PILAR ALONSO PITA | Fotografía: Pilar Alonso Pita |
Desde el 15 de noviembre hasta el 25 de febrero estará abierta al público de manera gratuita una exposición sobre el pintor Fernando Sánchez Calderón en el Museo de Arte Contemporáneo Patio Herreriano.
Calderón nació en Valladolid en 1951 y se formó en la Facultad de Bellas Artes de Madrid, donde se licencia, para posteriormente doctorarse por la Universidad de Salamanca. En 1974 consigue su primera exposición individual en la Caja de Ahorros de Valladolid y un año después en la Galería Studium.
1977 es un momento importante en su carrera ya que es seleccionado como representante de España en la XVI Bienal Internacional de Arte de Sao Paulo junto con otros artistas, como Rafael Baixeras, Óscar Benedi, Fernando Bermejo, Domiciano, Mon Montoya y, el también pucelano, Luis Cruz Hernández, con los que formará el grupo Bienal desde 1978 hasta 1981, año en el que realizan varias exposiciones.
A parte de ser pintor Calderón ejerció como profesor en la Escuela Superior de Arquitectura de la Universidad Complutense de Madrid, en la Escuela Universitaria del Profesorado de E.G.B. de Palencia y por último vuelve al lugar que lo formó e imparte clases en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Salamanca. Tras muchas exposiciones y varios años trabajando en Madrid decide volver a Valladolid donde establece su estudio hasta su fallecimiento en 2016.
El Museo Patio Herreriano alberga el legado de Sánchez Calderón, un total de 491 trabajos, desde 2017 y, después de un periodo extenso de revisión, han seleccionado 48 de sus obras con las que han tratado de condensar y representar su carrera en los 80 y 90.
Nada más entrar a la sala de exposiciones lo primero que se ve es el cuadro Escena Interior, un lienzo al óleo de dos metros de altura por un metro setenta de ancho que representa una figura de gran tamaño, tan grande que la parte en la que está su cabeza roza el final del cuadro, en cuclillas, poniendo una mano sobre un coche del que solo podemos observar su contorno. Todo situado sobre un fondo amarillo brillante que hace destacar los tonos oscuros utilizados en el resto de la obra.
A partir de ahí, nos sumergimos en un mundo de distintos colores, siluetas, escenas, formas y materiales que sorprende al mismo tiempo que deleita a la imaginación.
La exposición sumerge al visitante en un mundo de distintos colores, siluetas, escenas, formas y materiales que sorprende al mismo tiempo que deleita a la imaginación
El trabajo de Calderón está plagado de cambios tonales, desde cuadros como Dos Jugadas Diferentes, en su mayoría gris y negro, a otros como El Pintor y la Modelo, que es una explosión de rojos y rosas, apropiada y graciosamente colocados uno al lado del otro.
Otra característica principal en su obra es la manera en la que representa la figura humana, normalmente como un esbozo, una silueta en un simple y sencillo trazo de color oscuro, aunque a veces ese trazo se convierte en un mar de color como en Desnudo Azul o Dry Martini. Pero no solo se trata de protagonistas humanos, nos encontramos cuadros compuestos por figuras geométricas, un lienzo de enorme tamaño con fondo negro y tres caballos azul klein u otros como Rosa Ordenada, Rosa Muda y Falsa Rosa V con la flor de mismo nombre como foco principal.
Si se continúa hacia la sala 7 nos encontramos con el proyecto complementario titulado Contextos Pictóricos de los años 80 y 90, una selección de obras de once artistas provistas por la Asociación Colección Arte Contemporáneo y la Colección de Arte Contemporáneo Español de Naturgy, que conforma el ambiente artístico en España durante ese período de tiempo. De esta manera, al visitar se pueden crear lazos entre la pintura de Calderón y los once contemporáneos elegidos (Joaquim Chancho, Soledad Sevilla, Manuel Salinas, Gerardo Delgado, Jordi Teixidor, Guillermo Lledó, Joan Hernández Pijuan, Elena Asins, David Rodríguez Caballero, Ignacio Tovar y Juan Suárez).
En 1987 el Patio Herreriano exhibe sus trabajos y el crítico de arte Juan Manuel Bonet escribe “algunas de estas escenas, fuertes, rotundas, pintadas con decisión, libres y a la vez muy centradas, son la mejor prueba de que en su viaje imaginario por el estudio, Sánchez Calderón está encontrando, a partir de las pautas que se ha fijado, un rumbo seguro, venturoso y suyo”. 31 años después vuelven a darle cobijo al artista con una exposición que sin lugar a dudas prueba que lo escrito por Bonet era cierto.
«Sánchez Calderón está encontrando, a partir de las pautas que se ha fijado, un rumbo seguro, venturoso y suyo»
Para visitar la exposición los horarios de apertura son de martes a viernes de 11h a 14h y de 17h a 20h, los sábados de 11h a 20h y los domingos de 11h a 15h.