Crimen pasional o amor fatal. ¿Quién no ha escuchado o leído nunca este tratamiento refiriéndose al concepto de violencia de género? Estas son solo dos formas que, erróneamente, los medios de comunicación emplean para denominar la violencia de género, según la profesora de Periodismo Especializado Carmen Herrero Aguado.
El cuarto taller de las Jornadas de Periodismo Social ha abordado el tratamiento de la violencia de género por los medios de comunicación, con sus luces y sus sombras, y ha dejado en evidencia cómo algunos de ellos sufren un claro retroceso a la hora de hacer público el tema. Retroceso a golpe de “crimen pasional” en lugar de violencia de género.
“El empleo de familiares de las partes como fuentes fidedignas, de excusas como que el agresor padece locura… si padeciese locura, no solo hubiese matado a su mujer sino que también a su vecino. Hacer públicos detalles morbosos también es innecesario en cuanto a su contenido informativo”. Diferentes fórmulas de tratamiento de la información que Carmen Herrero ha definido como incorrectas a los asistentes al taller mediante su ejemplificación en informaciones reales y recientes.
Pero no solo esto hace que la mujer y la violencia que se ejerce sobre ella esté estereotipada. Los medios de comunicación, también se han encargado de que “ la figura de la mujer en política no reciba el mismo tratamiento que un hombre, que la delgadez sea un valor en las revistas femeninas y que, incluso, se diferencie entre un tipo de publicación para mujeres y otras, relacionadas con motos y deportes, para hombres”.
Emplear el lenguaje con propiedad, no incluir el tema dentro de sucesos, evitar los rumores así como la saturación informativa parecen ser las claves para mejorar su tratamiento. Esto y “siempre hacer estos casos públicos, porque no produce un efecto llamada como dijo Maria Teresa Fernández de la Vega».
Texto: Lucía G. Carretero (@lgcarretero).