NOHAYLA TAHIRI EL HAMMOUTI | Fotografía: pixabay
Las nuevas tecnologías han favorecido al desarrollo de nuevas formas de aprendizaje. La formación autodidacta se ha convertido en una de las formas más empleadas frente a la falta de tiempo y conocimiento. La educación tradicional ha quedado en el olvido para muchas personas debido a la aparición de nuevos métodos de aprendizaje. Entre los más destacables está el autodidacta.
Actualmente, tenemos más factibilidad de acceso a todo tipo de información gracias a la llegada de internet. La tecnología ha favorecido la colaboración global entre estudiantes y profesores de todas las partes del mundo para crear una comunidad en la que se intercambian conocimientos.
La educación autodidacta se basa en que una persona puede aprender valiéndose por sí misma, sin la necesidad de la ayuda de un experto. El perfil de una persona autodidacta es muy solicitado por las empresas, ya que tiene muchas ventajas y aprende con más rapidez, aportando herramientas de conocimiento. Esta disciplina está presente en muchas áreas, ya sea como formación o para mejorar nuestro estilo de vida. Ser autodidacta tiene muchas ventajas como: flexibilidad horaria, el desarrollo de habilidades críticas, la adaptabilidad al cambio, el ahorro de dinero y tiempo, y el fomento de la motivación interna.
Existe otro perfil de personas que defienden que es más útil acudir a una clase impartida por un profesional. En estos casos, una persona experta en la materia explica y desarrolla los conocimientos y capacidades que queremos aprender. Los instructores ofrecen una información valiosa y sirven de guía para estructurar el contenido y gestionar el tiempo. Este método, a diferencia del otro, te permite relacionarte con otras personas e intercambiar conocimientos, lo que puede hacer que la experiencia sea más entretenida. Estar en un aula fomenta la interacción, porque puedes compartir ideas con los compañeros y así enriquecer el conocimiento sobre lo que estás estudiando.
Cabe destacar que cada persona tiene un ritmo de vida diferente, unos con más tiempo y otros con menos. Las personas autodidactas se dejan llevar por sus gustos y curiosidades, siendo los organizadores de su tiempo y aprendizaje. La decisión final la debe tomar cada persona basándose en sus objetivos, circunstancias personales y estilo de aprendizaje. Actualmente, estamos viviendo en una era digital que dispone de muchos recursos para seguir formándonos, desde vídeos explicativos hasta artículos didácticos. Ambas opciones son válidas, ya que, como bien dice el dicho: «el saber no ocupa lugar«.