JESÚS SANZ DEL CASTILLO  |  Fotografía: Pixabay

La psicología en el deporte de élite es un aspecto fundamental si hablamos de rendimiento y objetivos. La psicología es de por sí, un aspecto fundamental en la vida cotidiana de cualquier persona. Nos encontramos ante una época marcada, desgraciadamente, por las enfermedades mentales de un porcentaje muy alto de la sociedad. Precisamente, el deporte es el mejor escaparate para demostrar la importancia de trabajar la psicología.

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La psicología y el deporte van de la mano

La psicología, se podría decir que, además de ser la ciencia que estudia la mente, es una herramienta fundamental para determinar qué le pasa a cualquier persona cuyo comportamiento sea poco habitual. Tradicionalmente, las personas que necesitaban ayuda psicológica, se encerraban en sí mismos tratando de esconder su problema, sus miedos y sus confesiones. Sin embargo, en la sociedad actual, cada vez hay más personas que se abren en público cuando sienten que no pueden más. La figura del psicólogo es clave hoy en día para determinar el devenir de la persona afectada.

Lo mismo pasa en el deporte. Los resultados de un equipo, el comportamiento de un jugador o la actitud de la afición se pueden estudiar desde el punto de vista de la psicología. En el caso de los jugadores de élite, es fácil dilucidar si la persona está bien o está peor anímcamente. Los futbolistas, por ejemplo, son personas que están expuestos ante las cámaras durante todo el día prácticamente, lo que hace que cualquier gesto de desaprobación o de resignación sea objeto de debate en las tertulias deportivas.

Desde la falta de influencia en el equipo hasta el retiro 

Por desgracia, muchos deportistas acaban perdiendo su nivel y se acaban retirando lentamente del deporte que les ha dado la vida. En España, tenemos una gran variedad de casos, pero el más importante por su actualidad es el de Ricky Rubio. El maravilloso jugador de la NBA y de la Selección Española, decidió tomarse un tiempo por la muerte de su madre. El base ha admitido que lo pasó mal y que aún está tratando de recuperarse de la pérdida de un pilar fundamental en su vida. En el fútbol tenemos casos que levantaron muchas expectativas, pero que la presión del entorno hizo que los sueños se tornaran en pesadillas.

Es el caso del ex jugador del FC Barcelona, Bojan Krkic. El extremo español jugó en el Barcelona junto a Leo Messi, y tanto la prensa como la afición tenían sus ojos puestos en él en cada partido. El peso de Bojan se fue perdiendo con el paso de los partidos y de las suplencias, acabó saliendo del club de su vida para buscarse las habichuelas en Holanda, Italia e Inglaterra, retirándose en Japón a los 33 años. Sin embargo, estamos ante un caso muy reciente y de mucho interés público: Kylian Mbappé. El delantero francés siempre deseó llegar al Real Madrid y triunfar. Sin embargo, las altas expectativas que hay depositadas en él, hacen que el ansia se apodere de él, no dejándolo jugar como sabe.

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Las lesiones y la psicología

Además de provocar malos resultados, un mal psicológico puede causar una lesión deportiva. Son las denominadas «lesiones por estrés», y se provocan cuando un jugador no se recupera bien de un contratiempo físico y no consigue tener las mismas prestaciones que antes de lesionarse. Su nivel se deteriora y es muy difícil que pueda volver a su ser pese a los grandes avances médicos que hay en la cura de deportistas. Esto indica que la psicología es un aspecto fundamental en la vida, y si hablamos de un deportista, estamos hablando de algo vital para su devenir personal.