El eterno escándalo: la Iglesia Católica y la sombra de los abusos sexuales

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Fotografía: Pixabay
NOELIA GÓMEZ SÁNCHEZ  |  Fotografía: Pixabay  |

El escándalo de los abusos sexuales en la Iglesia Católica ha resucitado con fuerza en los últimos meses, revelando una herida que, más allá de cicatrizar, sigue supurando. Recientes casos en España y otros países europeos han presentado la tenacidad de este problema y la necesidad inminente de soluciones eficaces y transparentes.

Ejemplos recientes

Uno de los acontecimientos más recientes es el del párroco Marcelino de Andrés Núñez, inculpado por agredir sexualmente a siete niñas en el colegio madrileño Highlands El Encinar. Marcelino, de 58 años, fue asistente general de Marcial Maciel, creador de los Legionarios de Cristo y reconocido pederasta. A pesar de que el cura ha refutado las acusaciones, exponiendo que su pasado le persigue como una huella, la gravedad de las declaraciones y su vínculo con Maciel ha dado lugar a una inmensa preocupación en el colectivo educativo y religioso.

Fotografía: Pixabay

Este caso no es el único y se suma a otros que muestran la magnitud del problema. En Barcelona, un sacerdote del distrito de Horta-Guinardó fue arrestado por supuestos tocamientos a dos jóvenes, uno de ellos menor de edad. Sin embargo, en Suiza, una investigación registró 1.002 casos de abusos sexuales en la Iglesia Católica en los últimos 70 años, con 510 acusados y 921 víctimas.

Medidas y representación del abuso en la cultura

Estos actos demuestran no sólo la perpetuación de los abusos, sino también la deficiencia de las medidas adoptadas hasta ahora por la Iglesia para exterminar este mal. Aunque en diversas diócesis, como la de Tenerife, se han dado pasos hacia la reconstrucción, incluyendo compensaciones a las víctimas y agradecimientos públicos de los fallos perpetrados, la realidad es que estos sacrificios son insuficientes si no van unidos de una política de tolerancia cero y una contribución plena con las autoridades civiles.

La reciente creación del documental Todos lo sabían, que plantea la pederastia en la Iglesia navarra, es una muestra de cómo la sociedad civil está tomando la delantera para visibilizar y delatar estos crímenes. Asimismo, es ineludible que la propia institución eclesiástica dirija este proceso de limpieza y reforma, admitiendo su responsabilidad y adaptando normas concluyentes contra los agresores.

Conclusión

La Iglesia Católica está en una encrucijada significativa. La pérdida de credibilidad y la reducción de fieles son efectos directos de su empleo insuficiente de los casos de abuso. Es momento de que, más allá de las palabras y los gestos representativos, se pongan en marcha acciones determinadas que avalen la protección de los más débiles y la justicia para las víctimas. Solo así podrá la Iglesia empezar a sanar las intensas heridas que estos escándalos han dejado en su seno y en la sociedad.