LORENA ARIAS DUQUE  |Fotografía: Marina Lajo

La Fundación FABRE organiza todos los años iniciativas destinadas a contribuir al desarrollo de las personas. Para ello, promueven proyectos de cooperación a nivel internacional, actuaciones de acción social y acciones de sensibilización y voluntariado.

Con su iniciativa #BETHECHANGE pretenden empoderar a los jóvenes, motivándolos a tomar acción para mejorar el mundo. Este año, convocan el Concurso de Ideas: «I Reto #BeTheChange Castilla y León», con el objetivo de motivar al estudiantado universitario de CyL a orientar sus conocimientos hacia retos de carácter global.

El premio consiste en un tour por Castilla y León para conocer distintas iniciativas, asociaciones y empresas con proyectos innovadores de sostenibilidad. En esta ocasión, entrevistamos a los jóvenes ganadores de esta edición para descubrir cómo ha sido su experiencia y cuál ha sido su iniciativa:

«ALIMENTOS SALVA(N)VIDAS»

Así se titula el proyecto impulsado por Marina Lajo, Álex Lobato y Ana Belén Sánchez (junto a otros compañeros) para frenar el desperdicio de alimentos bajo el eslogan «No tires aquello que puede dar vida a otros». Sus ideadores, alumnos de 4º de Periodismo, han impulsado una campaña de concienciación sobre el tema de su proyecto a través de redes sociales como Instagram y a través de una página web. Esto es lo que nos cuentan de su experiencia:

Preguntas y respuestas:

  1. ¿Cómo conocisteis #bethechange y qué os motivó a participar?

Los alumnos de la asignatura Comunicación Organizacional recibieron unas charlas informativas acerca del concurso #bethechange. Puesto que el proyecto tenía relación con la materia y a ellos les interesaban los temas del desarrollo sostenible, decidieron participar.

  1. ¿De qué forma se relaciona este proyecto con vuestra formación? ¿Cómo surgió la idea de Alimento Salva(n)vidas?

En Comunicación Organizacional, los alumnos aprenden las estrategias de difusión de mensajes y contenidos que pueden ser útiles para una empresa o proyecto. El trabajo final de la materia consistía en elaborar un plan de comunicación. Para ello, el grupo de Marina, Álex y  Ana eligió como tema una campaña de concienciación contra el desperdicio de alimentos. Puesto que la temática del concurso iba en la línea de la sostenibilidad, les pareció buena idea inscribir su trabajo.

  1. ¿Cuánto tiempo destinasteis al proyecto y cómo fue el proceso de investigación y difusión de la campaña? 

Los alumnos se sirvieron de diversos métodos para dar visibilidad a su campaña:

Por un lado, las entrevistas: «Teníamos claro que queríamos entrevistar a personas de varios ámbitos de alimentación como restaurantes, hoteles, supermercados… y nos dividimos el trabajo por áreas: a un par les tocó ir a supermercados; a otros a la carnicería… y así lo fuimos llevando». (sic.)

También usaron otros medios: «Hicimos página web y RRSS. Después, convencimos al Decanato para que nos dejase colgar carteles por toda la facultad».

  1. ¿Qué lugares visitasteis tras ganar el concurso y qué ha sido lo más destacable del viaje?

«No nos esperábamos para nada que fuéramos a ganar», admite Ana.

Los alumnos hicieron un tour de tres días que, principalmente, se desarrolló dentro de Valladolid:

Primer día:

Comenzaron con la visita al Espacio Coworking ViaLab y con el encuentro con COODECYL (Coordinadora de entidades de desarrollo de Castilla y León).

Pero lo más llamativo fue la visita a la Finca Agroecológica de INEA, donde conviven y trabajan personas en riesgo de exclusión social.

Por último, fueron de compra al Mercado del Val con el fin de conseguir alimentos sostenibles para los desayunos de los próximos dos días.

Segundo día:

Al día siguiente, se trasladaron a Pinar de Antequera para conocer el voluntariado ambiental de Oruwar, que pretende concienciar a los jóvenes sobre los peligros de la oruga legionaria. «Estuvimos construyendo casas de pájaros y de murciélagos, que son los principales depredadores de este insecto», explica Álex.

Lo más destacable de este día, para Álex y Ana, fueron la Jornada Culinaria promovida por Alianza por la Solidaridad y la visita a la granja escuela de las Cortes de Blas:

El primer evento consistió en un encuentro de personas de distintas nacionalidades (latina, africana, asiática, etc.) que elaboraron platos típicos de su cultura.

En la segunda visita aprendieron sobre la protección de animales que habían sufrido maltrato o que no podían ser atendidos debidamente por sus dueños.

Tercer día:

El tour finalizó con la visita a la feria de OrnitoCyL, en Ávila. En este evento, los alumnos aprendieron sobre las distintas aves que habitan el territorio abulense, así como los diversos métodos que existen para registrarlas. Allí también conocieron al responsable de la organización, «nos dijo que su gran desafío ahora mismo es el de la comunicación. Con una mejor comunicación podría (el proyecto) tener un impacto aún mayor».

  1. ¿De qué forma os han inspirado los otros proyectos que habéis podido conocer?

«Creo que de todo se aprende algo», comenta Ana. Ella, personalmente, destaca como el proyecto más inspirador el que conocieron en Pinar de Antequera de mano de una miembro de la Fundación Splora que se dedicaba a gestionar los asuntos de intercambio cultural en Europa.

«A lo largo de todo el recorrido, se nos fueron mostrando las posibles salidas laborales que podríamos tener fuera del ámbito que estamos estudiando», recalca Álex. «Pero, si me tengo que quedar con algo, sería el encuentro culinario por todo lo que pudimos aprender de los diferentes países».

«Si me tuviese que quedar con una única cosa no sabría elegir», duda Marina. «Cada visita, cada experiencia y cada historia es única y ninguna es mejor que otra. Y estoy agradecida que hayan querido contárnoslas» .

  1. ¿Consideráis que vuestra iniciativa puede llegar a tener algún impacto real?

    «Por todo lo que nos han contado, parece que sí», bromea Álex.

     

    «Es algo necesario», recuerda Ana. «Hay que cuidar el medioambiente y aprovechar todos los alimentos que podamos; ser conscientes de lo que tenemos y de lo que no».
    «No podemos olvidar que forma parte de los Objetivos y Metas de Desarrollo Sostenible»,
    añadió Marina.

  2. ¿Motivaríais a otros jóvenes a participar?

«Sí. Es una experiencia muy bonita», explica Álex. «Sobre todo si juntas un grupo que tenga las ideas claras, que trabaje bien en equipo y que les guste el proyecto».

«Además es una forma de conseguir que los trabajos realizados en clase vayan más allá. Ver que nuestro proyecto impactó y podía tener futuro fue muy gratificante» concluyó Marina.

 

Por aquí os dejamos una galería de fotos del Tour realizadas por Marina Lajo: