ANDRÉS FERNÁNDEZ GUTIÉRREZ  |  Fotografía: Mayela de Castro

El concurso de Microcortos de la SEMINCI se ha convertido, por segundo año consecutivo, en una cita de precalentamiento para la semana de cine que trae consigo el festival. Este proyecto nace de la colaboración, desde hace varios años, entre la SEMINCI y la universidad. Y da la oportunidad a los universitarios de comenzar sus andanzas en el cine de autor. Gracias a esta cooperación, se puede disfrutar de una serie de actividades relacionadas con el cine y la juventud que forman parte de SEMINCI Joven.

Los jardines del Palacio de Santa Cruz, edificio que alberga los órganos rectores de la Universidad de Valladolid, han acogido el miércoles 16 de octubre la entrega de premios de esta segunda edición del concurso de microcortos de la SEMINCI Joven, ‘Cinefilia‘. Cómo establecía la normativa, se han presentado tres modalidades de cortos: ficción, documental y transmedia. Esta última categoría quedó desierta, mientras que en las otras dos hubo una gran competitividad. Tanto fue así, que el jurado concluyó en la categoría de ficción que el premio debía ser ex aequo para dos proyectos, es decir, igual. Los ganadores de ficción han sido 407, de Raúl Portero y Alberto Ramos; y ¿Qué sientes?, obra de Raúl de la Torre y Alfonso Diez. Por su parte, la ganadora de la categoría documental fue Janira San Martín Gómez, que presentó Game Over. Además, se hizo una mención especial por el corto de ficción de Víctor González, Introspección.

De la inauguración del ciclo SEMINCI Joven, se encargaron Javier de Frutos (vicerrector del profesorado y rector en funciones de la UVa), Ana María Redondo (concejala de Cultura y Turismo), Carmen Vaquero (vicerrectora de Comunicación y Extensión Universitaria) y  Javier Angulo (director de la SEMINCI desde 2008).

‘EL RETO DEL FESTIVAL SON LOS NUEVOS PÚBLICOS Y AQUÍ ESTÁN. ESPERO QUE LOS NUEVOS DIRECTORES VENGAN CON SUS PELÍCULAS A LA SEMINCI. HAY MUCHO TALENTO, PARECE MENTIRA QUE EN UN MINUTO SE PUEDAN CONTAR TANTAS COSAS’.

Angulo expresó la importancia de la colaboración entre la Semana Internacional del Cine de Valladolid y la Universidad, idea que apoyaron María Redondo y Carmen Vaquero. Para justificarlo relacionó este tipo de eventos con el futuro del cine. Además de expresar su agradecimiento por representar a la SEMINCI en la universidad, invitó al público que asistieran y llenasen las salas de cine, frente a la consumición de películas en dispositivos móviles. También aprovechó para reivindicar la lucha contra el cambio climático.

‘Quiero que se rompan las salas donde haya debate y se hable de cambio climático. el cine puede ayudar a sensibilizar a las nuevas generaciones sobre lo que es’.

Tras las declaraciones del también periodista, la Vicerrectora de Estudiantes destacó la ‘sublime sintonía’ entre la Universidad y la organizadora del evento. Después, presentó a los ganadores de la pasada edición, quienes transmitieron principalmente dos mensajes. El primero, la defensa del cine frente a las plataformas de pago, que actualmente irrumpe con fuerza en el mundo cinematográfico. Y, en segundo lugar, la gran importancia de la creatividad, la imaginación y la pasión en el mundo actual. Posteriormente, se proyectaron los cortometrajes en la gran pantalla del jardín.

Raúl Portero, el ganador por el mejor micrometraje de ficción con 407, declaró que pretendía ‘hacer referencia a la película Los 400 Golpes, que celebra su 60 aniversario’. Afirma que se fijó sobre todo en su escena final porque ‘marcó un antes y un después’. El objetivo de su corto no es otro que trasladarla a la actualidad. Ese niño que llega hasta la playa en la película, llega a la playa de Moreras en Valladolid, donde se encuentra con varias escenas de cine como es la de De aquí a la eternidad o la de El Séptimo Sello. Lo que queremos transmitir con el mensaje es la necesidad que tiene el cine de que las salas se llenen y que no se siga apostando por un cine de descargas’, argumentó el autor del micrometraje.

Raúl Portero. / Fotografía: Mayela de Castro

Game Over fue el corto ganador en la categoría de micrometraje documental. Su directora, Janire San Martín Gómez, destacó que trataba de representar ‘los efectos de las drogas en primera persona, mediante una historia narrativa’. Además, lo describe como ‘un video que llama a la reflexión propia’. ‘Las frases finales plantean al espectador dos posibilidades: ¿Quieres ir por el buen camino o por el mal camino? Es tu partida pero sé consciente que, si vas por el lado malo, las consecuencias pueden ser negativas’, destacó la premiada.

Janira San Martín Gómez. / Fotografía: Mayela Castro

El merecedor de una mención especial por Introspección, Victor González, quiso destacar cómo su obra se basó en una estética cuidada de las fotografías. ‘Salí alrededor de una base militar y traté de captar composiciones que fueran bonitas a la vista, que en esencia no son tan bonitas’, aclaró.

El jurado resaltó la gran calidad de los microcortos de este año. Por otro lado, una de sus miembros hizo incapié en que estuvieron cerca de entregar la mención especial al corto La Chica Eléctrica, dirigido por Ainhoa Jimenez Arranz y Manuel de la Fuente.