JAVIER GARCÍA GARCÍA  |  Fotografía: Marina Lajo |

El Gobierno de España, dada la emergencia sanitaria causada por la pandemia, aprobó la regulación que determina que cualquier empresa puede dar luz verde al teletrabajo. Sin embargo, con la ‘vuelta a la normalidad’ muchos trabajadores comienzan su reincorporación gradual a los puestos de trabajo. A pesar de ello, en algunos sectores como en el periodismo, hay serias dificultades para que esto se lleve a cabo.

El teletrabajo se lleva a cabo a través de medios informáticos o telemáticos. Este cambio, que fuerza a trabajar desde casa, ha generado dificultades a los periodistas de los medios de comunicación. Durante la crisis del COVID-19, el sector se ha erguido como un protagonista esencial para la información. Por ello, el gobierno ha de tomar las medidas necesarias para garantizar que no se cierren las redacciones, ya que constituyen un pilar fundamental para la sociedad.

Al mismo tiempo, el teletrabajo también tiene aspectos positivos. En primer lugar, el periodista ahorra tiempo de desplazamiento hasta el lugar de trabajo. Además, de una mayor flexibilidad de horario. Por último, mantener a los empleados seguros. Pesa a ello, las desventajas son más preocupantes. Trabajar desde casa puede crear sensación de ansiedad y de aislamiento, llegando a afectar a la propia salud mental. Además, cerrar las redacciones físicas perjudicaría a realizar una buena labor de calidad.

En una redacción el ambiente es totalmente distinto, una atmósfera que lleva al periodista a adquirir un dinamismo que le hará desempeñar su trabajo con optimismo y fuerza. En otras palabras, la verdadera esencia del periodismo. Como consecuencia, los trabajadores están expresando su malestar y preocupación, porque no todos tienen la misma capacidad adquisitiva y tienen que trabajar en condiciones pésimas.

Fotografía: Pixabay

Las empresas defienden que la calidad informativa se mantiene, y que gracias al teletrabajo podrán ahorrar grandes costes de arrendamiento de oficinas. Es evidente, que si la medida corresponde a temas económicos y a la supervivencia del medio, no hay debate. No obstante, hay un grave problema si la intención es adoptar una nueva forma de entender el periodismo.

Las redacciones son la piedra que sostiene al periodismo. Es fundamental, que la gente sepa que los periodistas están ahí para informarles; en las calles, en sus barrios, en sus comunidades. Asimismo, es de suma importancia que los periodistas estén en un espacio donde puedan compartir informaciones, puntos de vista, cubrir noticias. En definitiva, las redacciones deben evitar ser cerradas o sustituidas por teletrabajo.