ANA CADENAS LAMAS | Fotografía: Pixabay |
¿Puede suponer un impedimento en la carrera deportiva de una mujer? A lo largo del tiempo se ha cuestionado la posición de la mujer en el mundo laboral, y cómo ello ha afectado directamente en su economía y forma de vida. Ha tenido una mayor repercusión tras el empleo de una expresión conocida como «glass ceiling», también dicha en español, «techo de cristal».
Esta metáfora hace referencia a la limitación laboral de las personas, y en concreto, de las mujeres. Se trata de un «techo» que limita su avance y les impide poder superar ciertas barreras profesionales. No obstante, este es invisible ya que la limitación ha sido impuesta por la sociedad. Podemos observarlo con mayor certeza en el campo del deporte. Además, lo llamamos techo de «cristal» ya que los rasgos que lo componen son difíciles de detectar a simple vista.
La expresión de «techo de cristal» fue dicha por la consultora de ámbito laboral en Estados Unidos, Marilyn Loden, quien acuñó la frase hace casi 50 años. A partir de este momento, muchos sociólogos han descrito este concepto y han hecho hincapié en el trabajo realizado por mujeres; pues, estas representan la mitad de la población mundial y, aún así, hay un porcentaje muy bajo de mujeres que ocupen altos cargos.
Las investigaciones realizadas por la Federal Glass Ceiling Commision del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos indican, que la compensación salarial de las mujeres que ocupan un puesto en las altas esferas siempre es menor. Pero, este suceso no ocurre solamente en Estados Unidos, pues podemos verlo en cualquiera de los países del mundo, como es el caso de Alemania:
Según el Instituto Alemán de Investigación Económica, en 2010, solo 2% de los miembros de consejos de dirección de todas las empresas alemanas eran mujeres.
Existen millones de hipótesis sobre el por qué de la existencia del «techo de cristal», pero sin duda podemos ver que la mayoría de estudios realizados por algunos concuerdan en tres razones concretas:
- Por un lado, hablan sobre los roles de género. Estos son un conjunto de comportamientos, actitudes y expectativas sociales que están asociadas con el sexo biológico de una persona en una determinada cultura o sociedad. Estas construcciones sociales refuerzan las responsabilidades estereotipadas tanto masculinas como femeninas, sobre todo en el mundo laboral. Debido a ello, se espera que los hombres ocupen los puestos de liderazgo en lugar de las mujeres.
- El acoso sexual es otra de las razones por las cuales las mujeres pueden estancarse en el mundo profesional. Cuando una mujer no se siente segura en el trabajo debido al acoso recibido por personas de este, puede acabar renunciando a él, y por consiguiente, a cualquier posible avance en el campo laboral.
- A su vez, la cultura empresarial de ciertas empresas rechaza la participación de las mujeres en muchos de sus sectores. Algunos estudios demuestran que muchas compañías asignan a las mujeres los cargos con menor visibilidad, limitando sus oportunidades profesionales.
En España, también podemos encontrar algunos ejemplos de «techo de cristal»: la brecha salarial del país alcanza un 18,7% (5.175€ de diferencia anual entre hombres y mujeres según el último informe hecho por el CCOO).
No obstante, el «techo de cristal» es mucho más visible cuando hablamos de deporte. El deporte femenino es una práctica que podríamos denominar «silenciosa», dada de esta forma en la mayoría de países del mundo.
En nuestro país ni siquiera las futbolistas de la máxima categoría han alcanzado el profesionalismo a nivel normativo. Los medios de comunicación tampoco contribuyen a la expansión del deporte femenino, pues las referencias que aparecen en estos diarios son escasas. A su vez, los distintos medios siguen reservando espacios concretos para hablar sobre los logros deportivos masculinos.
Las mujeres, además, carecen de referentes deportivos. Les falta información, y no hay deportistas a gran escala que puedan ser un espejo a imitar en su etapa de formación. Sin embargo, destacan varias mujeres que han conseguido romper ese «techo de cristal» en el mundo del deporte. Entre ellas, podemos mencionar a Serena Williams en el tenis, Mireia Belmonte en natación, Marta Vieira en el fútbol… Deportistas que han conseguido un éxito notable y han podido destacar por ello.
Gracias a estas mujeres podemos ver que es posible poner fin al «glass ceiling». Para ello, se debe seguir luchando en cada uno de los ámbitos profesionales que desempeña la mujer, destacando por supuesto el deporte. Aunque se han logrado avances significativos, todavía existen barreras y desafíos que impiden que las mujeres alcancen todo su potencial en el mundo deportivo, así como otras áreas.
Por tanto, se debe seguir promoviendo la igualdad de oportunidades y un reconocimiento equitativo para todas las personas que realicen un mismo cargo, un mismo deporte; y, que independientemente de su género, su trabajo sea premiado por igual.