ALBA MIERES NAVEIRAS | Fotografía: Alba Mieres |
La sociedad está en constante evolución. La personas están más concienciadas contra las injusticias. Por ejemplo, cada vez son más las voces que piden una igualdad real entre hombres y mujeres o denuncian situaciones de discriminación a minorías y colectivos.
Así, muchas personas critican en redes sociales un determinado comportamiento o comparten sus experiencias para visibilizarlas. O bien, son activistas y llevan a cabo tareas en distintos ámbitos para ayudar a que este mundo sea un poco mejor para todos.
Uno de estos ejemplos son las Personas con Discapacidad Intelectual o PDI. Ha habido una evolución social positiva, ya que en el pasado lamentablemente a estas personas se les trataba de una forma muy despectiva.
A pesar de que socialmente cuentan con una aceptación mucho mayor a la de antes, todavía queda trabajo por realizar en su inclusión social. Una de las actividades que se puede realizar para ayudar en esto es hacer un voluntariado en una organización. Por ejemplo, en la Fundación Personas de Valladolid.
Fundación Personas nació en 2008 como resultado de la unión de varias organizaciones. En el caso de Valladolid fue la Fundación ASPRONA (que aún existe) junto con ADECAS (Guardo, Palencia), APADEFIM (Segovia), ASPANIS (Palencia) y ASPROSUB (Zamora).
El objetivo de esta organización sin ánimo de lucro consiste en brindar compañía y apoyo a personas con discapacidad intelectual y a sus familiares para mejorar su calidad de vida.
Cuenta con un programa de voluntariado que se coordina desde el servicio de Ocio. Pero los voluntarios no están solos, sino que son acompañados por profesionales remunerados.
Las actividades a realizar en el voluntariado se dividen en tres: Cultura y entretenimiento, deportes y turismo. Cada una tiene como finalidad favorecer y promover la integración de estas personas, así como su autodeterminación, para lograr una sociedad más justa y plural.

Dentro del área de cultura y entretenimiento existen diversos programas con distintas características. Por ejemplo, el Programa de Pandillas está formado por un grupo de personas (en estos tiempos de coronavirus son 8 en total) que realizan salidas por la ciudad. De este modo se ayuda a conocer gente nueva, a crear amistades, a desarrollar la autodeterminación…
Normalmente estas actividades se llevan a cabo por la tarde un día a la semana durante dos horas y media. Suelen ser los viernes o sábados para que el voluntario pueda compartir un par de horas de su ocio con las personas con discapacidad intelectual.
También existe un Programa de Educación de adultos destinado a que las PDI adquieran habilidades y conocimientos para vivir de forma más autónoma. Además para potenciar la creatividad y expresividad también se realizan actividades de teatro, música, danza…
El área de deportes consta de dos programas: Uno con eventos participativos y otro con actividades físico-recreativas, en las que se incluyen los deportes: Natación, Baloncesto, Fútbol sala, Atletismo o Senderismo, entre otros.

Por último en el área de turismo se organizan excursiones alternativas durante los findes de semana, puentes y vacaciones. No obstante con la situación actual de alerta sanitaria estas actividades están suprimidas.
Los requisitos para poder apuntarte al voluntariado consisten en ser mayor de 18 años (aunque también existen programas para los menores de 16 y 17 años), comprometerse a asistir a la actividad (si no fuera posible habría que avisar al coordinador) y mantener una actitud positiva y de compromiso.
El voluntario tiene sus obligaciones pero también sus derechos. La Fundación Personas asegura un apoyo profesional, así como un seguro de accidentes y responsabilidad civil.
También te da un carnet de voluntario y reembolsa los gastos que tengan las actividades (por ejemplo comprar algo en el kiosko, o entradas para el cine cuando no había pandemia de COVID-19).
Por otro lado, antes de que llegue el día del voluntariado, el monitor o monitora de la pandilla se pone en contacto contigo para informarte de qué consistirá la actividad a realizar.
Para indagar más tanto en la Fundación como en sus objetivos y la figura del voluntario la responsable de Ocio de Fundación Personas-Asprona, Rebeca Sanz González, comenta con más profundidad estas cuestiones.
Sanz defiende que los voluntarios son personas ‘especialistas en personas’ y que el requisito más importante es tener buena actitud y ganas de estar con esas personas. ‘No pedimos una formación específica porque para acompañar a personas y estar con ellas no se necesita una formación. Se necesita querer hacerlo’.
También asegura que ‘afortunadamente la gente está muy concienciada. A las personas con discapacidad intelectual se les apoya, se les ayuda’ y que ‘cada vez hay más apoyos naturales, que son los que tenemos cada uno: el vecino, el hermano…’ Cuando alguien necesita algo tiene alguien al lado que le apoya. No sólo al monitor que contratas’, asegura.
Por último vuelve a recalcar y a poner en valor la labor de los voluntarios, ya que segura que ‘hacen un papel social muy importante, porque al final son los que quieren estar con esas personas, porque le apetece pasar un rato con la persona, ir a tomarse algo, conocerla y demás’ Eso, asegura, ‘al final se va transmitiendo de unos sitios a otros y a nivel social es muy importante’.