ALEXANDRA RODRÍGUEZ IBARRA Y ALICIA GARCÍA RECIO
Fotografías: Alba Camazón
“Las mujeres no se mueren, son asesinadas” declaró Jorge Francés, presidente de la Asociación de la Prensa de Valladolid, en su discurso en el vestíbulo de la Facultad de Filosofía y Letras. En él demandó, ante una multitud expectante, “la lucha desde el propio periodismo” contra la violencia de género a través de una actitud de tolerancia cero, además de un especial cuidado en el tratamiento de estas informaciones.
La Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Valladolid se convirtió el pasado miércoles 25, Día Internacional contra la Violencia de Género, en la sede del periodismo comprometido contra este tipo de delincuencia, con la colaboración de la Asociación de la Prensa de Valladolid (APV) y de la revista digital InformaUVa. Los pasillos se vieron ajetreados por profesionales de la información y la comunicación, además de los habituales profesores y alumnos. En total, más de 500 personas acudieron al vestíbulo para firmar el manifiesto que los une en el objetivo de formar una conciencia social que ayude a desterrar la lacra de la violencia de género.
Dunia Etura, profesora de periodismo en la Facultad, hablaba sobre la importancia del conocimiento y de una formación especializada que lleve a los periodistas a redactar noticias adecuadas.
#MasCompromiso25N
Con el ‘hashtag’ #MasCompromiso25N se divulgó esta iniciativa, respaldada por el documento que recoge las principales recomendaciones para el buen tratamiento de las informaciones sobre violencia de género. “El objetivo es llamar la atención”, dijo Jorge Francés reclamando la colaboración entre los profesionales del sector. “Las iniciativas son sencillas, tampoco pedimos nada del otro mundo, pero hay que tenerlo muy presente para evitar la violencia de género”, justificó. El objetivo de este manifiesto es concienciar tanto a medios como a ciudadanos.
El tratamiento informativo es fundamental para luchar contra este problema social. La evidencia de noticias con datos y enfoques mal planteados o mensajes contrarios que recorren los periódicos cada día es una constante. Sin embargo, parece que poco a poco se está cambiando esta tendencia: “En los medios se han dado pasos muy importantes que nacen de periodistas individuales”, defiende Dunia Etura.
En los casos de violencia de género, se discute sobre el posible efecto llamada que estos pueden acarrear. Dunia Etura recomienda “no evitar estas noticias, solo hay que cuidar el tratamiento”. Uno de los errores típicos es enfocar la noticia a la víctima, desarrollando perfiles, cuando en realidad “en quien hay que centrarse es en el asesino”.
¿Qué pasa con los jóvenes?
Los jóvenes no perciben la trascendencia de la violencia de género. Está normalizada en sus vidas y no hay más que presentar atención a los chistes y bromas que recrean continuamente. “En los jóvenes hay poca conciencia de que este es un tema serio”, declaró Etura.
La vicepresidenta de la APV, Carmen Domínguez, también se manifestó a este respecto: “Que algo está fallando en el tratamiento y el enfoque social de esta lacra es evidente”. La educación, la formación o la base familiar son algunos de los lugares en los que podemos encontrar la raíz del problema, o una de ellas. Ante situaciones tan graves como esta -que no solo no mejora, sino que empeora-, hay que plantease qué es lo que no funciona. Domínguez señalaba al núcleo doméstico como uno de los ámbitos en los que hay que poner el foco: “Seguramente el problema venga desde el inicio, desde la familia, desde esa primera educación que recibimos en casa y que luego seguimos proyectando en nuestras relaciones entre compañeros o amigos”.
Sobre la implicación de los jóvenes en iniciativas basadas en la concienciación y la lucha contra la violencia de género, Milagros Alario Trigueros, decana de la Facultad de Filosofía y Letras, manifestó la importancia del apoyo de chicos y chicas: “Tenemos buena asistencia en este tipo de actividades, pero buscamos colaboradores jóvenes”.
Esta violencia afecta a toda la sociedad en su conjunto y debe erradicarse desde el periodismo, que actuará como herramienta para evitar la transmisión de prejuicios, estereotipos e ideas distorsionadas que pueden ser un obstáculo en la lucha contra la violencia de género. En el manifiesto de esta convocatoria, se remiten recomendaciones como evitar un tratamiento sensacionalista de la información, la importancia de centrarse en el asesino o maltratador y no en establecer un perfil de la víctima, además de añadir datos útiles como el teléfono gratuito de atención de atención a personas maltratadas, 016.