AINHOA JIMÉNEZ ARRANZ y JUDITH MALLOL MONTERO  |  Fotografía: Judith Mallol y Ainhoa Jiménez |

Todo buen periodista debe conocer el trabajo de sus compañeros. Pero, en la era de la multimedialidad, ya no sirve con leer lo que hacen otros informadores en los periódicos o quedarse mirando un informativo. Ahora existen múltiples formas de conectarse con el periodismo: a través del periodismo inmersivo, las redes sociales, etc. Sin embargo, centrándonos en el periodismo audiovisual, ¿qué pasa con aquellos formatos que no tienen cabida en las televisiones convencionales? Las plataformas por streaming como Netflix aportan una nueva vía para acceder a contenidos novedosos y que nos sirven para aprender otras formas de hacer periodismo. Pero la mayoría del público todavía no conoce las capacidades que tiene el streaming. Los contenidos son altamente diversos, tanto que, para que un periodista curioso se pueda sumergir en el mundo de la plataforma más reconocida – o, al menos según lo que indican los estudios -, habría que hacer una clasificación y análisis en profundidad.

Por eso, podemos hacer una primera clasificación de algunos de los contenidos más interesantes para que quien quiera introducirse en el periodismo a través de Netflix pueda hacerlo. Ya que, a veces, resulta difícil encontrar los contenidos que se desean debido a que el buscador de la plataforma no es especialmente fácil de manejar. Y, aunque existen códigos que te permiten encontrar películas y series por categoría, no existe uno específico para los periodistas. Sí que hay un código, sin embargo, para acceder a la categoría de documentales, el 6839. Mientras, para los documentales televisivos, Netflix dispone del código 10105.  

En una primera clasificación, podríamos dividir los contenidos más interesantes para el periodismo en películas, un formato que permite a todo tipo de público conectar con el periodismo porque suele reflejarse su faceta más arriesgada y entusiasta, al igual que sucede con las series. También encontramos documentales, donde el usuario puede consultar el trabajo de investigación realizado por sus compañeros de profesión. Además, estos contenidos pueden organizarse de forma más detallada si nos detenemos a analizar su contenido: mientras que podemos encontrar ficciones en las que un periodista se sitúa como protagonista, también hay audiovisuales que narran historias basadas en hechos reales. Este último es el caso de, sobre todo, películas, como la reconocida Loving Pablo (2017), protagonizada por Penélope Cruz y Javier Bardem quienes dan vida a la periodista Virginia Vallejo y Pablo Escobar respectivamente, escenificando la historia de amor que vivieron durante los años 80 y que la periodista narró en su libro Amando a Pablo, odiando a Escobar. Además, el catálogo de la plataforma dispone de películas todavía más famosas como Spotlight (2015), sobre los periodistas del Boston Globe que destaparon los abusos de la iglesia a menores, convirtiéndose en un caso de importancia mundial.

La plataforma de streaming también cuenta con numerosos contenidos documentales, padres de las docuseries, en los que se desarrollan durante, aproximadamente, hora y media, amplios reportajes de temáticas muy variadas como Operación Odessa (2018), en el que se narra cómo tres hombres, todos ellos relacionados con el mundo de la mafia y la droga, consiguen vender un submarino soviético a un traficante colombiano. Todo esto a través de entrevistas con los protagonistas, imágenes reales y recreaciones con actores. Igualmente, es el caso de Nobody Speak: trials of the free press (2017), un documental original de Netflix que desarrolla durante 1 hora y 35 minutos un análisis sobre el papel de la prensa libre en una época de desigualdad. Este tema es tratado desde la perspectiva del juicio entre Hulk Hogan y Gawker Media en el que se generó un conflicto entre los derechos de la privacidad frente a la libertad de prensa y se puso en el punto de mira el poder y la influencia que tiene el dinero para silenciar a los medios. Como este, otros muchos documentales pueden ser considerados de interés para periodistas o futuros periodistas, ya sea por su temática o su tratamiento profesional. Entre ellos, se podrían destacar Hiroshima: BBC History of World War II (2005), en el que se realiza un estudio del primer ataque nuclear de la Historia con diversos recursos como material de archivo y dramatizaciones; o Pásame con Roger Stone (2017), un documental en el que se relata la biografía del asesor político Roger Stone, un miembro de gran importancia en el equipo de Trump.

Además de estos, en Netflix dominan las docuseries, un formato que combina los elementos de un documental pero con hechos explicados a lo largo de varios capítulos en los que se pueden añadir algún elemento de ficción. Así, podemos encontrar docuseries que desarrollan la misma historia en varios capítulos u otras que combinan diversos reportajes periodísticos como es el caso de Internet y el nuevo periodismo (2018). Esta producción, que ya cuenta con tres temporadas, ha tratado temas como la polémica de los patinetes eléctricos, los robots sexuales, la intersexualidad o los influencers. Estos reportajes que oscilan entre los 15 y los 20 minutos de duración tratan temas de actualidad en los que un reportero conduce la investigación a través de entrevistas, datos e intentando ponerse en la piel de quienes viven o consumen aquello sobre lo que trata el episodio. Por ejemplo, en el primer capítulo de la última temporada se habla sobre la polémica de los patinetes eléctricos. Para ello, el reportero entrevista a consumidores, trabajadores para la compañía, personas que se oponen a ellos, contacta con expertos sobre legislación, etc. Además, prueba un patinete él mismo. De esta forma, consigue un reportaje que abarca distintos puntos de vista con un carácter más cercano y que permite a un público no especializado comprender la situación que se vive en Estados Unidos con este nuevo medio de transporte urbano. En pocas palabras (2018) es otro de los ejemplos de este formato que mezcla la división características de las series con el tratamiento de los documentales. En este caso, la docuserie cuenta con 20 episodios de menos de veinte minutos de duración en los que se desarrollan también en forma de reportaje temas muy diversos, desde la música hasta la monogamia, pasando por astrología, la criptomoneda o el orgasmo femenino, entre otros muchos. Además de estos, dentro de las docuseries relacionadas con el periodismo que aparecen en la plataforma de streaming encontramos otras modalidades y temáticas muy diferentes, como Trump, an American Dream (2018) que resume en cuatro episodios de entorno a una hora de duración la trayectoria del actual Presidente de los Estados Unidos, o Dirty Money (2018), una docuserie en la que se analizan diferentes escándalos de corrupción empresarial a lo largo de sus seis capítulos de entre 50 y 75 minutos de duración.

Las series tampoco se quedan atrás, pues siendo Netflix una plataforma orientada principalmente al consumo de series, podemos encontrar contenido de gran calidad que entra dentro de esta categoría. Pero, como sucede con el resto de series, las indicadas para periodistas tienen distintos orígenes. Algunas son puramente ficticias como House of Cards (2013) donde podremos ver como el congresista Francis Underwood intenta llegar a ser Secretario del Estado del nuevo gobierno. Para ello, se convierte en el principal confidente de una periodista Zoe Barnes, pues sabe que los medios de comunicación tienen gran influencia en el mundo de la política. Así, intentará quitarse de en medio a sus adversarios; también es este el caso de la ficción australiana La ciudad secreta (2016), que desarrolla a lo largo de sus dos temporadas la historia de una periodista que se dedica a la investigación de una muerte que puede convertirse en un grave problema para la seguridad internacional. Otras están basadas en hechos reales, como es el caso de American Crime Story (2016). Una producción que muestra el proceso judicial contra O.J. Simpson acusado de doble homicidio que fue, finalmente, declarado inocente. A lo largo de sus 10 capítulos, el espectador puede conocer las distintas perspectivas del juicio y las estrategias que siguieron los abogados durante el proceso.

Estos son tan solo algunos de los múltiples documentos audiovisuales a los que se puede acceder gracias a Netflix. Sin embargo, la plataforma dispone de muchos más contenidos. Algunos de ellos más o menos periodísticos, como es el caso de Salvados (2008), de Jordi Évole. Pero, en su mayoría, producciones que por su formato o por su temática no se consideran periodísticos, pero que tienen un gran valor documental para los propios periodistas. Pues, los informadores deben adentrarse en todos los campos que le sean posibles, ya que nunca saben cuál será su próximo trabajo y deben estar preparados para todo.