del gobernador más joven desde 1892. Nacido en Uganda, su elección supone una reivindicación poderosa para las minorías que durante décadas han sido invisibilizadas o estigmatizadas, con una mayor notoriedad desde los atentados del 11-S. Para los musulmanes neoyorquinos esto es un rayo de esperanza, significa que su voz también cuenta.

El impacto de esta victoria radica en el uso de las redes sociales de una manera intencionada, buscando dirigirse hacia los jóvenes y tratando los temas más cotidianos del día y que, además, preocupan a sus ciudadanos: el precio de los alquileres, ofrecer un transporte gratuito, impulsar el acceso a una vivienda asequible, crear supermercados públicos y muchas más propuestas son las que han inclinado la balanza a su favor.

Su victoria también supone una renovación generacional, donde los más jóvenes se sienten identificados con un mensaje que los incluya. En muchas ciudades hay una brecha entre gobiernos tradicionales y su población, quienes se sienten desconectados y abandonados por sus dirigentes.

El Partido Demócrata lleva meses en declive luego de su derrota en las elecciones generales de 2024, sin embargo, que la ciudad más poblada de Estados Unidos decida que el poder recaiga sobre una persona que va contraria a los “ideales” del país es una prueba de la necesidad de un proyecto progresista y multicultural, luego de observar cómo Trump está tratando a los migrantes en el territorio estadounidense.

Mamdani está llamado a ser un símbolo en la transformación y la inclusión en un país que necesita darse cuenta de que su multiculturalidad es una fortaleza, no una debilidad.