PILAR FIDALGO CARBAJO | Fotografía: Twitter |
Eva María Campos recibe la Beca Leonardo en el área de Comunicación y Ciencias de la Información para efectuar el proyecto de investigación ‘Parlamento, bots y desinformación: ecología de estrategias y prácticas en redes sociales’.
En su proyecto plantea explorar las estrategias de los emisores que intervienen en la comunicación parlamentaria digital y las características de sus mensajes. Para ello, se centrará en identificar a los emisores digitales, investigar las estrategias de la comunicación digital y analizar los mensajes publicados.
Pregunta: ¿Por qué se presentó a la Beca Leonardo?
Respuesta: Hacía años que tenía previsto presentarme porque te da prestigio académico y están muy bien dotadas económicamente. Este año se han dado las circunstancias para que yo pudiera presentarme. Otro de los motivos por los que estaba dentro de mis objetivos es que la comisión que evalúa los proyectos está compuesta de periodistas.
P: Un mes antes al cierre de la convocatoria comenzó el estado de alarma. ¿El virus afectó en algo a la hora de presentar el proyecto? ¿Pensó que la beca se suspendería?
R: ¡Claro! Todo iba a demorar los plazos y efectivamente supone un cambio. En el proyecto presentamos un cronograma de lo que íbamos a hacer. Me ha alterado el plan, pero no hay ningún problema. La fundación BBVA lo contempla. Lo que iba a empezar en septiembre lo hago en diciembre.
Sí que es verdad que con toda la situación que estábamos viviendo, cuando solicité el proyecto, incorporé alguna sección dedicada a ver como iba el tema de la desinformación en el parlamento y el debate parlamentario de cara a los próximos meses.
P: ¿Por qué eligió el desarrollo del proyecto Parlamento, bots y desinformación?
R: Estuve trabajando con una beca de investigación en el congreso de los diputados hace muchos años. Ahí surgió mi interés por el Parlamento. Mi tesis doctoral la hice sobre la comunicación digital en esta institución.
A eso se une que en nuestro grupo de investigación hemos trabajado cómo los actores políticos, institucionales y mediáticos se van adaptando e incorporando a todas las transformaciones digitales. Ahí detectamos el interés de los bots, un repunte de toda la desinformación, como la inteligencia artificial está cambiando a la comunicación política, etcétera.
Yo he intentado unir mi línea de investigación habitual con estas investigaciones. Me planteé ver como están utilizando los bots, la desinformación y la inteligencia artificial en el Parlamento español.
P: ¿Cómo se siente al saber que ha sido becada?
R: Inmensamente feliz. Supone una apuesta muy fuerte en mi carrera académica. En primer lugar, supone un reconocimiento a un proyecto que es de interés para el tribunal que así lo ha juzgado, y es muy reconfortante. Muchas veces nuestra tarea de investigación es muy solitaria. Además, este proyecto va unido a una cantidad de dinero muy significativo. Me permite tener recursos económicos para investigar los próximos dieciocho meses.
Muy ilusionada con la Beca Leonardo que me ha concedido la @FundacionBBVA para desarrollar el proyecto sobre "Parlamento, bots y desinformación" en los próximos meses. https://t.co/QiwTG9X5CM
— Eva Campos (@ecampd) October 9, 2020
P: En el proyecto plantea explorar las estrategias de los emisores que intervienen en la comunicación parlamentaria digital y las características de sus mensajes. ¿Qué estrategias hay para que se produzca esta desinformación?
R: Las estrategias son múltiples y muy avanzadas. Desde campañas de comunicación orquestadas con un plan de comunicación determinado, para que un mensaje llegue a muchísima gente de una forma muy segmentada y que tenga unas consecuencias. Esto lo hace al propio emisor intencionado. Por ejemplo, un grupo político puede lanzar un plan en Internet para favorecer una campaña que les interesa.
A veces lo que hacen es crear una campaña que vaya a perjudicar a su contrincante. Ahí la inteligencia artificial entra de lleno. Se contratan campañas de bots para desprestigiar a algún actor político.
P: Desde hace años realiza proyectos en los que las líneas de investigación se centran en la comunicación política en Internet, con especial interés en los últimos años en el Gobierno abierto y la comunicación parlamentaria. ¿Cómo ve usted la situación actual? ¿Cómo informan los periodistas y cómo comunican los políticos e instituciones?
R: Los periodistas estamos en desventaja frente a la comunicación política profesionalizada. Yo creo que el periodismo político ha mejorado si contemplamos los diez últimos años, pero todavía estamos en necesidad de mejora.
Los periodistas y medios todavía no podemos decir que seamos independientes, ni económica ni institucionalmente. Es verdad que en los últimos años han surgido medios que dan más libertad a los periodistas para que cubran la información, pero hemos visto que tradicionalmente en España no se puede hablar de la monarquía, de ciertas empresas, poderes económicos o de determinados grupos. De alguna forma, el periodismo en España necesita seguir madurando.
P: ¿Cree usted que la situación que acaba de describir a largo plazo va a poder cambiar? ¿Los periodistas podrán ser más independientes?
R: Tengo la esperanza de que sí. Pero debemos tener en cuenta que el desarrollo de la tecnología no va a ir siempre a nuestro favor. Ya estamos hablando del periodismo robotizado, del periodismo computacional, y eso van a ser nuevos agentes que en principio van a chocar con el ejercicio de nuestra actividad profesional. En el momento en que periodistas y máquinas consigamos trabajar al mismo tiempo, podremos avanzar hacia un periodismo más maduro.
P: ¿Qué cambios y diferencias ve, a través de los años que ha investigado, sobre la manera de informar de los periodistas y de los políticos?
R: Hay muchas diferencias. La primera en el uso de las herramientas. He visto como el periodismo político y los políticos han pasado de estar pletóricos por las webs, por los blogs y por redes sociales a estarlo ahora por otro tipo de comunicación. Los medios y los periodistas somos cada vez más dependientes de la transformación tecnológica.
También hemos visto muchos cambios en los actores. La esfera pública digital ha cambiado. Tenemos actores digitales que están interviniendo en la comunicación digital, como los bots. Los periodistas tenemos que estar al tanto de los cambios para ver como protegemos el bien común y nuestro ejercicio profesional.
P: ¿Crees que estas nuevas plataformas, como las redes sociales, han beneficiado o han perjudicado al periodista a la hora de informar?
R: Las dos cosas al mismo tiempo. Nos benefician en algunos aspectos. Por ejemplo, nos ayudan a tener acceso a fuentes de información o a tener otro contacto con los ciudadanos, nuestros lectores.
Pero también tiene complicaciones. Ahora estamos influidos por lo que nos dice Google en nuestras búsquedas, condicionadas por nuestra huella digital. Eso tiene unos sesgos, nos mete en unas burbujas digitales. Pensamos que el mundo se mueve en función de nuestra burbuja y no es así. Un periodista tiene que saber romper las burbujas. Y no es fácil.
P: ¿Cómo van a poder los ciudadanos informarse bien y saber que la información que están recibiendo es buena con todas las estrategias de desinformación que hay?
R: Todas las instituciones, partidos y actores tienen una capacidad mayor de llegar directamente a los ciudadanos. Los ciudadanos, en cambio, tienen mucha sobreabundancia de información. Con lo cual, los periodistas deben posicionarse más próximos a los ciudadanos que al resto de elites comunicativas. Así rescatamos al periodismo y beneficiamos a la sociedad, porque va a estar mejor informada.