CRISTINA MARTÍN SÁNCHEZ | Fotografía: Cristina Martín |
Escuchar hablar a Juan Carlos Amón, una de las voces más conocidas de COPE Valladolid, es darse cuenta de que 32 años no son nada cuando uno se dedica a lo que realmente le apasiona. De pinchadiscos en FM a Jefe de deportes de COPE Valladolid. Llegó a la radio por casualidad, pero desde el primer momento que tuvo delante el micrófono se percató de que era su pasión. En su retina están grabadas las primeras tomas de contacto en el mundo del periodismo deportivo. Nombres, clubes y personas, como Rafael Gordillo, quien le hizo comprender “a través de su simpatía”, que debía dejar atrás los nervios y tomarse su trabajo como un entretenimiento. Charlar un rato con él de deporte, solo deriva a una conclusión: lo lleva en las venas.
Pregunta: ¿Por qué periodismo radiofónico y por qué deportivo?
Respuesta: En mi futuro no estaba ser periodista y trabajar en un medio de comunicación. Un cúmulo de casualidades me llevaron a estar delante del micrófono. Estuve cuatro años sin realizar una labor específica. Un cambio de empresa me llevó al departamento de deportes de la Cadena SER. Ahí vi lo que realmente estaba hecho para mí. Desde entonces, el mundo del periodismo deportivo me ha descubierto un horizonte que yo no sabía que existía. Me ha acercado a un campo de la información que quizá esté un poquito desprestigiado. Pero un error en el mundo del periodismo deportivo puede tener tanta o más transcendencia que una información mal interpretada en otro ámbito. Yo creo que fue el periodismo deportivo el que me eligió a mí, en lugar de yo elegir al periodismo deportivo.
P: Todo el mundo habla de deporte, y, de hecho, parece que todo el mundo sabe de deporte en este país y, sobre todo, cuando se habla de fútbol. ¿Resulta difícil comentar sobre ello porque la gente se fija más en los fallos?
R: La opinión en una información política, social o jurídica casi no existe. La información va a ser asumida tal y como te la cuentan. En deporte todo es opinable, interpretable y relativo, con lo cual te encuentras con que tu información en el momento que la estás dando hay gente que la está aceptando, pero hay gente que no la está aceptando. Eso te hace plantearte cómo dar la información. La virtud está en encontrar el equilibrio desde el punto de vista del informador.
P: ¿Quién fue su referente?
R: Yo me dormía con José María García. No comulgaba mucho con el estilo que le elevó a la fama, pero dormía con él y en casa almorzábamos con Antena 3 y los hermanos Ares. Yo he querido siempre intentar transmitir la información y que sea el oyente el que genere su opinión, pero hay veces que no puedes. A nivel de carruseles y programas multicancha, mi gran referente ha sido siempre Paco González.
P: ¿Cómo fue la primera experiencia ante los micrófonos?
R: Mi primera información fue cubrir un entrenamiento del Fórum Filatélico de Baloncesto y que entrevistara a Jacobo Odriozola. Llegué a la radio con cuatro años de experiencia y le vi colmillos al micrófono, en estado de ansiedad y de nerviosismo. Mi segunda intervención fue entrevistar a Rafael Gordillo. Ese día, él, con su simpatía, me hizo ver que tenía que dejar de lado los nervios, la seriedad, la ansiedad, y tomarme esto como un hobby.
P: ¿ Y recuerda una primera anécdota periodística?
R: Estaba entrevistando a un chaval recién llegado al Valladolid Promesas, procedente de un pequeño equipo andaluz. Él debía haber estado toda la noche de viaje y en una de las respuestas, no pudo más y lo único que oyeron en antena fueron los ronquidos. Fue una situación para mí muy desagradable porque no sabía qué hacer. O tenía mucho sueño o la entrevista estaba siendo muy aburrida, no tiene más lecturas.
P: La COPE ha cumplido recientemente 50 años de vida en Valladolid. Medio siglo, que se dice pronto. Usted no está en ella desde el inicio, pero, desde que está, ¿qué ha cambiado y qué no ha cambiado dentro?
R: Ha cambiado el local. De un piso de una oficina, hemos pasado a un edificio en condiciones y tecnológicamente ha sido monstruoso. De las cintas de carrete abiertas que tenías que poner, a no tener ni un soporte físico, todo digital: audios, vídeos, interconexiones. Todo, absolutamente todo ahora mismo es digital. A nivel institucional, afortunadamente, ha cambiado poco. Si COPE se puede preciar de algo es que redactó en su día un ideario, que ha sabido aguantar el paso del tiempo y envejecer.
P: De toda su trayectoria en el medio, ¿con qué momento se queda? Una noticia
que le haya gustado mucho dar, un acontecimiento que le hiciera especial ilusión transmitir…
R: Con los ascensos de los equipos de la ciudad. Aquella concentración de casi 40 000 personas en el verano de 2007 en la Plaza Mayor con el ascenso de aquel Real Valladolid de los récords o aquel inesperado ascenso, del Club Baloncesto Valladolid o con la Recopa de Europa del Balonmano Valladolid. Han sido momentos preciosos.
P: Ahora, la parte amarga. La comunicación más desagradable.
R: Las dos desapariciones. La del Club Baloncesto Valladolid y la del Balonmano Valladolid. Fueron prácticamente consecutivas y no sabes cómo enfocarlas, porque lo primero que te apetece es buscar culpables. Pero dentro, te das cuenta de que no es momento de buscar culpables, es momento de buscar la cantidad de huérfanos, niños, practicantes del deporte que se han quedado sin equipo. Siempre me quedaré con que yo estaba trabajando cuando esos dos equipos descendieron.
P: ¿Qué cualidades tiene que tener un periodista, y qué cualidades valora de un periodista?
R: Valoro muy por encima de la capacidad de trabajo, la capacidad de emprender, de tomar decisiones, la iniciativa. Hay que intentar improvisar, dar algo nuevo al oyente. Valoro mucho esa gente que tiene ideas, que te hacen pensar: «¿Y por qué no se me ha ocurrido a mí?». Cuando me hacen pensar eso, es que estoy hablando bien de la otra persona. Las cualidades que tiene que tener un periodista son las de la paciencia, mucha mano izquierda para saber tratarse según con qué personajes y no tener horarios.