La vida es juego, literatura y sueño

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La profesora Pilar Suárez Pascual en la conferencia La noción de juego en la construcción de lo literario
PALOMA AGUADO CARRO  |  Fotografía: Paloma Aguado

Muchos asientos del Salón de Grados no encuentran una pareja de juego, un amante de la historia o un literato ansioso. No es el mejor momento para los curiosos y las letras. El homo sapiens se ha convertido en homo ludens, en un “hombre que juega” y sólo busca el ocio y el entretenimiento. Muy pocos saben apreciar la belleza y la diversión de la historia de ese juego enzarzado entre el  pasado y el presente. Sin embargo, aquellos fascinados por el arte, la cultura y la ficción, acuden a la Facultad de Filosofía y Letras entusiasmados por descubrir nuevos conocimientos. Comienza esta aventura a través del Ciclo de Conferencias «Juego y Ocio en la Historia»Pilar Suárez Pascual realiza un recorrido por el mundo medieval para conocer más sobre el homo ludens, nosotros, la vida y los sueños.

Papel, boli y los ojos bien abiertos. Los estudiantes y profesionales que acuden a la ponencia sólo necesitan estos tres elementos para sumergirse en los tiempos de la Edad Media de la mano de Pilar. Algunos folios, unas gafas sobre la mesa, un intenso conocimiento y mucha felicidad sirven a la conferenciante de apoyo en esta nueva aventura: “Es un honor y una alegría”, afirma al empezar su intervención. Especialista en literatura francesa medieval y profesora en la Universidad Autónoma de Madrid, Suárez explica a los asistentes el objetivo de su conferencia: conocer como el juego ha cristalizado productos literarios que han contribuido a crear civilizaciones.

El Instituto Universitario de Historia Simancas decide este año impartir el ciclo de conferencias sobre el ocio y el juego en la historia, dos piezas fundamentales en la evolución de las civilizaciones. La profesora empieza preguntándose qué es el juego y de dónde proviene la palabra jugar, que utilizamos en múltiples ocasiones en nuestro día a día. “El término juego es polisémico, tal vez por su papel esencial en la construcción del hombre”, asegura Suárez. Dentro de esta amplia esfera del juego se encuentra la literatura en todas sus vertientes y a la construcción del lenguaje.

“El término juego es polisémico, tal vez por su papel esencial en la construcción del hombre”


En el folio de Pilar Suárez se desliza su dedo índice para indicarle la línea que debe seguir leyendo en la intervención. Muestra a los asistentes la complejidad de la Edad Media, un periodo polifónico que parte de una vida seria y moral, pero que también alcanza un espacio nuevo en el que las normas son subvertidas. El hombre ha necesitado siempre evadirse de todo lo que le perturba, del sufrimiento, de la fragilidad y de la precariedad. En la Edad Media, en la prehistoria y en la actualidad.

Los juegos de azar, poéticos o el ajedrez son actividades de gran relevancia en esta época. Al aire libre, los torneos y la caza expresan la fuerza de los hombres y la belleza y cortesía de las damas. En los juegos de interior toman importancia tanto aquellos en los que la suerte es la aliada, como los que dependen de la inteligencia del jugador.

Del mismo modo, los trovadores inventan su propio juego poético en torno a la noción de un amor platónico. La poesía es uno de los géneros literarios principales en el medievo. Sin embargo, el juego de la iniciación amorosa no solamente se va a presentar en esta vertiente, también lo hará a través del discurso novelesco y del teatro.

El hombre ha necesitado siempre evadirse de todo lo que le perturba, del sufrimiento, de la fragilidad y de la precariedad


Esta literatura no cuenta únicamente con líneas repletas de palabras. Los asistentes levantan la vista de sus apuntes para contemplar en la pantalla del Salón de Grados uno de los primeros cómics de la historia. Las imágenes en miniatura, comienzan a tomar vida en las publicaciones y a través de ellas nos transmiten el amor de un héroe a su amada o las desventuras del personaje protagonista. La ficción de un amor imposible se diluye con la realidad de los infortunios más cotidianos.

La sociedad medieval, a través de los diferentes géneros literarios, alcanza la única vía de transgresión y de ruptura. Lo mismo sucede en nuestros tiempos y ha sucedido a lo largo de la historia. Novelas amorosas, ficciones entusiastas o poesías desgarradoras que siguen vigentes en nuestros días. La vida, al final, es juego, teatro, literatura y es sueño. Y gracias a la historia, podemos redescubrirlo y reinventarnos.