JULIA SANCHEZ FERNANDEZ | Fotografia: Julia Sanchez
Con esta cita resumía el deber de todo periodista Óscar Herrero, presentador de los informativos territoriales de Castilla y León de Televisión Española y miembro de la Asociación de Prensa de Valladolid, que se acercó a la facultad de Filosofía y Letras el pasado lunes para presentar a los estudiantes La ventana interior, un libro que nació con la idea de aplicar la inteligencia emocional en el periodismo, algo que no se había hecho hasta ahora.
Pasados unos minutos de las 18:00 de la tarde, la profesora Marta Redondo hacía una pequeña presentación de la trayectoria del periodista a los atentos alumnos de 4º de Periodismo, y aseguraba que la charla que recibirían sería cuanto menos interesante y motivadora y que, en palabras de la docente, abordaría “cosas que no se aprenden en el aula”, una frase que levantó aún más si cabe, el interés de la clase por la exposición. “Así da gusto venir aquí”, se reía Herrero, bolígrafo en mano y camisa remangada en una actitud cercana a los estudiantes.
En su introducción, el periodista habló de las habilidades que se espera que posean los graduados de periodismo una vez que salgan al mercado laboral; conocimientos técnicos sobre la profesión, dominio de los temas de actualidad, una lengua extranjera… Pero, “además de todo lo anterior”, decía “nos diferenciamos del resto a través de las competencias emocionales”. Y es que según Herrero, tanto la actitud como la aptitud son imprescindibles para adquirir la excelencia.
Nos diferenciamos del resto a través de las competencias emocionales
En un modo de hacer entender a los alumnos la importancia de la inteligencia emocional de la que trata su libro, se valió de imágenes vía diapositivas con distintos ejemplos y metáforas con las que, a través del humor, logró crear un clima cómodo y de atención en el aula. “Ese dilema de corazón – cabeza, o cerebro emocional – cerebro racional, es el que hay que aprender a gestionar”.
Herrero trató de explicar las competencias emocionales comparando el cerebro humano con una habitación desordenada. «A veces, cuando vamos a buscar esas emociones, no las encontramos. Están en una parte de nuestro cerebro dividido en distintas capas colocadas como las matrioskas rusas». Entonces dio comienzo la explicación de las 4 partes en las que él dividía lo que llama “la ventana interior”, que son 4 principios dentro de los que se encuentran las 20 competencias emocionales, 5 en cada cuadrante.
El ponente dio una breve explicación de esos principios íntimos, corporativos, sociales y públicos, a la vez que hilaba con agudeza su correspondiente interpretación en el mundo del cine, con algunos fragmentos de las 100 películas incluidas en su libro en las que los periodistas aparecen como protagonistas. Con esta atractiva exposición y alguna que otra anécdota, fue ensalzando sobre todo, la importancia del trabajo en equipo, “hay que buscar el bien propio porque es legítimo, pero no solamente eso, hay que enmarcarlo dentro de un proyecto común”; y de la constancia “solo superando las dificultades podemos aprovechar las oportunidades”.
Solo superando las dificultades podemos aprovechar las oportunidades
Para terminar, Herrero dio paso a las preguntas de los alumnos y aclaró riendo que “esas 20 competencias no las tiene ni la madre Teresa de Calcuta”, sin embargo explicó que se trata de “un camino hacia la perfección” en el que aconseja embarcarse y que cada uno debe adaptarse según sus circunstancias personales. Además alentó a los alumnos de 4º a ser optimistas y a no desanimarse en sus inicios profesionales “La oportunidad termina llegando, pero hay que saber aprovechar esa oportunidad. Sacan la cabeza los que son capaces de hacerlo, y esos tienen muchas de estas”, concluyó señalando a sus 20 competencias, que, a pesar de estar orientadas al campo periodístico, pueden aplicarse a cualquier profesión.