ALBERTO DOMINGO SÁEZ  | Fotografía: Pixabay  |

Uno de los aspectos más destacados en lo que va de año es la rapidez en la que la sociedad se ha adaptado a los avances biológicos. La humanidad ha tenido que recurrir a los biólogos e investigadores en laboratorios para encontrar una solución a la pandemia que ha asolado gran parte del mundo, las vacunas.

Según la Real Academia Española (RAE), una vacuna es un preparado de antígenos que, aplicado a un organismo, provoca en él una respuesta de defensa. De este modo se puede entender que una vacuna sea un mecanismo de defensa para el organismo. Sin embargo, son muchas las personas que siguen desconfiando de la ciencia para poder protegerse.

El Gobierno ha querido impulsar medidas de vacunación. En países como Estados Unidos, se han llegado a aplicar en cualquier supermercado, en tiendas de electrodomésticos, etc. Inclusive se ofrecía a los ciudadanos el incentivo de entrar en un sorteo para ganar diez mil euros.

La función principal de las vacunas es la de crear una inmunidad en el organismo y prevenir cualquier virus. Las vacunas tardan en ser creadas porque existen varios factores de riesgo dependiendo las alergias o cada individuo. En el caso de la sociedad, las vacunas permiten crear una inmunidad de grupo en el que no solo se protege a uno mismo, sino también a aquellos que no estén vacunados.

Es habitual que la vacuna tenga alguna reacción cuando entra en contacto con el organismo. Esto se debe a que las defensas de cada organismo lo interpretan como una amenaza, lo que puede provocar síntomas. Los más comunes son:

  • Pérdida del apetito.
  • Enrojecimiento e hinchazón en el punto donde se inyectó.
  • Fiebre ligera.

La vacuna del COVID-19 ha ocupado durante semanas consecutivas las portadas de los periódicos y telediarios nacionales.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dado recientemente un anuncio histórico. Por primera vez en la historia, se daba a conocer una posible vacuna a la enfermedad de la malaria. ‘Este es un momento histórico. La tan esperada vacuna contra la malaria para niños es un gran avance para la ciencia, la salud infantil y el control de la malaria’ dijo el director general de la OMS, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, en un comunicado. ‘El uso de esta vacuna además de las herramientas existentes para prevenir la malaria podría salvar decenas de miles de vidas jóvenes cada año’, aseguró.

El nombre de esta vacuna es RTS,S y según como indican los datos tiene una tasa de eficacia de un 29% en los casos graves y un 39% en los leves. La OMS la recomienda en las zonas de África subsahariana, donde se produce un contacto con la enfermedad de forma alta o moderada.

Otra de las enfermedades por las que la ciencia ha invertido millones de euros para encontrar una posible vacuna o cura que pueda paliar sus efectos en los humanos es la del VIH. Actualmente, se hacen varios ensayos clínicos para encontrar una vacuna que pueda prevenir sus efectos, medicamentos contra el VIH, etc.

Un ensayo clínico consiste en una serie de pruebas a sujetos humanos o personas voluntarias en la mayoría de los casos seropositivos. Una vez aceptado, con previo consentimiento y sobre todo con su aprobación, son utilizados para experimentar en sus cuerpos y poder encontrar una vacuna, medicamento o cualquier tipo de ayuda para que los investigadores puedan seguir estudiando.