Fotografía: Michelle Ortega Rivero
Una última voz resuena en el Salón de Grados de la Facultad de Filosofía y Letras antes de que cierre sus puertas hasta el nuevo año. Es la voz del periodismo, de un nuevo periodismo, de la mano de Rosa Paz, subdirectora del recién nacido Ahora Semanal. El ciclo InforUVa la ha elegido como broche de oro.
Es una veterana que, sentada en el estrado, estudia a su público compuesto en su mayoría por jóvenes estudiantes de comunicación, bolígrafo en mano, a la espera de recoger nuevos (o viejos, depende de cómo se mire) trucos sobre esa profesión feroz.
Ella sabe de lo que habla y qué quiere del periodismo, tras años a sus órdenes. Ahora apuesta por uno pausado, de calidad y profundidad que diste de la vorágine de informaciones, en su mayoría superficiales, que inundan los grandes medios. «Mucha gente se pregunta quiénes son estos locos que han sacado un periódico en formato sábana cuando se dice que el periodismo de papel ha muerto», dice mientras sonríe.
«Hay que luchar por lo que uno quiere y nosotros hicimos tres constataciones sobre el mundo de la comunicación. En España no hay ningún semanario influyente que destaque sobre los demás y sí lo hay en nuestros países vecinos. Además, con la revolución digital se está produciendo una avalancha informativa que provoca un fenómeno similar a las inundaciones. Hay mucho agua, sí, pero el que escasea es el potable. Hacen falta medios que analicen la información, los porqués«. Silencio, tan sólo se oye el rasgueo de los esferográficos contra el papel.
Tras unos instantes en los que su mirada se posa sobre las sendas, inquisitivas, de su público, reanuda su discurso. Afirma que la información y la manera de elaborarla debe ser pulcra y meticulosa y que la crisis que aún azota nuestro país ha resultado ser una hecatombe para los medios de comunicación.
La falta de capital humano es palpable. Una ingente cantidad de profesionales han sido puestos en la calle o reciben sueldos miserables. Una sombra cruza por su rostro cuando sentencia que las empresas periodísticas han caído en manos de los acreedores y que ello ha desembocado en falta de calidad y fiabilidad en los diarios. «Como periodistas debemos hacer un trabajo serio, dando claves», sentencia.
Es eso de lo que ‘Ahora’ pretende desmarcarse. Esperan no tener acreedores y, aunque son pocos en la redacción, sonríe al recordar que tienen muchos colaboradores que actúan de manera altruista por y para el periodismo. Aunque, eso sí, evidentemente les pagan: «Creemos que no se debe trabajar gratis, hay que valorar el trabajo de los periodistas. Trabajar gratis ha redundado en la falta de calidad en las informaciones».
Afirma que, a pesar de contar con un capital reducido, pretenden huir de los créditos, ya que eso al final consigue que las empresas se vuelvan sumisas. Piensan seguir adelante con su esfuerzo y, si no fuera viable, antes cerrarlo que verlo corrupto.
Una pregunta muda recorre los rostros de los presentes y ella sabe leerla. «‘Por qué en papel’ os preguntaréis… Pues bien, aunque la crisis ha afectado a la caída del papel realmente ha sido la falta de calidad en los diarios la que los ha hecho caer, no interesan sus contenidos. Además, creo que no se leen los periódicos en Internet; sí, se miran los titulares, se pincha en alguna información, pero nada más», explica.
Hace falta un periodismo más pausado, para leer a tus anchas. Ellos han pretendido crear un periódico para leer durante toda la semana, no uno que fuerce al lector a leerlo al instante.
Finalmente, se sucede una ronda de preguntas que, los más inquietos, se atreven a hacerle a este viejo zorro de la comunicación. Quizá vengan vientos de cambio, quizá no esté todo perdido, quizá el cuarto poder resurja de sus cenizas. Quizá solamente hagan falta más valientes.
[…] esperaban con ansia y curiosidad la llegada de la periodista y analista política, Rosa Paz. El ciclo InforUVa había elegido una fecha estratégica para invitar a la profesional: a falta de pocos días para […]
Los comentarios están cerrados.