LIDIA GUTIÉRREZ MARBÁN | Fotografía: Pixabay
El bullying es un fenómeno que, según Olweus, existe desde la década de los 70 con el inicio de agresiones en los colegios entre niños. Actualmente el bullying se da desde diferentes perspectivas: agresiones psicológicas, verbales o físicas y, con el aumento del uso de redes sociales, el nuevo acoso a través de internet, conocido como ciberbullying.
Hemos podido entrevistar a María Rodríguez Villarejo, psicóloga en Valladolid, quien nos ha contado más sobre el acoso escolar.
El bullying aumenta sus porcentajes cada año, ¿qué factores psicológicos influyen en que los adolescentes sean víctimas de bullying?
La realidad es que el bullying está reciente en las aulas, y ahora con el ciberbullying fuera de las aulas que tenemos que afrontar. Y desde el ámbito psicológico, los factores que se ven afectados por los casos de bullying suelen ser problemas de autoestima, de efectividad… Todos esos factores son el caldo de cultivo para que sean tanto en ocasiones, agresores como víctimas del bullying.
En el área de la Universidad Complutense de Madrid exponen que desde 4 de primaria hasta 4 de secundaria hay un 6,2% de los estudiantes sufren acoso escolar en España, ¿por qué sucede esto en esta edad?
Es cierto que desde 4º de primaria a 4º de la ESO, es un rango muy amplio de edad y entiendo que a partir de 4º de primaria; el grupo de iguales empieza es más propenso que se den esas situaciones de mayores casos de bullying.
El IV Informe de Prevención del Acoso Escolar en Centros Educativos demuestra que en las redes sociales cada vez hay más aumento del acoso escolar: WhatsApp es la red social más utilizada para esto y le sigue TikTok e Instagram, ¿hay señales psicológicas en los adolescentes que los impulsen a realizar bullying por redes sociales?
Por desgracia el anonimato y la falta de identidad es la principal causa. También que ahora mismo los niños tienen acceso mucho antes a las nuevas tecnologías y de las redes una responsabilidad a una educación parental para que no se den estas situaciones, entonces yo creo que además el periodo en el que en clase están unas horas en el colegio hay profesores, hay cierto control; pero fuera de las aulas desaparece ese control y más posibilidades de que se den esas situaciones.
¿Has tenido durante los últimos años mayoría de pacientes que han sufrido bullying o ciberbullying?, ¿han sido más hombres que mujeres?, ¿de qué rango de edad?
Por desgracia sí. A la consulta llegan chicos con situaciones que en un principio no saben, pero muchas veces explorando la evaluación se ve que están sufriendo esta situación. En mi consulta, he atendido a chicos que sufrían bullying -el ciberbullying no ha llegado como tal-. Son principalmente chicas de 3º de la ESO a cursos posteriores, es decir con la adolescencia.
¿Han venido a ti por elección propia o por petición de sus familiares o profesores?
Las dos cosas. En algunos casos sí que han venido por recomendación de sus padres porque ya no sabían cómo ayudarles, esos son los casos en los que son más pequeños; y cuando son un poco más mayores a partir de 16 años, ya son más conscientes y ya piden ayuda ellos con voluntad.
¿Crees que el bullying y ciberbullying pueden reducirse con el tiempo o requieren más intervención psicológica?
El objetivo es llegar a reducir estas situaciones de bullying y ciberbullying, pero sí que creo que es necesario mayor intervención psicológica. Sobre todo, en el aula que es donde se puede realizar la intervención de forma más sencilla; sobre todo en educación emocional, creo que es muy importante gestionar sus emociones, que conozcan sus emociones, que tengan situaciones de tristeza, de frustración… Con pequeñas cosas del día a día que les ayude a ir resolviendo y aprender a afrontarlo.
También creo que es importante enseñar a los niños habilidades de comunicación, en sus casas ya que esas habilidades se aprenden en el día a día; el tener momentos de encuentro con sus padres, o en las familias buscar momentos de compartir, de hablar con sus hijos, de qué ha pasado en el colegio, etc. Y también con el ejemplo: muchas veces los padres están en casa con el móvil todo el día, ya que hablamos mucho; sería ideal llegar a casa dejar el móvil de lado a lo mejor hasta que los niños se acuesten, y que ellos vean con nuestro ejemplo cómo relacionarlos.