HELENA MASEDO GARZÓN  |  Fotografía: Pixabay

La representación de los jóvenes en los medios de comunicación contemporáneos revela una compleja red de estereotipos, aspiraciones y contradicciones que define gran parte del imaginario colectivo actual. Entre las páginas de la literatura juvenil y las pantallas de las principales plataformas de streaming, se construyen identidades ficticias que, lejos de ser mero entretenimiento, configuran modelos de referencia para una generación en busca de su propia definición.

Esta influencia mediática no opera en el vacío, sino que dialoga constantemente con las realidades sociales, musicales y culturales que rodean a los adolescentes de hoy.

LITERATURA

Por ejemplo, la nueva literatura, y en concreto la juvenil, presenta a los jóvenes siguiendo patrones de idealización. Con frecuencia, atienden a los femeninos. Así, los protagonistas masculinos suelen proyectar dos tipos de imagen principales:

  • El chico malo, con actitudes posesivas y tendencias ególatras, a menudo de trasfondo vulnerable y supuestos delictivos o dependientes.
  • El chico golden retriever, un término de origen reciente que hace referencia a los jóvenes de personalidad afectiva, entusiasta y protectora.

El sector femenino, por otro lado, suele presentar rasgos de debilidad asociados a traumas pasados e inexperiencia sentimental, aunque otro de los estereotipos extendidos equivale a la femme fatale clásica. Este es conocido como grumpy x sunshine (gruñón x soleado); una dinámica frecuente en novela romántica que representa cómo el acercamiento se produce a través de conductas dispares.

Estos idearios, sin embargo, tropiezan con la perspectiva de las multinacionales fílmicas.

SERIES, PELÍCULAS Y CINE

Producciones de Netflix, HBO o Amazon Prime muestran inclinación por protagonistas rebeldes y experimentales, todos ellos en busca de una identidad propia y motivación vital. Además, estas cintas ponen en relieve arquetipos clásicos como el nerd americano, el chico o chica popular, los deportistas y los marginados.

Los jóvenes tienden a identificarse con alguno de ellos. Sin embargo, y gracias a una recopilación de datos exhaustiva, la Revista Injuve reconoció también que la mayoría del sector rechaza la aparición de al menos un personaje en cada filmación. Esto se debe a la disparidad entre la exposición real y ficticia de los jóvenes contemporáneos.

MÚSICA

A tal efecto, las producciones exhiben este desprecio mediante la interactuación con la música. Esta herramienta cuenta con fines terapéuticos y sirve de refugio para la mayoría de los adolescentes.

Pero la música también expone una nueva realidad juvenil. La mayoría de ellos presenta inclinación por el género urbano, que está ligado al consumo de estupefacientes y alcohol y fomenta las actividades relacionadas con el ocio nocturno.

Esta perspectiva está directamente vinculada con la representación de las grandes producciones y el enfoque de los libros. Así, la sexualidad, junto a la esfera nocturna y las relaciones interpersonales, exponen actos identitarios y rebeldía que, paradójicamente, muestran la libertad de los más jóvenes.