JESÚS SANZ DEL CASTILLO // Fotografía: Pixabay
Internet se ha convertido, con el paso de los años, en un lugar inseguro en el que nuestros datos personales y privacidad están en peligro siempre que navegamos en la red
Internet como fuente ilimitada de difusión de contenidos
El poder de internet es infinito. Cuando navegamos por la red, tenemos que tener en cuenta que nuestra privacidad y datos personales están en peligro. Si ya de por sí es clave controlar nuestro uso de Internet, aún más importante es vigilar por donde navegan los niños y los adolescentes. Un mal uso de la red puede provocar que nuestra propia información acabe en manos de quién menos lo esperamos, independientemente de que interactuemos con el usuario o no.
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Peligros de Internet
Desinformación
Sin duda, el peligro más importante es el de la difusión de información falsa. Al ser una red global, todo el mundo puede difundir y recibir información de cualquier tema en cualquier sitio y momento. La proliferación de las conocidas «fake news» suponen un gran peligro cuando hablamos de noticias de gran interés público.
En muchas ocasiones, este tipo de artículos buscan audiencia y los medios no dudan en utilizar este recurso para ganar visitas y visualizaciones. La falta de verificación de fuentes hace que la información falsa se propague con inmediatez creando desconfianza en la sociedad.
Riesgo de privacidad
Otro gran peligro que tenemos que abordar es el riesgo de privacidad. La gran cantidad de datos personales que circulan por la red constituyen un problema que va a más con el paso del tiempo. Los datos financieros y de identidad están siempre en peligro, porque en muchas ocasiones se confía excesivamente en promociones y ofertas suculentas que acaban siendo una estafa.
Las redes sociales y las aplicaciones almacenan información privada y pueden llegar a comerciar con ella, provocando fraudes y difundiendo datos sin el consentimiento del afectado.
Ciberacoso
Internet es de todos y de nadie a su vez. Es decir, es una red en la que todos interactúan, pero el anonimato también es muy recurrente cuando hablamos de ciberacoso. El intercambio de mensajes vejatorios y abusivos, como la publicación de información que dañe la imagen y dignidad del individuo, hacen que el ciberacoso sea un problema creciente hoy en día.
Los usuarios que sufran ciberacoso, están expuestos a sufrir consecuencias psicológicas. Además, el acceso a contenidos explícitos como la pornografía o la violencia supone un problema enorme para adolescentes y menores de edad.
Estafas «on line»
Internet se ha convertido en un terreno muy propenso para sufrir fraudes. Las pérdidas más comunes a las que se exponen las víctimas son económicas y de datos personales. Esto se debe a una confianza excesiva en páginas falsas que se han creado con el objetivo de engañar a los usuarios mediante promociones y ofertas notables.
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Medidas y normas de regulación
Hay una serie de normas que regulan este tráfico de información en Internet. El Reglamento General de Protección de Datos es una ley impuesta por la Unión Europea y que incide en la protección de los datos personales. Esta ley obliga a las empresas a tener el consentimiento del trabajador para el uso de información propia.
En las redes sociales también encontramos leyes que regulan la privacidad de los usuarios. Twitter (X), Instagram o Facebook han incrementado sus medidas de seguridad eliminando contenido dañino o sensible y avisando sobre la verificación de las cuentas en caso de que se trate de un «bot». Pese a ello, en ocasiones estas medidas son insuficientes.
La intervención de las instituciones internacionales también es clave en Internet. Organizaciones como la ONU promueven la colaboración de todos los usuarios en línea, e intenta combatir el ciberacoso y difundir normas éticas que regulan el mundo digital.
Internet, tan útil como peligroso
Internet ha cambiado nuestras vidas. Lo que llegó siendo como una herramienta útil, se ha ido tornando en un recurso de riesgo si no se utiliza correctamente. Al ser una fuente inagotable de información, debemos verificar la información que difundimos y que recibimos, asegurando que las fuentes son fiables y que los hechos han sucedido de verdad. El trabajo de los gobiernos y de las organizaciones, así como el de las propias redes sociales y medios de comunicación digitales, deben seguir luchando por promover un buen uso de Internet, huyendo de la subjetividad y de las noticias falsas creadas para engañar a la sociedad para ganar audiencia.
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