Miguel Anguita Pereira
Os tengo que ser completamente sincero. Cuando me mandaron escribir un texto personal para la revista se me vinieron a la mente millones de ideas magníficas que contaros. Algunas de esas ideas fueron tomando forma y perdiendo el significado inicial, otras se quedaron atrás y otras simplemente se me olvidaron. Y lo único que se me viene ahora a la cabeza es la frase de un texto espléndido de un autor gigante: «Vuelva usted mañana» de Mariano José de Larra.
¿Por qué se me ha venido de repente esa cita a la memoria? Porque me he sentado a escribir… Y no sabía qué decir, no se me ocurría ni la más misera idea de lo que contar. Y así llevo cuatro días, posponiéndolo para el día siguiente hasta que ha llegado la hora y ya no hay marcha atrás, la pereza conquistó mi mente. Ojalá pudiese decir hoy también: «Vuelva usted mañana», pero no puedo.
Y eso ha hecho que una de las pocas neuronas válidas que me quedan empezase a saltar dentro de mi cerebro como queriéndome decir: ¿Por qué vas a tener que hacer algo que no quieres? Haz lo que quieras tío, haz siempre solo lo que te haga feliz, y si redactar un texto no te hace feliz, no lo hagas. Pero…. fíjate qué cosas, ya llevo tres párrafos escritos, menos mal que «no tenía ganas de escribir hoy».
Y entonces otra neurona aun mas saltadora que la anterior (creo que ésta hasta bailaba) me chivó al oido:»chss… eh!… llevas tres párrafos sin querer escribir, ¿Porqué será? y mi corazón respondió al instante: ¡Eh, quizás es porque te gusta escribir y todo, creo que hasta eres un periodista, mira tu por dónde! Hasta sin tener ganas de hacer nada, lo único que se me venía a la mente en ese momento, era una de las frases mas celebres de uno de los periodistas mas grandes. ¡Increíble!
Esto es ser un periodista. Un periodista no se forma en un aula. Un periodista se hace periodista sentado delante de un ordenador, de un micrófono o delante de una cámara. Escribiendo, narrando, contando historias. Un periodista se pone a escribir sin una idea clara y casi sin querer le sale un relato. Y los «vuelva usted mañana» han desaparecido. Ahora solo quieres escribir, de hecho, ahora ya no quieres dejar de escribir. Las millones de ideas que tenías al principio han vuelto, ahora quieres escribirlas todas. E incluso te pones nervioso porque no sabes si escribir primero esto o primero aquello, pero deseas escribirlo.
Todo esto me ha ocurrido a mí mientras escribía este texto. Empecé sin ganas, me puse a escribir y salio el periodista que llevo dentro. Pero estas ganas locas de escribir que tengo ahora se lo debo a alguien. De hecho, estas líneas que aquí os plasmo. y que no se si os gustarán o no, pero las he hecho con todo mi cariño. se lo debo a la revista, a InformaUva y a ese cargo que tanto me costaba realizar cuando empecé mis primeras líneas.
A un periodista de verdad le encanta escribir en cualquier momento, se divierte haciéndolo, disfruta imaginando la siguiente frase, el cómo se van a sentir los lectores cuando lo lean. Y hoy, pero no solo hoy, sino otros muchos días, este regalo me lo ha dado esta revista para la que escribo, la cual no solo me ha enseñado bastantes cosas prácticas, sino que me ha regalado muchos buenos momentos de café, noche, pensamientos, un Word en blanco dispuesto a que yo lo rellene con mis palabras.
Por eso os animo a que participéis en la revista con nosotros. Porque aunque parezca un rollo y a veces os den ganas de decir: «Vuelva usted mañana», al final os va a encantar sentaros delante de vuestro ordenador a escribir.










Precioso, MIGUEL. La vida misma del periodista.
Me resulta enriquecedor saber en las cosas que coincido con mis compañeros, este texto personal me acerca a un grupo que suele enfrentarse a su trabajo de forma solitaria
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