ALBERTO DOMINGO SÁEZ   |  Fotografía: Erick Martín  |

Son varias las noticias que han destacado durante las últimas semanas sobre el interés del multimillonario Elon Musk sobre la compra de la compañía estadounidense Twitter a raíz de las acciones que tiene en la empresa. Son un total del 9% de acciones, siendo el máximo mandatario.

El pasado 14 de abril lanzaba una OPA por la compra total de la compañía, una oferta que ronda los 40.000 millones de euros. El mandatario ha ofrecido pagar 54.2 euros por acción. Supone una subida de la prima del 38% comparado al día anterior a la que decidió invertir en la empresa. A su vez, ha querido meter presión, ya que si no se acepta presionará e intentará crear inestabilidad entre los accionistas, como salirse fuera de la junta directiva.

Ante este hecho, cabe preguntarse por qué Elon Musk quiere tener el control de una red social tan importante en el mundo. La globalización ha permitido que todo el mundo este interconectado y se pueda conocer al instante y al detalle todo tipo de eventos deportivos, sucesos o noticias impactantes.

Si Twitter destaca por algo, es por la forma básica en la que cualquier usuario puede compartir su opinión al respecto de cualquier tipo de tema. A su vez, puedes recibir noticias al instante o comentarios sobre un tema determinado.

‘Creo que es muy importante que haya un espacio inclusivo para la libertad de expresión’. ‘Twitter se ha convertido en una especie de plaza pública de facto, por lo que es muy importante que las personas tengan la realidad y la percepción de que pueden hablar libremente, dentro de los límites de la ley’.

Son palabras recogidas en una charla de Ted Talks. Esta visión de la libertad de expresión se corresponde con el hecho de que grandes personajes del mundo como Donald Trump con millones de seguidores en esta red social, haya sido bloqueado de forma abrupta. Si Musk lleva a cabo esta inversión buscará una libertad que jamás se podrá lograr. Esto se debe a que cualquiera puede opinar libremente y son varias las ocasiones en las que los usuarios llenan un perfil de comentarios hirientes o sarcásticos que pueden ser ofensivos.

Si Musk consigue tener todo el control podrá lograr esa libertad de la que según el mandatario no goza la red social. Twitter durante el año pasado ha conseguido 5.000 millones en ingresos, mientras que este año han conseguido superar esa cifra con 2.500 millones más de ganancias.

Esta libertad de la que gozan aplicaciones como Mastodon serán los prototipos para esta nueva reconstrucción de una red social que ha conseguido posicionarse como una de las más utilizadas. Esa libertad total puede ser contraproducente, ya que permite a cualquiera opinar de forma abierta sin tener ningún tipo de restricciones.

Este derecho de libertad de expresión permite a todos opinar sobre cualquier tema. Si Musk busca más pluralidad en el ámbito de la comunicación, tendrá un problema con los usuarios que tienen el fin de faltar al respeto a otros usuarios. La propuesta de compra total de Twitter sigue encima de la mesa, la junta directiva tendrá unos meses para decidir si finalmente aceptan la oferta del multimillonario.