IRIS LEÓN ANTOLÍN | Fotografía: Programa Mentor
Las carreras de humanidades han sufrido un gran descenso en las últimos décadas debido al deficiente número de alumnos dentro de estas, al punto de que varias de ellas ya han desaparecido de las Universidades de toda España. En la Facultad de Filosofía y Letras, la carrera que esta en peligro es Lenguas Modernas, es decir el grado de filología alemana y francesa.
Por eso mismo desde el Programa Mentor (compuesto de alumnos de 2º, 3º y 4º curso) surgió la iniciativa de crear un Escape Room por toda la Facultad para fomentar esta especialidad y darla a conocer entre los alumnos de primer curso y los estudiantes Erasmus, a quienes principalmente iba dirigido el juego.

La actividad consistía que en grupos de no más de 5 personas se hiciera un recorrido por todos los departamentos de los grados, en donde se tendría que realizar una prueba que estuviera relacionada tanto con Lenguas Modernas como con el departamento al que se iba. Debido al gran éxito del evento se realizaron tres turnos: el primero fue a las 10:30 horas, el segundo a las 12:00 horas y el tercero a las 5:30 horas del viernes 18 de octubre.
El recorrido comenzaba en el Hall, donde los dos grupos participantes se reunían con los mentores y se les otorgaba una hoja explicando en que consistía el juego, el recorrido que tendrían que hacer para completar el Escape Room, una pequeña hoja en donde se sellarían las pruebas completadas y por último y más importante si conseguían llegar hasta el final obtendrían un bono de 6€ para gastar en Reprografía .

Los mentores no solo participan junto a los alumnos, también estaban esparcidos por todos los Departamentos, disfrazados o no para brindar una experiencia más auténtica a los participantes. EL relato principal del juego se centraba en que Carlos I de España y V de Alemania enviaba una carta a su tía, Catalina de Aragón. Él le relataba un extraño hallazgo; unos antiguos pergaminos que corroboraban la existencia de un cofre que contenía un ancestral tesoro (los bonos de 6€). Por eso, el Rey buscaba a los mejores rastreadores para la misión.
El primer reto ocurrió en la sección de Estudios Clásicos, en donde tenían que identificar a los dioses griegos y germanos. A su lado se hallaba la siguiente prueba, vincular las piezas de música con los compositores y encontrar el cartel sobre el musical de las mujeres de Enrique VIII. Para luego continuar en la sección de Lenguas Modernas en donde aguardaba un mimo, que tras su espectáculo de gestos condujo a los grupos hasta Filología Inglesa. Un ingenioso bufón relataba con suspicacia la necesidad de un mapa para continuar con la aventura.

Por lo que, la siguiente parada fue el Departamento de Geografía, a cargo de un locuaz comerciante que a cambio del mapa pedía dos maravedis (monedas) o cantar la conocida canción de Dora la exploradora, El Mapa. Tras conseguir el plano de Francia y Alemania, la prueba del bufón consistía en unir un conjunto de personajes de Disney en sus respectivos países de origen.
En la sección de Hispánicas se habló de las grandes aventuras del Mío Cid, mientras que en Historia se intento averiguar los distintos Reyes Otones y en Historia del Arte, un Pintor de la Corte intentaba dibujar a Ana de Cléveris (cuarta esposa de Enrique VIII). Finalmente, en el Departamento de Filosofía se encontraba a Karl Marx con unas frases de sus amigos filósofos y en el de Periodismo se hallaban reporteros que necesitaban encontrar al autor, fecha y nombre de una foto perteneciente a la Guerra Fría. Al completar todos los retos, los grupos debían volver al Hall para buscar un cofre con el gran tesoro que Carlos V buscaba con tanta ansia.
