DANIEL CABALLERO DE PAZ  |  Fotografía: Concedida por Proyecto Entrevecinos  |

Flores en la Basura 2 es un documental de crítica social en el que José Antonio Romero y su equipo recorren diferentes localidades de España en busca del testimonio de personas que viven en sus propias carnes las secuelas de la crisis. Apenas tienen capacidad de transacción o han sido apartados del mundo laboral. La primera parte, Flores en la Basura, empezó a producirse en 2013, a raíz de la crisis financiera de 2008, y fue nominada a los premios Goya en 2020. Este documental busca convertir, a ojos del público, los datos que arrojan diariamente los indicadores económicos en rostros y voces.

El cine como vehículo de conciencia social

Es la última parada de José Antonio Romero y el equipo de filmación en Valladolid. La semana ha sido suficiente para poder extraer la voz de las personas en situación de miseria económica y laboral. El productor las llama «flores en la basura». Son personas de clase media, endeudadas, que no pueden permitirse acceder a los recursos necesarios para tener unas condiciones de vida dignas.

Rodaje "Flores en la Basura 2"
Una de las entrevistadas por José Antonio con la claqueta para la filmación

El Programa Entrevecinos, de la Asociación Vecinal Río Esgueva, ha acogido en su sede (Barrio España) al equipo de rodaje. La propuesta de este programa es, en términos simples, organizar proyectos sociales y programas de búsqueda de empleo y oferta de servicios de orientación laboral a personas con menos posibilidades económicas. Una de las iniciativas del programa abarca el suministro de productos imperecederos y de higiene a dichas personas. “El trabajador social contacta con los CEAS (Centros de Acción Social) y estos lo derivan a un punto de recogida de alimentos”, señala Carmen, trabajadora del proyecto. Los tres entrevistados por el director para la producción documental son gente que cuenta, con experiencia de primera mano, lo que es vivir una crisis -y las secuelas que ello deja, a nivel económico y moral-. Ellos son quienes, en última instancia, dejarán su testimonio en manos de la gran pantalla.

José Antonio Romero prepara las preguntas para el documental
El director de cine conversa con los tres invitados para la producción sobre la crisis económica
José Antonio Romero: «La vocación fue el motor para este proyecto»

José Antonio Romero, nativo de la Rioja, ha dirigido películas de ficción como Caín (1987) Apasionados (2002) Proyecto Dos (2008) y el documental nominado a los premios Goya en 2020, Flores en la Basura. La segunda parte incluirá algunas escenas rodadas en Valladolid a lo largo de la semana del 13 de marzo. Comprometido con las causas sociales, ha sido cercano a grupos obreros como Unión General del Trabajador y defensor de los derechos de los empleados y las personas que sufren los abusos de las empresas y la escasez de políticas sociales en algunos gobiernos autonómicos.

Después del rodaje en la localidad, continuará buscando testimonios por toda España. Hemos conseguido realizar algunas preguntas al productor de cine, que, amablemente, ha accedido a responder:

—Antes de empezar a trabajar en este proyecto, ya habían emitido Flores en la Basura, y con un éxito notable. Pero, ¿qué les condujo a trabajar en producciones de cine social?

—Sinceramente, esto que hemos visto aquí. Hasta que empezamos a rodar Flores en la Basura había producido películas de ficción normales y corrientes. De pronto me pareció que tenía sentido contar la crisis desde el punto de vista de los perdedores, de las personas que estaban sufriendo la crisis. Es por eso que hicimos Flores y empezamos Flores 2. Yo no tenía intención de hacerla. Pero entonces… estalló el Covid-19, y entonces dije “si no hemos salido de la primera crisis y ya vamos de cabeza a otra”. Realmente, la vocación fue un motor para este proyecto.

—La primera producción, Flores en la Basura, logró hacerse un hueco en los Goya. ¿Esperaban que su mensaje fuese a llegar tan lejos?

—Bueno, más que llegar a los Goya por la puerta grande, decidimos no estrenar en salas comerciales, porque los documentales en ese tipo de salas desaparecen muy rápido. Tuvimos la suerte de que contamos con una red de amigos y conocidos, ya sean de Universidades o Ayuntamientos, de sindicatos, etc. que en diferentes provincias españolas nos fueron brindando la oportunidad de enseñar la película.

Íbamos allí, proyectábamos la película y yo participaba en un coloquio. Así llegamos a reunir cinco mil espectadores —que para una película comercial que se estrena por ahí no es nada y para un pase en televisión tampoco — pero para un documental pequeño es mucho. Está muy bien.

—En cuanto al cine crítico y social, ¿cómo eligió el tema, y cómo decidió que era hora de poner por fin voz y rostro a esta situación?

—Es una pregunta interesante. Nosotros, al principio, empezamos entrevistando a periodistas como Iñaki Gabilondo, entre otros… a Almudena Grandes, por cierto… también a economistas, psicólogos y filósofos, pero también (y es lo más importante) a las personas que estamos sufriendo la crisis también. Poco a poco nos fuimos dando cuenta de que las personas que están sufriendo la crisis y que contaban sus testimonios, se iban apoderando de la película, y que tenían una fuerza mayor que las opiniones de los otros.

José Antonio Romero responde algunas preguntas
José Antonio Romero responde algunas preguntas. De fondo, la tienda de alimentos que servirá como escenario para el largometraje
José Antonio Romero: «El periodismo serio, de investigación, ha desaparecido»

—Los medios de comunicación, como el Correo o El Mundo, con la puesta en escena de Flores en la Basura, definieron la crisis como “interminable”. Yo les pregunto: ¿con respecto a la recesión de 2008 perciben que haya habido un cambio en esta situación que nos haga pensar lo contrario?

—Creo que realmente ha habido gobiernos y gobiernos. De esta forma, el gobierno actual, el PSOE, ha adoptado una serie de medidas, y, por supuesto que se perciben algunos cambios, si bien desde el punto de vista de la legislación política. Por tanto, podemos hacer críticas del gobierno, pero realmente, tampoco sabemos hasta que punto la situación podría ser peor de gobernar otros.

—¿Se muestran esperanzados y optimistas, y esperan algún día influir en los corazones de las personas, y especialmente, de la clase política?

—Es una pregunta muy difícil, no porque me importe contestar. He notado que “Flores en la Basura”, tuvo un estreno por todo lo alto al que acudieron todo tipo de cargos políticos, economistas, etc. y fue recibido con menos calor o más frialdad que como se ha ido recibiendo en muchos sitios donde hemos estrenado la película. Y pensé «¡cómo le gusta a la gente el largometraje!» Pero claro, era gente que se convencía de que era solo eso, una pieza más…

El director del festival más importante de España vino a ver la película y me dijo: “me gusta mucho tu película, pero es que es una película de guerrilla”. Y dije, “¿esto es malo, bueno…?” Pero lo que me estaba diciendo es que no podía, de ninguna forma, ponerla en el festival… Me encantaría llegar al corazón de los políticos, me encantaría…

—El documental, ¿podría considerarse de alguna forma un reflejo de la cara oculta de la sociedad que los medios tienden a no dar la importancia que merece? ¿Cree personalmente que se le está dando la cobertura que necesita, más allá del cine?

—Esta pregunta es importantísima. La periodista Nieves Concostrina, que organizó un coloquio el otro día al que pude acudir, dio una tesis, que, resumida en una frase era: “el periodismo ha desaparecido”. El periodismo serio de investigación ha desparecido. Puso muchos ejemplos con pantallas de noticias que no se habían contrastado. Es un tema muy importante. Estoy tratando de convencer a Nieves Concostrina de que me deje introducirla en la película, porque quiero que esto lo cuente. Yo he contado a TVE de lo que hablo, y me han llegado a decir: “es que esto es demasiado”. Se referían a estos casos.

—Durante el trabajo en estas producciones, topan con muchos casos de miseria y pobreza en España. Por tanto, cuando ruedan el documental y escuchan a la gente, ¿qué sensaciones les produce? ¿Hay algún caso en particular que les haya impresionado de manera especial?

—Para no irnos de Valladolid, que es una ciudad que nos ha acogido con una calidad tremenda, encontrando un apoyo y una ayuda increíbles, especialmente en Entrevecinos y de parte de José Andrés, pero hemos visto estos casos que mencionas. Son historias muy potentes, casos que no cuento porque nos extenderíamos muchísimos. La mayoría de lo que me encuentro es gente que a lo mejor ha estado aquí, en esta situación, y que se está levantando y está saliendo. José Andrés Herranz, de Entrevecinos, concordará conmigo en que hay centenares de casos. En última instancia, es gente como él la que tiene que dar esa asistencia. Además, creo que de algún modo se está dando voz a quienes, en circunstancias generes, son mudos e insignificantes.

Más allá de esto, cuando tengamos hecha la película, voy a empeñarme mucho me estoy preparando mucho para que realmente hagamos ruido. Que hagamos ruido y que se nos vea. Porque realmente, comernos la producción del documental nosotros y enseñárselo sólo a las personas conocidas, no significaría nada, y este proyecto no tendría ningún sentido. Por eso trabajo en esta dirección.

José Andrés Herranz: «la sociedad, de forma sistemática, tiende a invisibilizar las cosas»

José Andrés Herranz, directivo del programa Entrevecinos, ha intervenido también con algunos de sus puntos de vista. Considera que gracias al documental se está “haciendo visibles a quienes son invisibles, convirtiéndolos en las estrellas de la película”. Cree además, que “hay varios corazones». En particular, cree que «si la película es capaz de llegar al corazón de la gente, habrá llegado al corazón de los políticos. A fin de cuentas estos dependen de aquellos”. La sociedad, ha concluido, suele dar “una serie de capas de barniz que pretenden invisibilizar cosas. Se habla de datos, de dinero, de economía, de porcentajes. Pero, en el fondo, detrás de todo eso hay gente con nombres, apellidos, y constituciones muy particulares. Si no hubiera producciones como esta que se está rodando, en las que se les da un micrófono y una pantalla, simplemente no existirían”.