Enrique Ibáñez Huerta | Fotografías: Pixabay |
Cada día se encuentran discusiones por las redes sociales sobre cómo tiene que comportarse un periodista deportivo. ¿Debe posicionarse o ser neutral? ¿Puede convertirse en hincha? Son eternas las peleas por ver quién ofrece respuestas a estas preguntas. Con motivo del Mundial de fútbol de Rusia, que comenzará el 14 de junio, todos los profesionales de la información han de seguir una serie de consejos si lo que buscan es llevar a cabo una cobertura deportiva correcta:
- No hay que olvidarse de que el periodismo deportivo es también periodismo. No puede olvidarse jamás de la función por la que se ha querido dedicar a esta profesión: informar. Por eso, nunca debe publicar o contar algo que no esté contrastado, confirmado y asegurado, es decir, inventar una noticia, porque se corre el riesgo de que se acabe haciendo el ridículo.
- Nunca ha de convertirse en un hincha. Son muchos los ejemplos de profesionales a los que el fanatismo por su equipo los lleva a transformar la información en una sentencia. En otras palabras, no informa, no comunica, no analiza; su única función es la de criticar, odiar, insultar y mentir. Es vital que un periodista dé un servicio de calidad al público, pero esto es imposible si los colores son más fuertes que la profesión.
«El periodista hincha no informa, sentencia. No analiza, insulta. No comenta, azuza. No razona, solo siente. No critica, odia». –Ricardo Tello Carrión
- Crear y ser atractivo. La información puede ser de las más duras y competitivas de todo el mundo de la profesión, puesto que todos van a contar la misma historia: el estado físico de Cristiano, o si Messi le pasa la pelota a este y no aquel. La obligación del periodista es crear algo distinto, que le diferencie del resto y que los lectores se maten por leerlo. Crear historias que enganchen, pero sin caer en el siguiente punto.
- El rumor no es noticia. Y es que el periodismo deportivo puede llegar a ser desquiciante. A lo largo de una temporada, el número de rumores sobre fichajes, lesiones, enfados, despidos es infinito. Por lo que el profesional tiene que asegurarse de que, si publica una información de cualquier tipo, esta no tenga ningún tipo de interés comercial o sea falsa. Su publicación puede llevarle a convertirse en un periodista sin credibilidad.
- No hay que olvidar nunca que es solo un juego. Debe quedar claro que el deporte solo es un entretenimiento, y no puede afectarle que su equipo pierda o gane, ni que el árbitro le favorezca o perjudique. Tiene que ser profesional y no dejar que sus sentimientos sean los que muevan sus dedos a la hora de escribir.
- En realidad, sí es más que un juego. Si ya se ha leído el punto anterior y se ha interiorizado, hay que olvidarlo. El deporte es más que un juego, y nunca se podrá evitar que a uno le afecte. Pero es aquí donde el periodista tiene que saber qué tipo de sentimientos debe canalizar, y en donde el deporte se convierte en una oportunidad de difundir valores, comportamientos, principios.
- No hay que ilusionar al público para acabar defraudándolo. Ha de dedicarse a informar, pero sin obviar nunca la opinión de los ciudadanos, ya que es esta la que le hará triunfar. No hay que dejar que la información del profesional hunda a los deportistas y este no debe machacarles, pero, sobre todo, no hay que permitir que los periodistas sean jueces y verdugos de un equipo o un jugador. No hay que darle falsas esperanzas, sobre todo, si no se tienen datos que las respalden.
- No es ni arbitro ni entrenador. Nunca deberá juzgar, no podrá dedicarse a opinar si era fuera de juego, pasos o campo atrás. Solo tiene que informar, y dejar que con esa información sean los ciudadanos los que establezcan sus conclusiones y sus veredictos. No se puede olvidar que el público es capaz de crear su propia opinión.
- No ha de olvidar que habla con profesionales del deporte, por lo que debe hacer la pregunta adecuada. Va a hablar con deportistas de élite, que saben cómo tratar con la prensa. Así pues, si a un jugador le preguntan por octava vez si va a renovar y no ha contestado a ninguna de las anteriores, no se recomienda hacer la misma pregunta inútil. Se ha de buscar lo diferente y directo.
- Siempre tiene que recordar lo que es. Nunca debe olvidar su sitio, y, aunque esté rodeado de estrellas deportivas, y sea un famoso periodista y los medios se lo rifen, ha de mantener los pies en el suelo, ya que toda esa fama, como vino, puede irse. En definitiva, se ha de ser humilde y crecer como profesional.
- Informarse antes de abrir la boca. El periodismo en el mundo del deporte no debe alejarse del mundo de la cultura y mucho menos del exterior. No hay que dejar que el deporte se convierta en un pedestal para el resto del mundo. El periodista tiene que informarse, culturizarse y acercar a las personas el deporte en áreas de política, economía, sociedad. En definitiva, no se puede dejar que sea solo deporte, hay que darle un sentido.
- Se debe tener cuidado con lo que se escribe en Twitter. De lo contrario, rápidamente se convertirá en el hazmerreír. No se ha de publicar nada que no sea estrictamente informativo. Se puede ofrecer opinión, pero siempre hay que aceptar las ideas y críticas de los demás, así como discutir con inteligencia y no con el insulto rápido o el bloqueo. Y, sobre todo, ser humilde con los lectores, ya que ellos son los pilares del trabajo del periodista.