Anna Ferrer: “Las personas en la India comparten lo poco que tienen y son muy felices”

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ALBA CAMAZÓN PINILLA

Fotografías: Alba Camazón

Un gesto. Una mirada. Una sonrisa. La Fundación Vicente Ferrer es la única que trabaja con discapacitados en las zonas rurales de la India. Gesto que es recompensado con la ilusión de aquellos que están en la India o en España. Un grupo de sordomudos, acompañado de dos traductoras, acudió a la charla que impartió Anna Ferrer al pasado día 17 en el Paraninfo de la Universidad de Valladolid. En ella, se buscaba poner en contacto a los socios con la presidenta de la ONG.

En el país asiático, este colectivo, el de las personas con diversidad funcional, se sitúa en la casta más baja, que no puede modificarse de ninguna forma. Su situación va poco a poco mejorando, pero aún falta mucho por hacer. Eso, al menos, afirmó la británica Anna Ferrer, que ha pasado la mayor parte de su vida —en concreto, un total de 52 años— en el país asiático.

Una quinta parte de la población hindú —170 millones de personas— se localiza en esta última casta, conocida como ‘intocable’.  “Es una situación difícil, pero en Anantapur [la región donde tiene la fuerte la Fundación] hemos conseguido escolarizar al 100% de los niños ciegos y al 80% de los sordos”, afirmó orgullosa la viuda de Vicente Ferrer. Sin embargo, “los medios de comunicación no reflejan la realidad de la India. Hay progreso y se están aprobando muy buenas leyes a favor de los más pobres, los ‘dálits’”, añadió.

[Anna Ferrer y el director de El Norte de Castilla, Carlos Aganzo, junto a la traductora]

Pero no son los únicos beneficiados de esta labor voluntaria, que se extiende a un total de 3 millones de personas. Desde la muerte de Vicente Ferrer, en 2009, la organización sin ánimo de lucro ha aumentado su acción en mil pueblos. En estos momentos, abarca 3.268 localidades y suma más de 122.000 de niños apadrinados.

La británica, que se enamoró de la India cuando fue de viaje a los 16 años con su hermano, afirmó que nada es imposible. “Ahora las personas conocen sus derechos y quieren una casa, educación y una vida digna”, sostuvo. Cada pueblo tiene un grupo de mujeres lleno de confianza y fuerza. Los talleres de concienciación y liderazgo han hecho realidad situaciones impensables hace años. “Las mujeres tienen hoy negocios y dinero, antes no podían ni participar en discusiones familiares”, matizó, aunque destacó el esfuerzo que aún queda por hacer. “No podemos estar siempre para ellos, sino que deben ser los líderes de su propio desarrollo”, subrayó de forma tenaz.

La importancia de la educación

Recuerda en cierto modo a la joven pakistaní Malala Yousafzai, galardonada con el Premio Nobel de la Paz el año pasado y creadora de la Fundación Malala. A su manera, ambas mujeres se centran en la educación como pilar clave de la sociedad. “Sin la educación, ninguno de los que ahora son doctores e ingenieros estaría trabajando en las grandes ciudades”, subrayó Anna Ferrer. En la India, ya el 100% de los niños están matriculados en la escuela primaria y el 70% en educación secundaria.

Ferrer afirmó que miles de chicos estudian la universidad. En la India, tienen una tradición por la cual la familia recibe el primer sueldo de cada uno de sus hijos como agradecimiento por todo el esfuerzo que ha realizado. Muchos jóvenes prefieren dar el primer sueldo a la Fundación Vicente Ferrer y el segundo a su familia, según narró Anna. “Las personas allí son muy hospitalarias y comparten lo poco que tienen”.

[Anna Ferrer, junto a un hombre del público y a una traductora]

La sanidad y el control de la natalidad

Otro asunto muy importante para Ferrer es la sanidad: “La gente no confía en los hospitales públicos y solo las clases altas pueden permitirse ir a un hospital privado”. Los enfermos no asumen que necesitan ayuda y no quieren faltar al trabajo, pues cobran en forma de jornal, y anteponen las necesidades de sus familias a las suyas propias. De acuerdo con los datos que maneja la Fundación, los 4 hospitales construidos en los últimos veinte años atienden a 2.247 personas de forma diaria.

También organizan centros de planificación familiar para mejorar el control de la natalidad. “Normalmente tienen dos o tres hijos y solo tienen más si quieren un niño, porque siguen prefiriendo a los niños”, subrayó Ferrer. El gobierno hindú intenta prevenir el aborto selectivo, por lo que está prohibido preguntar y comentar el sexo del bebé, “aunque la ley no ha tenido mucho éxito”, comentó la presidenta de la ONG.  “Ellos mismos tienen que estar convencidos de que vale lo mismo un niño que una niña”.

[Anna Ferrer, en un momento de su intervención]

El pasado abril, 115.000 familias hindúes rompieron sus huchas de barro y donaron más de 400.000 euros en pequeñas monedas por el aniversario del nacimiento de Vicente Ferrer, fallecido en 2009. “Con poco puede hacer mucho”, señaló la sexagenaria. Ferrer confía en la bondad que lleva cada uno dentro de sí. “Cada persona tiene buen corazón, solo hace falta mover este corazón”, expresó con dulzura en la mirada.