PAULA GÓMEZ RODRÍGUEZ | Fotografía: Paula Gómez |
El prejuicio es una acción que, por desgracia, tenemos tan interiorizada como el dormir o el comer. Poco a poco, según crecemos y maduramos, la mayoría de nosotros trabajamos en nuestros errores con el fin de erradicarlos. En este caso a la hora de pensar y expresarnos.
La RAE define prejuicio como: opinión previa y tenaz, por lo general desfavorable, acerca de algo que se conoce mal.
«Se conoce mal», aquí la cuestión. La desinformación. En la facultad se enseña que la desinformación es información falsa creada para dañar, ¿dañar a qué? ¿a quién?.
A la Galicia rural, a los pueblos pequeños… o como en el caso de la ‘Galicia profunda’, perjudicar a una de las partes en un acto judicial.
Este comentario de la jueza marbellí María Belén Ureña, la cual ha retirado la custodia de un hijo a su madre por, entre otros motivos, residir en la “Galicia profunda”, refiriéndose a Muros, un pequeño pueblo de la Costa de A Coruña.
Al margen del desacertado comentario, se ha abierto debate sobre si existe o no la “Galicia Profunda” y se ha dado voz a miles de gallegos que denuncian la silenciosa discriminación que sufren por su modo de vida rural.
No sorprende cuando se escucha a un amigo o vecino relacionar a Galicia con conceptos como: cerrados, por vivir en pueblos pequeños como el de esta madre a la que le han quitado la custodia de su hijo, en el cual conviven algo más de trescientas personas; tradicionales, pero no en el buen sentido de la palabra, sino ligándola al término ‘cateto‘, simplemente por el hecho de vivir en un medio rural; O toscos por “no tener esa pluralidad en su día a día”.
Pero estos términos, muy lejos de la realidad, son tan solo falsos tópicos que por desgracia se mantienen aún con el paso de los años en el pensamiento de muchas personas. Eso sí, quien se atreve a decirlo es porque no ha estado nunca en el lugar.
En este caso hablamos de Muros, que no ha parado de estar en boca de los medios estas últimas semanas. Este pequeño pueblo mariñeiro no se caracteriza particularmente por cerrado. A él acuden todos los años cientos de turistas, desde la familia más humilde al político más polémico.
Los vecinos de la localidad se vieron sorprendidos con que una jueza, que nuca ha visitado sus calles, les haya otorgado esta descripción tan peyorativa ante todo el país. Pero de la sorpresa han pasado a la indignación.
Igualmente así lo ha sentido su alcaldesa, Inés Monteagudo, y nos habla de ello:
Periodista- ¿Cuándo sale la noticia, que es lo primero que pensó, primero como muradana y después como alcaldesa?
Monteagudo- Como alcaldesa, y como muradana también, me dejó muy sorprendida. En primer lugar me parece una expresión totalmente desafortunada y me sorprendió que desde Marbella alguien pueda decir que aquí no hay posibilidades de desarrollar una vida plena, y de ser felices. Es una expresión bastante discrecional como para ponerla en un acto judicial.
De la sorpresa pasé a la indignación. Quiero creer que se dijo desde el desconocimiento, por que la expresión es bastante peyorativa y está utilizada de modo despectivo hacia la vida rural. Todos los sitios tienen sus luces y sus sombras, pero si por algo se conoce la vida rural es por la tranquilidad que ofrece, por su entorno social y el apoyo que ofrece a las familias.
P- ¿Existe la ‘Galicia profunda’?
I.M- Si calificas a profunda como un sitio alejado de todo, que es como está calificado en ese acto, respecto a Europa somos la periferia de la periferia… respecto a Marbella estamos al otro lado del país, pero yo, creo que no. Existe la Galicia profunda… profundamente enamorada de su tierra, profundamente alegre, profundamente natural, eso sí existe. Pero en esos términos despectivos claro que no.
P- ¿Cómo cree afectará al sector turístico que se haya etiquetado al pueblo de esta manera?
I.M.-Supongo que despertará curiosidad, que habrá gente que querrá ver que es la Galicia profunda (entre risas). Espero que sirva para que la gente nos visite y nos conozca.
P- ¿Qué tiene el ‘profundo Muros’ que envidiar a la ‘cosmopolita Marbella’?
I.M.- No tiene nada que envidiarle.
De hecho estos días además reflexionaba sobre lo que es Marbella, y casualmente se lo debe a un muradano, porque una de las primeras personas que promocionó Marbella como sitio turístico fue Jose Manuel Otero (fotógrafo muradano asentado en Marbella), y quien inauguró la era de los paparazzi en España.
Marbella supongo que tendrá también sus luces y sus sombras, pero creo que lo que se está comparando es más un estilo de vida que una localización geográfica. Desconozco como es la vida de una persona en Marbella, pero poder trabajar, disfrutar del entorno y vivir con tus hijos, se puede hacer perfectamente aquí.
P- Esta claro que este pensamiento erróneo hacia Galicia está lleno de prejuicios, ignorancia y desconocimiento. ¿Qué pueden hacer desde los pequeños municipios para combatir este tópico?
I.M- Nosotros somos una localidad muy turística, creo que todo el mundo puede comprobar lo bien que se vive aquí. Vienen personas de todas las partes de España. Nosotros por nuestra parte tratamos en dotar de servicios a nuestros vecinos…
Al final tenemos al lado a nuestra capital, Santiago de Compostela, con todos los servicios culturales, académicos y sanitarios que ofrece.
P- ¿ Que añadiría al ‘Ni tan mal’ de Nuñez Feijóo?
I.M.- Pues que creo que ‘ni tan mal’, efectivamente.
Feijóo es un ejemplo de a donde se puede llegar desde un pueblo rural. Él es de una localidad pequeñita de Ourense, más pequeña que Muros y eso no le ha sido un inconveniente para destacar en su campo. Es un ejemplo de a lo que podemos aspirar desde la “Galicia profunda”.
Los vecinos insisten en que “aquí lo único profundo que tenemos es el mar” e invitan a la jueza de Marbella a visitarles para que conozca lo que en realidad es Galicia y en concreto su pueblo. Y no solo a ella, sino a todo aquel que tenga los mismos prejuicios. Porque estos solo nos acercan a la ignorancia y nos alejan de la profunda riqueza que posee Galicia.