DANIEL CABALLERO DE PAZ
El viernes 8 de marzo, coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer, se hacía pública la muerte de Akira Toriyama, creador de Dragon Ball. Al parecer, el mangaka había fallecido el viernes 1 de marzo a causa de un hematoma subdural; la familia no lo hizo público hasta una semana después. Ha sido una noticia devastadora para los seguidores de la serie. Todo un golpe, también, para la industria japonesa del manga (cómic) y el anime (animación) que tantos ingresos genera en la actualidad. No solo en Japón, sino en el mundo entero.
Por su importancia, creo que es merecido realizar un repaso por la trayectoria del dibujante, su influencia, y la experiencia que se puede extraer de su obra. Muchos son los que se han rendido al estilo del autor, reconocido hoy en día como uno de los más potentes, influyentes y originales de la industria del dibujo japonés.
Trayectoria profesional de Akira Toriyama
Akira Toriyama nace en Nagoya (Japón), el 5 de abril de 1951. Se interesó desde pequeño por la obra de Osamu Tezuka, padre del género Shönen (manga para jóvenes protagonizado por personajes masculinos). Walt Disney (101 Dálmatas), también marcaría en gran medida su futuro como creador de comic japonés. Siguiendo la tendencia de la época, comenzó a dibujar versiones de manga de sus compañeros de clase. Destacó muy pronto. No obstante, no se sumergió en la industria hasta mucho después, cuando, después de un infortunado periodo en una empresa de publicidad, firmó un contrato con Shueisha.
Para los que no lo sepan, Shueisha es la editorial más grande de Japón: publica revistas mensuales y semanales de manga dirigidos a diferentes sectores, novelas y diarios. En Japón, desde finales de los años setenta, se hizo muy popular la difusión de revistas de manga, el principal medio de dispersión para jóvenes y adultos por igual. Los manga son historias de mayor o menor extensión (unas 25-60 páginas, en función del carácter periódico de la revista) en formato de viñetas y dibujos.
Así, Toriyama se dio a conocer con la publicación de diferentes obras, que se destacaron pronto por su estilo desenfadado, divertido, ligero y lleno de gags. Su enorme calidad, originalidad y frescura lo convirtieron en uno de los mangakas más destacados de la revista Weekly Shounen Jump, de tirada semanal. Su primera obra, una serie de historietas titulada «Awawa World» (1977), fue muy bien recibida por el público. A ella lo siguieron una serie de historietas cortas y humorísticas recogidas en la serie «Teatro Manga», que abarca las obras que publicó desde finales de los setenta. Poco después, vería la luz la serie «Dr. Slump» (1981)
«Dr. Slump» es una serie que recoge las aventuras del inventor Sembei Norimaki y su creación, la androide Arale Norimaki. Con un formidable sentido del humor, un estilo redondeado, gracioso, simple en los detalles, atrajo la atención de los niños y niñas japoneses, que compraban semana tras semana la siguiente entrega para continuar leyendo las hazañas de Arale en Villa Pingüino. Sin miedo al fracaso, Toriyama metió todo tipo de chistes, desde cacas rosas hasta inventos tan cómicos como unas gafas para ver a través de la ropa, al más puro estilo de «Doraemon», pero con un humor más atrevido.
Unos meses después, «Dr. Slump» ya contaba con su propio anime,. Supone esto todo un logro en el caso de la industria del manga, (el propio Takeshi Obata -autor de Death Note- reconoció en «Bakuman» la dificultad y el tiempo que llevaría a los dibujantes de la revista conseguir su propia adaptación al anime). Fue esto lo que le granjeó por primera vez la genialidad que hoy en día se le atribuye a Toriyama.
Finalizado «Dr. Slump», Akira puso en marcha un nuevo proyecto, el más ambicioso de todos: «Dragon Ball». Con esta serie, el mangaka se consagró completamente, y pasaría a ocupar el cénit de los padres del manga contemporáneo, junto a Oda y Kishimoto (a quienes también influyó el propio Toriyama).
El fenómeno Dragon Ball en Japón
«Dragon Ball» apareció por primera vez en la revista Shounen Weekly en 1985. Previamente, Toriyama ya había triunfado con la refrescante comedia «Dr. Slump». Daban comienzo así las andanzas del pequeño Son Goku, un saiyan venido del espacio, y la joven Bulma. Su objetivo: encontrar las Bolas de Dragón (Dragon Balls), que invocan al dragón que cumplirá cualquier deseo de quien las encuentre. La serie comenzó como una comedia de aventuras, y poco a poco fue tornando en un manga de acción y batallas.
La serie, que hoy en día es la más conocida y el mayor hito de Toriyama, destacó por su capacidad para enganchar a un público de niños, adolescentes y jóvenes desde el principio. Con una creatividad sorprendente, Toriyama desplegó todo un mundo donde los humanos y los animales antropomorfos (como el cerdito Ulong) conviven en una sociedad donde los coches y motos futuristas se mezclan con los dinosaurios. Además, Toriyama fue capaz de mudar Dragon Ball en una versión cada vez mejor de sí misma. Como Goku, fue autosuperándose, hasta alcanzar la calidad que se le reconoce en sus últimos capítulos.
La serie se extendió durante 519 entregas, con múltiples arcos de acción, que culminaron con la saga de Majin Buu, un monstruo cósmico revivido por un malvado mago. Permitió a los jóvenes de entonces ver crecer a Goku, desde un niño cabezón y campechano, hasta convertirse en el formidable (y aún campechano) guerrero que salvaría la tierra en diversas ocasiones. Anote aparte es la tendencia de Toriyama a redimir a los villanos: fueron muchos los antagonistas que se rindieron a Goku convirtiéndose en sus aliados. Así ocurrió con Krilín, Piccolo, Ten Shin Han o Vegeta.
«Dragon Ball» contaría también con su propia adaptación a serie de animación, que se emitiría entre abril de 1986 y enero de 1996 bajo los nombres «Dragon Ball» y «Dragon Ball Z». También se produjeron múltiples películas y episodios extraordinarios como la serie «Dragon Ball GT» (Grand Tour), emitida entre febrero de 1996 y noviembre de 1997.
Hasta hoy, «Dragon Ball» ha embolsado más de 100 millones de euros netos a escala internacional, y 34 millones solo en España.
En 1996, la serie de había finalizado: Toriyama, cansado de su obra y del éxito que estaba cosechando (así lo dijo él mismo), se retiró. Las presiones internas y la exigencia en la Jump le sirvieron de aliciente para tomar esta decisión. Cerraría así por todo lo alto en el capítulo 519. ¿Era el fin de Dragon Ball?
Planeta DeAgostini convierte España en el primer país en traducir y publicar «Dragon Ball» («Bola de Dragón» / «Bola de Drac»)
Las estanterías de niños y adolescentes españoles se llenaron de «Dragon Ball» cuando entre mayo de 1995 y octubre de 1998, Planeta DeAgostini publicó el primer tomo de la serie, casi un año antes de que la serie concluyese en Japón. España se convertía así en el primer país del mundo en traducir y publicar el manga de Dragon Ball al castellano, catalán y gallego. Sorprendentemente, el manga de «Dr. Slump» no llegó al país hasta 2009, en vista del éxito cosechado con Dragon Ball. La mayor edición española de Dragon Ball de la que se tiene constancia es la lujosa Ultimate Edition (2009, 34 tomos), de calidad muy superior a las publicadas den otros países.
La serie de televisión apareció en España incluso antes de que el manga se tradujese siquiera. En 1990, TV3 (Catalunya) emitió la serie por primera vez en catalán. En diciembre de 1991, ya se había extendido al resto de España. Antena 3 y Telemadrid fueron las cadenas pioneras en mostrar las aventuras de Son Goku a todos los españoles. Los dibujos se doblaron directamente del francés, lo que dejó bastantes ripios y errores de doblaje. Por ejemplo, la famosa «Onda Vital» que tradujo erróneamente el mítico Kame-Hame-Ha de Goku. Apunte aparte es la participación de Mariano Peña, actor de Mauricio Colmenero en Aida, en el doblaje (interpretando al maestro Tortuga Duende).
Toyotarö, el sucesor de Toriyama
En abril de 2016 se anunció un hito para Dragon Ball. Toriyama, haciendo gala de su sentido de lo inusual, encontró un sucesor. La tarea de dibujar la serie de manga recayó sobre el artista profesional Toyotarö. El sensei, por su parte, continuó trabajando en la producción del guion para las entregas, así como en las correcciones que nutren de su refrescante naturaleza a la serie más nueva. La serie volvió a la edición mensual de la revista Jump con el primer capítulo de la rediviva «Dragon Ball» bajo el nombre «Dragon Ball Super».
La nueva obra retomaba los sucesos de «Dragon Ball» a partir del capítulo 518 del manga clausurado en 1996. La calidad de «Dragon Ball», como anunció Toriyama en una entrevista concedida para el segundo tomo de la serie de tebeos, había mejorado notablemente. Quizás también tenga que ver con el hecho de que Toyotarö dispone de un mes para producir cada capítulo. Actualmente, se han publicado hasta 102 capítulos de manga y 22 tomos. La serie parece haber madurado y cobrado forma, adaptándose a las exigencias de los lectores, con increíbles giros de guion, rivales formidables y enemigos muy peligrosos.
El anime de «Dragon Ball Super» (131 capítulos) habría aparecido mucho antes, en febrero de 2015. Ello se debe a que la compañía Toei Animation, can ayuda de Toriyama, había optado por continuar desde donde se dejó casi dos décadas atrás. El estilo de Toyotarö decidió a Toriyama que era una buena idea continuar con la serie en formato papel. Ello obligó a realizar un desdoble entre lo que ocurría en la serie de televisión y el manga, que siguieron caminos separados, aunque a nivel argumental estrechos.
Toyotarö había disfrutado dibujando desde niño a los personajes de Toriyama. Continuó así con la tradición del sensei, y, ayudado por sus correcciones y guiones, ha devuelto a los seguidores y seguidoras de la serie, jóvenes y adultos, la esencia del viejo «Dragon Ball». La muerte de Toriyama deja en suspenso la continuidad de la serie. Ya se ha confirmado que el joven dibujante va a seguir adelante con el manga, con ayuda del editor jefe, Aiko Iyoku. Por tanto, estamos hablando de Toyotarö como el indiscutible sucesor y continuador de la serie iniciada por Akira Toriyama.
Influencia de Toriyama sobre la cultura popular
Akira Toriyama ha dejado un legado enorme en la actual cultura del manga y el anime. Series como «One Piece» (Eichiro Oda) o «Naruto» (Masashi Kishimoto) deben mucho al sensei. Pero no solo eso, Dragon Ball ha iniciado una nueva tradición y forma de concebir el manga de acción y aventuras.
Su impacto ha sido evidente en las dos últimas generaciones. Ha introducido en el mundo de la animación y el dibujo japonés a muchos principiantes, pero también ha aportado muchas horas de diversión. Gracias a él, en gran medida, Japón no es «ese» gran desconocido, y ha inflado notablemente la diplomacia blanda del país.
Siguiendo la estela de «Dragon Ball», la animación contemporánea ha continuado con la tendencia de Toriyama a mezclar el humor con momentos de seriedad, los personajes fuertes, y el espíritu constante de superación. Dragon Ball ha enseñado a muchos niños y niñas a ser personas fuertes, buenas y resilientes. Incluso ha tenido un fuerte impacto incluso sobre los adultos, que a día de hoy son auténticos coleccionistas de elementos relacionados con la serie. Es, además, el principal cañón hacia el anime y el manga.
Más allá de ello, qué decir tiene que Leo Messi, futbolista argentino, ha hablado siempre con gran cariño de la obra de Akira. Para hacernos una idea del impacto de Akira Toriyama, qué decir tiene que muchos jugadores de fútbol de La Liga EA Sports y de La Liga Segunda División han dedicado gestos en referencia a Son Goku a modo de homenaje al fallecido Toriyama. Presentadores de informativos como Isabel Jiménez (Telecinco) y Rodrigo Blázquez (La Sexta Noticias 20H) han dedicado sus «Onda Vital» al fallecido dibujante. Algo inédito teniendo en cuenta que los efectos especiales no abundan en los informativos. También gobiernos, como el de China, han mostrado su dolor ante la muerte del sensei.
Y como para no hacerlo: su legado se extiende en la cultura popular del mundo contemporáneo. Ha dado origen a memes, referencias en series de calado como los Simpson. También ha creado un enorme nicho de mercado con la venta de merchandising y beneficios millonarios en el sector editorial. Pero no solo eso: Toriyama ha aportado grandes cifras a la industria del videojuego con su serie de RPG «Dragon Quest» (1986). Ha producido además películas más allá de Dragon Ball, como la anunciada aventura de «Sand Land» (2024).
Por todo eso y mucho más: arigatö, mata aimasho, sensei (gracias y hasta siempre, maestro).