MARINA LAJO TRAPOTE  |  Fotografía: Marina Lajo  |

Las personas con discapacidad son parte de la sociedad y, por ello, hay que evitar hacerlas sentir excluidas. Para ello, se debe usar un lenguaje inclusivo. Como dijo Albert Einstein, ‘es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio’. Hay que seguir luchando día a día, sobre todo a través de los medios de comunicación, para conseguir la inclusión social completa de las personas con discapacidad.

Por eso, es importante tratar a todas las personas con normalidad, porque todas son iguales.

Para evitar la exclusión, hay que tener en cuenta una serie de factores:

  • Sensacionalismo: sobre todo los medios amarillistas son los que utilizan este lenguaje para atraer a más audiencia.

  • Estereotipos: del lado de la discapacidad, así como objeto del paternalismo. Además, mostrar a la discapacidad como algo ligado a la heroicidad.
Como héroes
Tipo paternalista
  • Sesgos: remarcan lo que les hace diferentes en vez de resaltar lo que les hace iguales.
Resaltar las diferencias
  • Despersonalización: la información suele provenir de organizaciones o asociaciones, en vez de poner rostro a estas informaciones mediante testimonio.

Para evitar todas estas situaciones, hay que aprende a usar un lenguaje correcto:

En primer lugar, enfermedad y discapacidad no son sinónimos. En tal caso, se puede usar la palabra enfermedad referida a las mentales, pero no asociar con locura, violencia o cualquier estigma social. Lo adecuado es emplear el término ‘personas con discapacidad’ porque ante todo son personas. Su discapacidad es una característica propia que tienen a mayores, por eso es importante anteponer la palabra persona a discapacitada y no usar solo la palabra discapacitado.

Usar el término en caso de enfermedades mentales, pero evitar fomentar el estigma social.

Además, hay que evitar expresiones que amortigüen la discapacidad:

  • Las personas con discapacidad no son personas con capacidades diferentes, son iguales a cualquier persona de la sociedad.
  • No son personas con diversidad funcional, ya que esa terminología hace referencia a que solo tienen unas determinadas capacidades y que deben ser gestionada de modo que no se produzcan exclusiones o discriminaciones. En definitiva, al usar este término se usa un lenguaje exclusivo.
  • No son personas especiales porque con este término diferenciamos entre personas ‘normales’ y ‘especiales’. Esto genera una brecha de peculiaridades que perjudica a las personas con discapacidad.
  • Por ello, en todos casos se debe usar el término persona con discapacidad sea cual sea.
  • Tampoco hay que usar vocabulario impropio o vejatorio, porque ante todo son personas y no quieren recibir etiquetas. Algunos ejemplos son discapacitado, minusválido, retrasado, incapacitado, tullido, lisiado, impedido y trastornado.

Algunas recomendaciones que pueden ayudar a conseguir un lenguaje inclusivo:

  • ¿Es realmente relevante decir en la noticia que la persona tiene discapacidad o simplemente sirve para dar a la noticia una actitud sensacionalista?
  • Hay que evitar generalizaciones dentro de la discapacidad, ya que existe un amplio abanico de posibilidades.
  • La discapacidad no es algo negativo, evitar este tipo de enfoque.
  • No usar verbos con carga negativa como soportar, padecer, sufrir…
  • Las personas con discapacidad son personas normales, no son personas de otra galaxia.
  • Evitar el término integración y optar mejor por la terminología inclusión.
  • No son personas ‘dependientes’, sino en situación de dependencia. No es lo mismo decir que depende de alguien a que están en situaciones en las que ‘necesitan ayuda’.
  • Nunca hacer humor con temas relacionados con la discapacidad como ‘hacerse el sordo’, ‘hacerse el mudo’, ‘hacerse el autista’…
  • Antes de redactar algo, hay contrastar la información y cuidar el contexto.
  • Es necesario tener mucho cuidado con las imágenes porque pueden ser el verdadero problema de la noticia.

El siguiente vídeo explica cómo tratar a una persona con discapacidad:

Este trata sobre cómo referirse a una persona con discapacidad:

Glosario de soluciones inclusivas con las personas con discapacidad:

Cada uno puede aportar un granito de arena al concienciarse de la importancia de estas pautas y, así, conseguir un lenguaje inclusivo para todos. Sin embargo, es cierto que existen ciertos medios sensacionalistas cuyo público depende de este tipo de lenguaje y expresiones de carácter exclusivo.

Hay que destacar que la sociedad poco a poco ha evolucionado hasta conseguir que la inclusión sea casi completa. Aún así, todavía ocurren casos que perjudican a esta inclusión. Se puede apreciar cómo:

  • La participación de las personas con discapacidad en todos los órdenes de la sociedad es creciente.
  • Los avances médicos y las mejoras tecnológicas prolongan la esperanza de vida, pero, a su vez, el envejecimiento activo ha de encararse con problemas de movilidad y otros similares que entroncan con la discapacidad.
  • Las personas con discapacidad representan un porcentaje elevado  de la sociedad y su aportación contribuye a crear una diversidad enriquecedora.
  • Su contribución no solo tiene que ver con valores, sino con datos económicos.

Históricamente se puede apreciar dicha inclusión. Desde la antigüedad, se les consideraba poseídos por el diablo. Ahora, constituyen una parte esencial de la población y con aportaciones a la sociedad como el resto de ciudadanos. No se puede olvidar que las personas con discapacidad son personas.

La Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE) tiene una guía en internet sobre el lenguaje inclusivo, por si se desea ampliar la información. También está disponible la guía de estilo del Real Patronato sobre Discapacidad.