INÉS MODRÓN LECUE  |  Fotografía: Verde Agua  |

La información sobre medioambiente y sostenibilidad abunda cada vez más en los medios, a la par que es demandada por una mayor parte de la sociedad. En un mundo en el que la crisis climática gana protagonismo, el periodismo debe estar preparado para satisfacer las necesidades informativas de la audiencia. Sin embargo, no parece que sea así. Al menos, esa es la experiencia de Sofía Lana, Luna Fontecha y Andrea Fernández. Las tres, graduadas en la UVa, son las fundadoras de Verde Agua, una consultoría medioambiental vallisoletana.

Con motivo de la pandemia, desarrollaron unas mascarillas biodegradables pioneras, que sirven como remedio a la excesiva cantidad de residuo que generan las mascarillas tradicionales. Comunicar este proyecto a la prensa no fue fácil para ellas, pues se encontraron con profesionales poco preparados en este aspecto, que no consiguieron transmitir su labor correctamente. Con esta explicación comenzaba el webinar ‘Cómo comunicar la sostenibilidad’, este jueves cinco de octubre a las 19 horas, vía Microsoft Teams.

Sofía Lana, como maestra de ceremonias, introducía a los asistentes este reto al que se enfrentan las iniciativas sostenibles a la hora de hacer llegar su trabajo al gran público. Explicaba además que esta falta de preparación, reflejada, por ejemplo, en la confusión con la terminología, repercute negativamente en la profesión periodística. Es por eso que Perspectiva, asociación nacida de Verde Agua, impulsa, de la mano de la Universidad de Valladolid, un curso dirigido a estudiantes y profesionales de la comunicación sobre los aspectos principales a tener en cuenta cuando se informa sobre sostenibilidad.

El Vicerrector de Innovación Docente y Transformación Digital, Alfredo Corell, ha acompañado a Sofía al principio de la sesión. Como inmunólogo, profesor y divulgador conoce de primera mano la dificultad de acercar la información técnica a la población. Ha indicado que la ciencia se encuentra ‘en un cajón’ y es necesario ‘sacarla a la calle’. Por ello, anima a inscribirse en este curso formativo, para cumplir ese objetivo.

Tras la introducción, ha tomado la palabra la primera ponente de la sesión, Jimena Biosca. Forma parte de Mazinn, una consultoría generacional que trabaja con grandes empresas, entre ellas se encuentran medios como El País. Ha aprovechado su intervención para compartir los resultados de uno de sus últimos estudios. En él, han detectado que la generación Z se caracteriza por buscar ‘un desarrollo que vincula lo profesional con lo personal’, por lo que valoran muy positivamente que las empresas defiendan activamente unos valores con los que se sientan representados.

Llama la atención que el 78% asegura no haber recibido ningún tipo de educación formal sobre sostenibilidad, no obstante el 62% apunta que todo lo que saben sobre este tema lo ha aprendido de manera autodidacta a través de las redes sociales. Consideran que ‘el exceso de consumo es tóxico’ y aplauden los proyectos que defienden esta idea, pero exigen ‘coherencia y sinceridad’ y se oponen rotundamente al greenwashing. Jimena concluía que, por ello, la transparencia y el activismo climático en una empresa es fundamental para acercarse a los jóvenes.

Manuel Docavo ha sido el encargado de tomar el relevo. Es cofundador de U4Impact, una plataforma que acerca a universitarios y empresas o asociaciones, para desarrollar proyectos con un impacto positivo en el entorno. Han colaborado con Ecoalf, una marca de moda sostenible, y defienden el papel de los jóvenes en el camino hacia la sostenibilidad. Consideran que actúan como ‘un puente que facilita la transferencia de conocimiento desde las universidades hasta la sociedad’. Sofía Lana ha asegurado que ‘la juventud y la sostenibilidad están completamente correlacionadas’ y ha remarcado la importancia de entender a las nuevas generaciones ‘como un agente clave en la transición ecológica‘.

Cerraba la lista de invitados Koldo Diez, como parte de Abracemos el Mar Menor, una iniciativa que lucha por proteger este paraje natural de la contaminación que sufre. Durante el verano, su protesta ha recibido cierta atención de los medios, aunque Koldo destaca que ‘suele quedarse en una noticia local o de relleno’. Su mirada está puesta en conseguir que se legislen los ‘ecocidios‘, es decir, los daños contra el medioambiente. De esta manera, se podría proteger a lugares como el Mar Menor, que no tienen personalidad jurídica en la actualidad.

Señalaba también la importancia de la difusión que, en su caso, ha conseguido que, de manera espontánea, las playas de diferentes partes del mundo se llenaran de mensajes como ‘SOS Mar Menor‘. En su opinión, las redes sociales y los medios, principalmente la televisión, ‘hacen una labor de educación ambiental y concienciación‘, por lo que es fundamental que se haga con rigor y conocimiento.

Al finalizar las ponencias y la breve ronda de preguntas, Sofía Lana ha agradecido la asistencia, así como el trabajo de todo el equipo y ha animado a seguir el trabajo de Verde Agua y Perspectiva en redes sociales, para estar al tanto de las novedades. Ha recordado también que en breves se lanzará el curso en colaboración con la UVa, que permitirá a los profesionales de la comunicación estar preparados para la demanda que empieza a surgir y cubrir las necesidades de la sociedad. El objetivo es ‘conseguir, con esfuerzo, que la sociedad avance y creemos esfuerzo en positivo‘, ha añadido.