DANIEL MESONERO GARRIDO | Fotografía: Daniel Mesonero |
Estas navidades, que aún no han empezado, estarán marcadas por muchas polémicas. Una de ellas es el gasto del presupuesto público en la decoración navideña de las ciudades. En la situación actual hay distintas opiniones sobre este tema. Los hay que prefieren que el presupuesto se dedique a la sanidad y los que prefieren que se dedique a decorar la ciudad.
En Valladolid, hay un problema extra: en los últimos días se ha concentrado un excesivo número de personas en algunas calles de la ciudad. Esto ha hecho que salgan comparaciones con el cierre de la hostelería. El alcalde de Valladolid, se defiende y argumenta que la hostelería se ha cerrado por orden de la Junta de Castilla y León.
Óscar Puente asumió que había mucha gente, pero no le parecía alarmante. Sobre las críticas hacia el cierre de la hostelería se defendió acusando a la Junta. También dejó claro que no es comparable el riesgo de contagio en la calle que en un local cerrado. Señaló que no hay que guiarse por imágenes tomadas ‘a pie de calle’ porque ‘no se aprecian las distancias’.
Las críticas hacia la decoración eran sobre el gasto en exceso del presupuesto en ella. Se preguntaban los más escépticos cuál era el motivo de invertir tanto dinero si no se iba a poder disfrutar de las luces. Ahora, las criticas llegan porque hay aglomeraciones en las calles para verlas. Está claro que, para estas cosas, falta coherencia en la sociedad.
La decoración no solo sirve para alegrar a la gente. Todos los comercios de la zona aportan una cuantía económica para la iluminación navideña. También, la mayoría de estos negocios cercanos aumentan sus ingresos en esta época del año.
Según el alcalde, el encendido se ha adelantado para animar antes a las compras y espaciar más el tiempo, a fin de que la gente no se aglomere en las calles. Debido al toque de queda de las 22:00 hay menos horas para disfrutar de las luces. Esto hace que se junte más gente en algunas horas puntuales.
El debate es el siguiente: ¿luces o emergencia sanitaria? Es cierto que la situación no está como para que haya aglomeraciones en la ciudad. También hay que reconocer que estas decoraciones animan a la gente. Los ciudadanos salen a la calle para ver la decoración, a los niños les gusta y dan alegría a la ciudad, que en este momento es muy necesaria.
El dinero dedicado a la decoración navideña podría dedicarse a la situación sanitaria. Valladolid ha registrado más de 280 nuevos casos en los últimos días. Mientras tanto, el ayuntamiento presume de ‘luces‘. El debate queda ahí, es difícil elegir entre alegrar a la población con la decoración navideña, o alegrar a la población con un descenso del número de casos.