LUCÍA LORENZO MARTÍN | Fotografía: Lucía Lorenzo |
El título de la mesa redonda ‘El derecho a la información versus derechos de los pacientes’ sugiere, en palabras de Antonio Blanco, presidente del Comité de Ética asistencial de Castilla y León y miembro de la Comisión Central de Deontología de la Organización Médica Colegial, todo un dilema que enfrenta dos derechos. Sin embargo, él prefiere “abordar el problema desde el lenguaje de la ética”, que en palabras de Ortega y Gasset es “el arte de elegir la mejor conducta”. Es por ello que Blanco aseguró durante el evento, celebrado el 14 de marzo con motivo del 40 aniversario del Hospital Clínico, que es mejor tratar el tema como un conflicto entre valores, y no un enfrentamiento de derechos.
No obstante, cuando Alejandro Salgado, moderador de la mesa y director general de Comunicación de la Junta de Castilla y León, ofrece el turno de palabra a la letrada-jefa de la Consejería de la Presidencia de la Junta, Virginia Guasp, ella sí habla de derechos. El derecho fundamental a la protección de datos de carácter personal, explica, nace “para acotar el uso incontrolado que se hace de la informática” y, aunque es un derecho autónomo, está ligado a otros como el derecho a la intimidad o el derecho al secreto de las comunicaciones. El Tribunal Constitucional lo define como “el poder de control sobre los datos personales, sobre su uso y destino, con el propósito de impedir su tráfico ilícito”, pero este es un derecho limitado que puede verse reñido con el derecho a la libertad de la información y la libertad de expresión, entre otros.
Ciñéndose al tema a tratar, Guasp habló del derecho a la protección de datos de carácter personal, en la que juega un rol fundamental la historia clínica, un expediente administrativo cuyo propietario es el responsable de la administración del hospital. Dicha persona es la responsable de guardar, custodiar y de conceder el derecho de acceso. Ni siquiera la misma persona puede tener acceso a su historial clínico sin autorización, ya que en él pueden incluirse datos de terceros y anotaciones de los médicos. Mucho menos puede usarse para dar información periodística. La filtración de datos de carácter personal puede conllevar sanciones e incluso la apertura de un expediente disciplinario al empleado público que ha generado el problema, y que quedará inhabilitado entre seis y doce años. Virginia Guasp termina su turno de palabra con un recuerdo a los presentes sobre la importancia de tener en cuenta el derecho a la protección de datos de carácter personal, tanto en el día a día como en la vida profesional.
Pedro Lechuga, decano del Colegio de Periodistas de la Comunidad, se centra en el ámbito periodístico de la cuestión. «Para evitar problemas, lo principal es que todo aquel que trabaje en el periodismo esté titulado», remarcó. Conocerá así unas normas que evitarán el atropello de los derechos ajenos. En lo relacionado a la historia clínica, es recomendable que los hospitales cuenten con un responsable de comunicación, que hará de nexo entre los medios de comunicación y los responsables sanitarios. Por último entra en juego la autorregulación del propio periodista, que debe considerar qué datos son imprescindibles a la hora de informar y en qué noticias prevalece el derecho a la información sobre el derecho a la protección de datos personales.
El doctor Antonio Blanco, durante toda su intervención, se centró en los valores. Explica que muchos de los derechos de los pacientes son, en realidad, valores. La vida o la salud no son derechos, aunque sí lo son la protección de la vida y la asistencia sanitaria. La información al paciente y del paciente tienen que ver con el derecho a la confidencialidad del mismo. En la otra cara de la moneda se encuentra el deber del secreto profesional. Para Blanco, entre la información y la confidencialidad pueden surgir problemas, pero no dilemas. Afirma que “las soluciones dilemáticas sólo se dan en las tragedias, el tener que sacrificar un valor para salvar otro” y que en el conflicto entre la información y la confidencialidad habrá diversas soluciones, pero que en todas ellas uno de los valores se verá disminuido. Antes de terminar, anima a los presentes a unirse para buscar las soluciones a este problema, entre todos y desde los diversos puntos de vista.