El archivo como eje de la labor historiadora

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LAURA RODRÍGUEZ MARTÍN

Fotografía: Pixabay

Las ocho ponencias del I Curso Aprender a Historiar, celebrado en la Facultad de Filosofía y Letras los días 5 y 6 de noviembre, pueden ser englobadas en dos grandes bloques/temas: el archivo como institución y las distintas posibilidades que este ofrece al historiador/investigador que desea trabajar sobre cualquier ámbito y período.

En relación con el primer bloque, las conferencias de José Luís Rodríguez de Diego y del director del Archivo Histórico Provincial de Valladolid, Ángel Laso Ballesterosnos proporcionaron nociones sobre la importancia de los archivos como lugares de preservación de los testimonios del pasado, así como centros de investigación histórica -es decir, para el análisis, reconstrucción o interpretación de esa memoria-.

Además, la intervención de Laso permitió al público reunido en el Salón de Grados del centro profundizar en el conocimiento de la génesis y función de los archivos provinciales, instituciones “artificiales” por cuanto no guardaban ningún vínculo con instituciones públicas que las nutrían. Nacieron, creadas ‘ex profeso’ por el gobierno provisional de la II República en 1931, como lugar de investigación en el ámbito provincial y de conservación de los documentos de organismos que se suprimían y/o que no podían ubicarse en otro archivo.

Fue una charla que también desveló la trayectoria vital del Archivo Histórico Provincial de Valladolid desde su creación en 1932, así como los numerosos y crecientes documentos relacionados con la provincia y ciudad de Valladolid. Documentos que están datados entre principios del siglo XIII y la actualidad, como protocolos notariales, documentos judiciales, del Gobierno Civil, de la Delegación de Obras Públicas, de las instituciones franquistas, de familias y empresas

Por otra parte, en cuanto a las exposiciones de los restantes ponentes, podemos señalar cómo el profesor de la UVa Alberto Marcos Martín explicó la ingente información de tipo económico y social que los investigadores pueden extraer del Catástro de Ensenada para, de ese modo, realizar estudios sobre poblamiento, ordenamiento social, estructuras económicas, distribución de la propiedad…

Asimismo, investigadores como María Antonia Fernández del Hoyo, Máximo García Fernández o María José Pérez Álvarez destacaron la utilidad de los protocolos notariales (el conjunto de escritos realizados por un notario a lo largo del tiempo) como fuente para el estudio de aspectos relacionados, por ejemplo, con la Historia del Arte, la Historia de las Mentalidades o la Cultura Material. En estos dos últimos casos, las ponencias nos revelaron cómo a través de los testamentos podemos conocer las prácticas religiosas y sociales habituales ante el trance de la muerte; con los inventarios ‘post mortem’ podemos averiguar el tipo de bienes que empleaban hombres y mujeres en el pasado e, incluso, determinar el estatus socioeconómico del difunto; las cartas de promesa y/o de pago de dote nos informan sobre el tipo de objetos y la cuantía de dinero aportaban las familias de las novias en el momento de contraer matrimonio

En definitiva, las conferencias del I Curso de Aprender a Historiar han resultaron una interesante herramienta por medio de la cual tanto los estudiantes de Historia como aquellos individuos que desean o acaban de iniciar su trayectoria investigadora pudieron ampliar su formación en relación con el significado y funciones de los archivos, recabar posibles ideas sobre posibles temas o líneas de trabajo, el tipo de fuentes documentales que pueden emplear para ello y unas pautas metodológicas sobre la manera en que han de leer/analizar los testimonios para extraer de ellos toda la información posible.

Asimismo, el encuentro resultó de gran utilidad para dar a conocer una institución de nuestra ciudad cuya existencia a menudo es desconocida por la población: el Archivo Histórico Provincial de Valladolid; y, sobre todo, tal y como se señaló en diversas ocasiones a lo largo del curso, para animar a los futuros historiadores/ investigadores (y a la público en general) a acudir a los archivos y descubrir “los tesoros” que éstos albergan en su interior.

[Laura Rodríguez Martín es una estudiante del Doctorado de Europa y el Mundo Atlántico: Poder, Cultura y Sociedad de la Universidad de Valladolid que ha querido colaborar con InformaUVa con su particular visión del I curso ‘Aprender a Historiar’, celebrado en la Facultad de Filosofía y Letras de la misma universidad los días 5 y 6 de noviembre de 2015. Su trabajo ha sido seleccionado por la organización del encuentro entre todos los presentados].