RUTH FERNÁNDEZ SECO | Fotografía: Pixabay
Con el auge de las redes sociales, han surgido nuevas profesiones, entre ellas, la de influencer: quienes han alcanzado la fama gracias a las redes sociales y suelen ser ejemplos a seguir para sus seguidores. Estas personas han cobrado protagonismo en la esfera pública, llegando a ejercer otras profesiones como la escritura o el cine. Pero, ¿por qué los influencers han ganado terreno en estos ámbitos?
Los creadores de contenido se encuentran con una problemática cuando escriben libros: aunque los influencers o youtubers tengan muchos seguidores, estos no tienen por qué tener interés en comprarles un libro, pues se conforman con ver sus publicaciones en redes. Sin embargo, como algunos youtubers tienen una identidad propia y la plasman en el papel, sus followers sí han adquirido sus libros. En esto ha habido un cambio con los años. Al principio, escribían libros ligados a su contenido, que podía ser de humor. En cambio, ahora escriben historias ajenas a su ámbito. Un ejemplo es El Rubius, quien empezó escribiendo libros sobre él mismo, pero sus títulos más recientes son comics que narran historias ficticias.
También se da el caso a la inversa: escritores que se hacen famosos gracias a redes sociales. En los últimos años, son frecuentes los escritores que alcanzan popularidad en Wattpad, una plataforma de Internet para publicar historias. Es el caso de Ariana Godoy, Inma Rubiales o Alex Mírez. Las editoriales navegan en redes en busca de una historia que les atraiga para publicarla. Para ello, miran redes como Wattpad, Instagram y Tik Tok.
Los influencers no solo se adentran en el mundo de la literatura escribiendo sus propias historias, sino que también ejercen como booktokers o bookstagrammers. Como su nombre indica, son creadores de contenido dedicados a recomendar libros en estas plataformas. Estos han convertido libros poco conocidos en best seller. Esto ha tenido mucho éxito, ya que aparecen incluso clubes de lectura en los que participan varios booktokers, que cada mes eligen un título para comentarlo y leerlo en conjunto con todo el que quiera unirse.
A muchos influencers los escogen para protagonizar películas o series antes que a actores profesionales por el hecho de tener más seguidores y ser más reconocibles para el público. Al contar con influencers en lugar de actores, disminuye la calidad del producto. También hay quien argumenta que no son los actores los que mueven a la gente a ir a ver la película, sino las historias.
Los influencers no han sido el único gremio que ha recibido críticas por intrusismo laboral. Los cantantes también han recibido críticas por inmiscuirse en el séptimo arte. Este año la cantante Aitana recibió críticas por protagonizar Pared con pared, una comedia romántica de Netflix. El mundo del doblaje no se ha visto libre de este intrusismo, pues, son muchos los personajes famosos en otros ámbitos que han hecho sus pinitos como actores de doblaje. Por ejemplo, en 2021, la también ex concursante de OT 2017 Lola Índigo recibió críticas por prestar su voz a Lola Bunny, uno de los personajes de la película Space Jam: Una Nueva Era. Los productores creen que contratando a nombres conocidos, moverán a mucha gente a consumir el producto.
Es muy frecuente ver a creadores de contenido en eventos que nada tienen que ver con su gremio. Algunos ejemplos son galas como el festival de Cannes o los Grammy latinos. Su presencia en estos actos se justifica con que hay marcas que lo patrocinan. Muchos son partidarios de la presencia de influencers porque piensan que así atraen al público joven a la cultura.
En definitiva, el público es soberano y es el que elige los productos que consume, por lo que si el trabajo de un influencer en otros ámbitos no convence al público, las empresas culturales no lo volverán a llamar para ese trabajo.