DIEGO PÉREZ DELGADO | Fotografía: Inés Modrón Lecue |
Hoy en Informa Uva entrevistamos a Inés Modrón Lecue , ex alumna de periodismo en la Universidad de Valladolid.
¿En qué año empezaste la carrera?
Entre en Periodismo en el 2018/2019, así que al menos pude vivir un curso y medio prepandémico.
¿Por qué periodismo?
Siempre he tenido claro que me gustaba mucho comunicar, aunque no sabía de qué manera. De niña quería ser profesora de lengua o de algún idioma. Después, me empezó a interesar la fotografía y el vídeo, así que comencé a plantearme Comunicación Audiovisual. Con 16 años, me involucré en temas sociales, me indignaba mucho lo que consideraba injusto. Fue ahí cuando me di cuenta de que lo que podía aunar todo era Periodismo. Combinaba la comunicación con lo audiovisual y con el trabajo de representar la realidad para generar un cambio.
¿Han ido cambiando tus gustos durante la carrera?
Cuando entré, tenía muy claro que quería hacer un periodismo muy social y político. Siempre que podía, hablaba sobre feminismo y derechos humanos. Era lo que más me motivaba. Pero, durante la pandemia, algo me hizo clic. Empecé a preocuparme mucho por la crisis climática y me centré en ese tema a partir de ese momento. Por supuesto, tiene también un componente social importantísimo y no he abandonado los otros asuntos, pero me gustaría enfocarme en el periodismo ambiental o climático. Eso es algo que no me hubiera imaginado cuando entré.
¿En qué medio te sientes más cómodo trabajando?
Soy una persona bastante tímida, me cuesta disfrutar de estar delante de las cámaras o los micrófonos. Por eso, la prensa escrita siempre ha sido un lugar seguro para mí. Pero, como ya decía, me encanta lo audiovisual, así que, si puedo vivirlo desde el lado más técnico, me lo paso genial. Aun así, con la ayuda de Nereida y de mis compañeras, he ganado un poco de confianza con el tiempo y he aprendido a sentirme algo más cómoda ante un micrófono. Me hace mucha ilusión, porque la radio es mi debilidad.
¿Cuándo empezaste la carrera te imaginabas donde estás ahora?
Hace solo unos meses que me gradué, así que apenas he empezado a andar. Sin embargo, creo que nunca me hubiera imaginado lo que he vivido en estos años. Gracias a las prácticas, pude irme a la Cumbre del Clima de Glasgow; Nebula, el proyecto que creé para mi TFG, me ha abierto muchas puertas y me ha permitido conocer a referentes; y, sobre todo, cada día creo más en lo que hago y estoy más convencida de ser periodista.
¿Cuál crees que ha sido tu clave durante la carrera?
Es muy difícil elegir. Diría que dos momentos fundamentales tuvieron lugar ambos en segundo. Fue cuando me apasioné por la radio y cuando descubrí mi interés por el periodismo climático. Pero, no puedo olvidarme de muchas otras cosas de la carrera, como pasar por todos los cargos posibles dentro de Inform@UVa, que me ha dado una base y una confianza importantísima. Y suena a tópico, pero si tengo que elegir una clave, probablemente sea la gente. He tenido profesoras increíbles, a las que estaré agradecidísima siempre, y una clase que no cambiaría por nada. Ya nos lo dijeron en primero, un periodista no es nadie sin contactos y a mi la carrera me ha dado mucho eso.
¿Por qué elegiste hacer el máster?
No fue sencillo decantarme por un máster. Me planteé muchas opciones, pero al final me matriculé en el Máster de Cooperación Internacional para el Desarrollo de la UVa. Es curioso, porque mi propósito con estos estudios es bastante distinto al de mis compañeros. Yo no pretendo ser cooperante, pero siento que esta formación me aporta unos conocimientos sobre economía, política, relaciones internacionales, crisis climática, temas sociales… Me permite tener una especie de radiografía del mundo. Creo que eso me puede hacer mejor periodista. De todas formas, mi intención el año que viene es hacer otro máster, pero esta vez más relacionado con la comunicación, para terminar mi etapa universitaria.
Ahora como visión de exalumno de la UVa, ¿crees que la carrera estaba bien enfocada hacia tu futuro?
No quiero parecer pelota, pero creo que Periodismo está bastante bien enfocado. Me parece que es una carrera que te permite exprimirla mucho, todo depende de cuanto te impliques. Puedes pasar por las asignaturas y hacer trabajos para aprobar o tomártelo como si ya fueras periodista y aprovecharlo. Mis amigas y yo siempre hemos intentado sentirnos muy orgullosas de lo que hacíamos y algunos de esos trabajos nos han abierto puertas.
¿Qué cambiarías?
Es cierto que reduciría el peso de las asignaturas más relacionadas con la historia, que hay en casi todos los cursos, a favor de más horas prácticas de Radio o Televisión. También se debería trabajar mucho más sobre crisis climática, esa es una de las grandes carencias. Como periodistas, tenemos que saber comunicar un tema tan complejo como ese. No es una cuestión sobre la que se salga bien formado de la carrera y así se explica que el tratamiento en los medios sea tan deficiente.
¿De qué te arrepientes de la carrera?
Las espinitas que tengo de la carrera tienen más que ver con lo que perdimos por la pandemia, que por arrepentirme. Por ejemplo, casi no pudimos disfrutar de la asignatura de Televisión. Aunque la profesora consiguió adaptarla al formato online lo máximo posible, no es lo mismo. Igual que la pérdida de cercanía con los compañeros.
¿Cuál fue tu mejor decisión durante tus estudios?
Sin duda, seguir con Señoras Z (el podcast que empecé con mis amigas en segundo) después de haber terminado la asignatura de Radio. Es de las cosas de la carrera que más feliz me ha hecho, junto con Nebula, la revista que hice para el TFG y que planeo que sea un proyecto a largo plazo. En un sentido más amplio, creo que decidir aprovechar cada oportunidad que viese también ha sido muy positivo.
¿Y tu peor decisión?
Lo de aprovechar las oportunidades tiene su cara B. A veces he estado involucrada en tantas cosas, que me ha costado disfrutar de ellas, por estar tan estresada.
¿Qué consejo le darías a los actuales estudiantes?
Que utilicen los años de carrera para explorar todo lo que tiene que ofrecer el periodismo. Es ahora cuando puedes probar distintos temas, descubrir lo que te interesa, aprender de los errores… Seguro que hay historias cerca de ti que nadie ha contado, atrévete a hacerlo. Y, sobre todo, muévete. Pierde la vergüenza. Es el momento de empezar a hacer contactos y echarle un poco de morro. Haz lo posible para sentirte orgulloso de los trabajos que entregues. Te va a hacer mejor profesional, pero lo más importante es que te va a permitir disfrutar mucho más de la carrera.
¿Hacia dónde crees que va el periodismo?
Creo que aún me falta mucha experiencia para poder responder a esta pregunta. Además, tengo sentimientos encontrados. Por un lado, la precariedad y el imperio de la inmediatez me hacen ver un periodismo enfermo. Pero, también encuentro motivos para ser optimista. Hay proyectos periodísticos que merecen mucho la pena, que exploran nuevas narrativas, nuevos temas, nuevas herramientas… Hay mucho talento. Ojalá consigamos que la figura del periodista recupere prestigio y dignidad laboral. Así, además de talento habrá ilusión y medios.
¿Y tu futuro?
Me encantaría poder sacar adelante Nebula, como proyecto periodístico consolidado. Creo que un medio que aborde la sostenibilidad desde el ámbito local, pero con una perspectiva global puede tener un impacto positivo en el entorno. Me haría muy feliz dedicarme a ello. Soy consciente de que es muy complicado, pero al menos intentaré mantener ese enfoque en todo lo que haga, independientemente de si es en una redacción generalista o en mi propia revista. En realidad, siento que con tal de poder vivir del periodismo ya estaría más que satisfecha. Sé que a día de hoy no es fácil, pero solo hace unos meses que salí de la carrera, no voy a ser pesimista aún.
Para concluir, ¿Cuál es tu filosofía de vida relacionada con el periodismo?
Siempre tengo en mente que detrás de cualquier persona, espacio o situación hay una historia. El periodismo me ha enseñado que lo que se ve a simple vista es solo la primera capa, pero, cuando la consigues traspasar, encuentras respuestas a preguntas que ni siquiera te habías hecho. Por supuesto, eso sirve para encontrar puntos de partida de grandes piezas periodísticas, pero no se queda ahí. Escuchar, empatizar y profundizar en lo que está escondido te hace ser consciente de lo que te rodea y creo que te conecta mucho con lo que de verdad es importante, independientemente de si sirve para un reportaje o no.