Parecía la mejor fecha para hablar de algo tan concreto pero tan abstracto y complicado de concretar como es la sociedad global: el tercer aniversario del estallido del movimiento 15M en España. Edyta Pietrzark, profesora de Ciencias Políticas en la universidad polaca de Lodz, visitó la Universidad de Valladolid dentro de los Seminarios de Innovación Docente e Investigación en Comunicación (SIDIC) para presentar su ponencia «The Global Civil Society as a Counter-Power. Anticipations and Risks». En ella desgranó la dificultad de definirlo, por los múltiples campos de estudio que requiere, así como mostrar «el lado oscuro» de este fenómeno y la importancia de vivir en comunidad a pesar de configurarnos como sociedad global.
Para poder llevar a cabo sus investigaciones, confesó Edyta, necesitó un marco metodológico compuesto por: los diferentes intereses, además de las distintas visiones y situaciones en cada país de este fenómeno; un plano semántico que permitiera aclarar términos y conceptos como «democracia, que no es igualmente entendida en España que en Rusia»; y por último, la teoría de la transgresión.
A su vez, desgranó las distintas concepciones que existen de sociedad civil a lo largo de la historia, desde la división más lógica, entre liberales y republicanos, pasando por las visiones contemporáneas, las teorías de Hegels, Kant, Tocqueville, Marx, la comunicativa hasta llegar a la sociedad global.
Para poder desarrollar algo tan complejo como es la sociedad global, estudiada a fondo por teóricos como Castells, se necesita, a juicio de Edyta, mejoras tecnológicas que afiancen este proceso, así como un cambio en las relaciones bilaterales: ya no se establecen relaciones entre gobiernos o estados, sino que nos encontramos ante una realidad completamente distinta en la que otras entidades, alejadas del plano gubernamental, como pueden ser las ONG o incluso famosos, pueden ejercer influencia en los gobiernos a nivel mundial.
En cuanto a la organización de la sociedad global y su función de contrapoder, la exposición se basó en la importancia que tiene la no violencia en este tipo de movimientos. Tal es así que Edyta afirmó que «los movimientos sociales son pacíficos, aunque es la policía la que intenta desarrollar episodios de violencia». En cuanto a la localización de estos movimientos de contrapoder, afirmó que en su mayoría se encuentran en mareas ‘underground’.
Para finalizar y ya en la ronda de preguntas, se destacó la importancia de las nuevas tecnologías, Internet y las redes sociales en movimientos de este tipo. De este modo, Edyta afirmó que «para estar en el centro de la sociedad global, hay que estar ‘online'» ya que en estos momentos las personas que viven ajenas a Internet se encuentran marginadas. Como reflexión última, quiso mostrar que, en la sociedad, de forma voluntaria o involuntaria, nos encontramos siempre dividiendo a las personas en grupos -y, por tanto, marginando a una minoría- como ocurre en la actualidad con los dos mundos enfrentados ‘online’ y ‘offline’.
Texto y fotografía: Ana Isabel Cordobés (@ana_cordobes)