JUDITH MALLOL MONTERO | Fotografía: Judith Mallol |
Una horda de asesinatos asola las calles de Valladolid. El presunto asesino, Augusto Ledesma, no parece tener más móvil que el deseo de ser recordado para la posteridad. Son las 20:00 de la tarde, un viernes cualquiera del otoño de 2018, cuando en la calle de Santo Domingo de Guzmán somos testigos de su último crimen.
Con este planteamiento, comienza Memento Mori, el primero de los libros de la trilogía Versos, canciones y trocitos de carne, del escritor César Pérez Gellida. Estrenada en 2013, esta novela negra se sitúa en el Valladolid de 2010. El autor eligió esta localización “por comodidad”, pues siendo vallisoletano, quiso ambientar su primera obra, “en el lugar que mejor conoce de todo el planeta”.
Un salto en el tiempo: es 27 enero, día de un nuevo estreno para la trilogía. Su ruta teatralizada llega a la ciudad. Entre medias, conversaciones, ideas. Marisa Rodríguez, técnica de turismo y empleada de la Oficina de Turismo de Valladolid, cuenta cómo surgió la ruta: “en reacción al potente movimiento del ‘gellidismo’, y en colaboración con el propio autor”. El escritor comenta que «la idea partió del Ayuntamiento. Primero mantuvimos varias reuniones para dar con el enfoque y luego repartimos tareas y responsabilidades. Yo me encargué del guión completo y, sí, me llevó bastante tiempo ajustarlo todo pero viendo el resultado, mereció la pena el esfuerzo.”
Desde aquel día de enero, y hasta hoy, la ruta no ha tenido descanso. En los tres últimos programas estacionales establecidos por la Oficina de Turismo, Memento Mori ha estado presente. Durante el programa de invierno, del 27 de enero hasta el 28 de marzo, la ruta tenía lugar todos los viernes y sábados a las 20:00 de la tarde. Cuando llegó el cambio de estación, se decidió renovar la ruta para el programa de primavera ubicado entre el 6 de abril y el 2 de julio, una vez más, todos los viernes y sábados a las 21:00 de la noche; y la ruta no terminó al comenzar el verano.
Con la llegada del otoño, el programa la vuelve a incluir como una de las principales atracciones: todos los viernes desde el 5 de octubre y hasta el 17 de diciembre, aquel que lo desee puede disfrutar de esta intrigante ruta. Se inicia a las 20:00 de la tarde, y sale del museo Patio Herreriano. A dicha hora, una guía turística reúne a todos los visitantes, entre 35 y 40 personas, según los datos de Marisa Rodríguez, y, tras una breve introducción al mundo gellidista, los conduce a la primera parada de la ruta: la calle Santo Domingo de Guzmán, número 19.
En esa calle, te colocas con la espalda pegada al muro, y te sumerges tú también en el mundo creado por Gellida. Escuchas sus palabras en el ambiente, observas a las personas que pasean por la calle, y entonces una mujer comienza a hablarte. No es la guía, sino Rosario Tejedor, periodista del Norte de Castilla, que te informa de los cruentos crímenes de los que la ciudad está siendo testigo. Entonces pasa un maleducado hombre que, sin miramiento alguno, la empuja. Ese es Augusto Ledesma, el asesino. Y, poco después, aparece un hombre corriendo, el inspector Ramiro Sancho, que intenta atrapar al hombre que graba versos sobre los cuerpos de sus víctimas. Así, se presentan los tres personajes que acompañan a los visitantes durante toda la velada. Katia Gallego, Juan Carlos Llano y Pablo James son los encargados de darles vida. “Los actores pertenecen al elenco de profesionales con los que trabaja el Ayuntamiento. Por tanto, lo decidieron ellos», explica Gellida. Pero confirma que su opinión al respecto es que “acertaron de lleno”. Por su parte, sobre los personajes, dice que “debían ser, lógicamente, los principales de la novela: Sancho y Augusto.”
Durante las dos siguientes horas, todo aquel que hace la ruta se sumerge en la historia a la vez que en el casco histórico de Valladolid. Son cinco los escenarios escogidos para la teatralización, todos ellos en el centro de la ciudad, pero no son los únicos lugares en los que se hacen paradas. Así, de la mano de la guía, los edificios que de día pasan desapercibidos empiezan a contar su Historia. ¿Te habías fijado alguna vez en todos los palacios que hay en la zona de San Pablo? Si la respuesta es “no”, haciendo esta ruta no solo repararás en ellos, sino que también conocerás un poquito de por qué están ahí.

Llegados a este punto, se pueden plantear algunas cuestiones: ¿una novela resumida en cinco escenarios? O ¿cómo han sido seleccionados estos escenarios? Para dar respuesta a la primera de estas preguntas, lo mejor sería recurrir a Marisa Rodríguez, quien expresa que “no es lo mismo una novela que teatralizarla, hay que […] buscar unos personajes centrales, e ir jugando un poco con ciertos espacios utilizados en la novela que son reales, como el lugar del asesinato. También se juega con el espacio del Zero Café, muy vinculado al propio autor, y donde se hace la última escena. Ahí también hay que destacar la colaboración del propietario del Zero Café”. Sin embargo, para conocer el cómo, la mejor respuesta está escrita en palabras de Gellida: “por su peso dramático en la trama o bien por su importancia artística. O la suya de ambas.”
Entre edificios y paseos, el resultado es una ruta en la que todo puede pasar. Es posible que, en un momento concreto, Augusto Ledesma se dirija a ti. E incluso puedes encontrarte a personajes que saben que lo son, que saltan de su ficción para hablar de la realidad y del escritor que los creó, al que se refieren como ‘el Calvo’. Definitivamente, algo que hace un guion diferente y complicado, y sobre lo cual merece la pena dirigirse al autor, quien afirma que, en el momento de elaborar el libreto, no tenía “ningún motivo. Supongo que me pareció conveniente en su día.” Es curioso analizar estos saltos, y llama especialmente la atención uno en el que el inspector Ramiro Sancho critica cómo las novelas, series y películas han creado una falsa visión sobre las investigaciones de homicidios. A la vez que alaga el tratamiento que da Gellida a los casos que relata. Esto lleva a preguntarse al público: ¿Qué es lo que hacen sus novelas diferentes? Ante lo que el escritos responde: “Tuve la suerte (y tengo) de contar con un inspector de homicidios en activo que me ayuda en todo lo que tiene que ver con los procesos de investigación criminal.” Una respuesta que no sorprende una vez vista y experimentada la precisión de sus novelas.

Un formato poco habitual sumado a un guion diferente dan como resultado una receta claramente exitosa. De acuerdo con los datos proporcionados por Marisa Rodríguez, durante la primera edición llegaron a ocasionarse listas de espera, que solo han podido cumplirse gracias a las continuas prórrogas a las que se ha visto sometida la ruta. Pero, yendo más allá de los datos oficiales, los protagonistas, a esos que se mantienen al pie del cañón cada fin de semana para ofrecerle al público una experiencia que recordar, cuentan su visión de la ruta. El Juan Carlos Llano lo confirma, habla de un éxito que trae consigo un aforo completo, no tanto ahora como en enero, pero eso lo achaca a la novedad del momento. Llano, al igual que la técnica de turismo, habla de gente de fuera de Valladolid que viene expresamente a hacer la ruta. Puede que la ruta teatralizada Memento Mori no tenga tanta afluencia como la ruta de El Hereje, pero también hay que reconocer que la segunda juega con una ventaja: al tratar el tema del protestantismo se internacionaliza a otros países centroeuropeos.
Pero, lógicamente, el éxito no llega sin motivo. Y, en este caso, el éxito viene seguido de una fuerte publicidad, no tanta ahora como en el momento del estreno de la ruta, pero potente sin lugar a duda. Desde la Oficina de Turismo declaran que, “aunque ya no es el boom de hace ocho meses”, la gente se sigue apuntando, y de acuerdo con Marisa Rodríguez, a parte del catálogo de rutas estacional, la difusión llega desde la página de Internet y, sobre todo, la publicidad de Gellida a través de las redes sociales. Llano, por su parte, también apunta a la implicación del autor en la difusión de la ruta como principal factor publicitario. Y Gellida lo confirma: “Sí, yo he estado y estoy plenamente involucrado en la promoción de la ruta desde el principio. Se organizó un acto público en el Zero café con la presencia de las autoridades pertinentes, yo mismo y un actor.”
No importa si has leído o no la trilogía: en ningún segundo de estas dos horas vas a sentirte perdido, de ello ya se encargó Gellida al realizar el guion. De acuerdo con sus palabras, las escenas que aparecen en la ruta están escogidas “de la misma forma que decido las escenas que forman parte de una novela. Claro, está dirigida a los lectores y los no lectores y por los meses que lleva en marcha podemos decir que tanto unos como otros la disfrutan en mayor o en menor medida.” Es más, aunque Pablo James sí que conocía la trilogía, la había leído y le gustaba, Juan Carlos Llano no había tocado una página del libro hasta que se le presentó la oportunidad de interpretar al sociópata narcisista Augusto Ledesma.
En definitiva, es una oportunidad que ningún amante del misterio, las novelas, la Historia o, a mayores rasgos, la cultura, debe dejar pasar. Interesante, entretenida, didáctica… es difícil salir descontento de esta experiencia. Una ruta tan especial, que tanto Llanos como James tienen entre sus favoritas de todas aquellas en las que actúan. Según Llanos, es la ruta que más los lleva a la realidad del Valladolid actual, y le da la sensación de interpretar un personaje más realista, aunque no se identifique con Augusto Ledesma en lo más mínimo; y, en opinión de James, está increíblemente bien adaptada desde la novela y disfruta especialmente al interpretarla. Pero ¿qué mejores declaraciones sobre la experiencia que las del autor? César Pérez Gellida, que realizó la ruta, dice estar “encantado con el resultado en todos los sentidos.”
El resultado de esta “colaboración auténtica entre el Ayuntamiento y el autor”, en palabras de Marisa Rodríguez, se podrá disfrutar, durante los próximos meses, todos los viernes hasta el día 17 de diciembre. Para contratar la ruta, es tan fácil como ir a la Oficina de Turismo de la calle Acera Recoletos, cuyo horario es de lunes a sábado, de 9:30 a 14:00 y de 16:00 a 19:00, y el domingo de 9:30 a 15:00. Y pagar el importe de 8 euros de tarifa normal, o 6 euros en tarifa reducida para menores de 14 años o mayores de 65 años. También se puede contratar la ruta desde la página web Civitatis.
Y, para aquellos lectores a los que les haya sabido a poco, que sean gellidistas, o simplemente amantes de la novela negra: el pasado 25 de este mes de octubre de 2018, César Pérez Gellida estrenó libro nuevo, Todo lo mejor, del que dice que “es una novela negra, negrísima con dos componentes principales: espionaje e investigación criminal.”