Luchar por la igualdad en un mundo heterogéneo

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MARIO MOYANO | LAURA GÓMEZ  Fotografía: Helena Borge 

“Es vergonzoso hablar de diversidad sexual y de que tenga que ser respetada, pero requiere de debates y difusión”. Con estas palabras el decano de la Facultad de Filosofía y Letras, Javier Castán, junto a la secretaria general de la UVa, Cristina Pérez, daba comienzo la primera conferencia sobre las Jornadas de la diversidad sexual y de género. En los extremos de la mesa se encontraban Pablo Gerbolés, abogada y activista, y Marina Sáenz, profesora de Derecho Mercantil de la propia Universidad de Valladolid, que intervinieron ante una Sala de Juntas que albergó una gran expectación.

Cristina Pérez comenzó la ponencia con un breve discurso de presentación de los invitados ante los oyentes que se acercaron a la Facultad de Filosofía y Letras. Tras ella, tomó la palabra Javier Castán, quien no dudó en criticar este tipo de charlas de concienciación, ya que la diversidad sexual debería estar impregnada en la sociedad.

Marina Sáenz inició su turno de palabra presentándose como una mujer transexual que lleva 16 años activa en la lucha por la diversidad sexual. “He tenido una transición, pero siempre he sido la misma”, declaró sobre su cambio de sexo. La profesora de Derecho Mercantil de la UVa afirmó que vive en una sociedad enferma, pero que es ella a quien tratan como una trastornada.

Los ponentes en la conferencia de ayer | Helena Borges
Los ponentes en la conferencia de ayer | Helena Borge

La docente presentó ante los asistentes un análisis que había elaborado para explicar la criminalización de la diversidad de género en el mundo. Comentó que algunos países han evolucionado de esa criminalización a la tolerancia y de esta a la inclusión social. Pero aún hay multitud de países en los que este desarrollo no se ha llevado a cabo e, incluso, muchos ni lo llegaron a comenzar. En 7 países la homosexualidad está castigada con pena de muerte y apoyar al LGTBIQ te convierte en un criminal, por lo que estos grupos viven encubiertos.

Marina Sáenz, al ser una defensora de los grupos transexuales, siente que este tercer género nunca ha sido representado en la sociedad. Un ejemplo es la expulsión de los campos de ayuda (como en el terremoto de Nepal), ya que dividen a los refugiados en hombres y mujeres, y los transexuales no tienen cabida. A menudo el tercer género tiene dificultades en la sociedad como alquilar una vivienda o conseguir trabajo. “Hay una aparente igualdad formal, pero la realidad social no es igualitaria. He tenido que ir al psicólogo porque se supone que estaba trastornada”, explicó la catedrática, ya que, a pesar de tener los derechos reconocidos, como en el Informe Born Free and Equal (CDHNU), siguen siendo discriminados por la sociedad.

«Hay una aparente igualdad formal, pero la realidad social no es igualitaria»


La ponente denuncia que en algunos países de la Unión Europea para realizar el cambio de sexo hay que someterse a una esterilización y divorcios forzados, negación de la familia, exclusión educativa y de los servicios sociales, marginación social o negación del espacio público. Existen actores internacionales a favor de la transexualidad, por ejemplo, Ilga, ARC, Trasgender Europe, Red Lactrans, Amsterdam Network, Gate… Pero también existen muchos actores en contra. Un caso actual es el grupo HazteOír y su polémico autobús que ha circulado por las calles madrileñas con un mensaje transfobo.

Para terminar, Marina Sáenz expuso que el papel de las universidades es fundamental y que estas no son neutrales, sino que tienen una postura y manifiestan su opinión. Por ejemplo, la Complutense de Madrid y la Universidad de Extremadura se han postulado a favor, llevando actividades pro transexuales. En cambio, otras se han posicionado en contra de la diversidad sexual, como la Pontificia de Ávila, la Católica de Lovaina o la Universidad de Navarra. La secretaria general responde ante estas declaraciones que la UVa está realizando proyectos a favor del tercer género y ya se les reconoce por el nombre que ellos han elegido tras su cambio.

A continuación, tomó la palabra Pablo Gerbolés, que comenzó dando las buenas tardes a todas (sic) y prosiguió a explicar el día a día de las personas de diferentes diversidades sexuales. La abogada y activista expuso comentarios y frases típicas que suelen aplicarse a las personas que no son heterosexuales. “La homofobia ha pasado a tratarse de forma más suave, pero ya la hemos asumido cotidianamente: no somos un espectáculo, no nos gustan todos/as, no somos ‘amigos’, la zoofilia no es homosexualidad, no somos promiscuos…”, explicaba Pablo Gerbolés.

«Soy feminista y creo que el feminismo se puede usar al igual que el masculino»


También habló de libros que promovían la homofobia, tratando a los homosexuales como seres anormales, sádicos, pirómanos y cleptómanos, e intentaban un adoctrinamiento sexual que no podía existir. Prosiguió con las agresiones que recibían los homosexuales; en Madrid fueron agredidas 316 personas en 2016 y solo el 25% se denunció. Pero no solo hay agresiones físicas, Pablo Gerbolés explicó en primera persona los numerosos insultos y amenazas de muertes que había recibido en las redes sociales, sobre todo en Twitter. Además, hasta el propio ex alcalde de Valladolid, León de la Riva, dijo que le empezaba a preocupar Pablo al verle en una pose tan espectacular con unos tacones y hablando de él mismo en femenino. “Soy feminista y creo que el femenino se puede usar al igual que el masculino”, replicaba la activista. Terminó explicando que a ella le gustaba etiquetar, “porque cuanto más se etiquete más se darán cuenta los heterosexuales de que son una opción entre las muchas que hay”.

Con la ponencia de Pablo Gerlobés concluyó la primera conferencia sobre la diversidad sexual, de gran expectación e interés para un público que criticó a las personas que no asistían a estos actos, porque ellos son los que realmente necesitan comprender el problema.