Joaquín S. Torné: “No podemos creernos que las redes sociales son periodismo”

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PATRICIA FERNÁNDEZ SACRISTÁN  |  Fotografía y vídeo: Esther Olivares Pérez |

El Periodismo… una profesión herida, que echa humo y está a punto de explotar, una profesión hecha jirones pero que a la vez sonríe. Un arma cargada de futuro y posibilidades, siempre y cuando sepan aprovecharse. El director de El Diario de León, Joaquín S. Torné, desengrana estas claves y reflexiona sobre la dicotomía del Periodismo para así sacudir en la mente de aquellos que se propongan solucionarlo.

Varias etiquetas ponen broche de oro a su profesión periodista, desde exdirector de El correo de Burgos a director del Diario de León, desde publicaciones como “No digas que te lo dije yo” (2003) “Mil seiscientos kilómetros” (2006), el libro de cuentos “Insuficiencia cardiaca” (2007), o ahora “El periodismo hecho jirones” (2016) hasta “Una irrésponsabilidad con tilde y acento” (2010), artículo que le convirtió en ganador del XV Premio Nacional de Periodismo Miguel Delibes.

P: Su libro “El periodismo hecho jirones” es una reivindicación por la «dignificación» del periodismo. ¿En qué medida?

R: En todos los aspectos. En una parte de la conferencia lo explicaba. Nosotros tenemos que defenderlo con uñas y dientes porque si no, nos van a comer y además tenemos que contarle a la sociedad lo que no ve. Es verdad que la prensa, la política y la justicia han perdido credibilidad. Entonces lo que tenemos que hacer es demostrar a la sociedad que seguimos siendo creíbles, que tenemos marca y que los medios de comunicación tradicionales seguimos haciendo las cosas bien.

El periodismo está lleno de defectos, obviamente, pero como todas las profesiones que existen; hay arquitectos que trabajan mal, jueces, fontaneros…todas las profesiones tienen buenos y malos profesionales. Tenemos que defender los medios tradicionales y por supuesto cada uno su marca. Por ejemplo, nosotros, El Diario de León, defendemos nuestra marca porque creemos que lo que hacemos es el mejor periodismo de León.

P: ¿Cree que en su libro se pueden encontrar las fórmulas necesarias para superar la situación actual del oficio? ¿Se podría decir que es un compendio de las cosas que no debemos hacer?

R: Bueno, eso no debería ser yo quien lo diga. El ensayo es una inmersión en la realidad, hay cosas que se cuentan que son así y que por mucho que luchemos contra ellas van a seguir siendo así. Yo creo que el libro que parece que es muy pesimista, en realidad es muy optimista porque muestra a la gente que lo quiera leer dos cosas.

Primero, que el periodismo es el sustento de la democracia y la democracia es absolutamente vital para la sociedad en la que vivimos. Y segundo, porque el ejercicio profesional del periodismo, quitando las redes sociales y el periodismo ciudadano…lo debería ejercer aquel que ha estudiado. Es decir, no vale creerse que uno puede contar las cosas si no contextualiza, si no es capaz de leer o de saber los motivos o bien porque no utiliza las fuentes necesarias o porque no contrasta la información. Por desgracia, hoy en día, las fake news nos comen a todos y yo creo que lo que se plantea en el libro es una defensa contra todo eso. Yo no digo que busquemos permanentemente la verdad, que deberíamos, pero creo que el periodista lo que tiene que ser es fundamentalmente honesto ya que cuando se es honesto, siempre se va a encontrar la verdad. También he dicho antes que la verdad tiene muchas caras, ya que lo que para mí puede ser verdad para ti no y ahí entra la figura del periodista.

El profesional de los medios debe trabajar con honestidad para tratar de contar lo que de verdad cree que es cierto.

Es decir, aquel que no sea capaz de trabajar con honestidad o de contar lo que es cierto, estará haciendo un mal favor al periodismo, a sus compañeros y por supuesto a la sociedad.

P: El intrusismo profesional es uno de los problemas desarrollados en su libro. ¿Sus expectativas acerca del futuro de la profesión son positivas? ¿Cree que algún día dejará de ser un problema en la agenda del periodista?

R: Hace solamente dos o tres años que existe un Colegio Oficial de Periodistas de Castilla y León. Yo me imagino que ese embrión será el que limite, al igual que el Colegio Oficial de Abogados, de Arquitectos o de Médicos; es decir, al igual que todos los Colegios Oficiales, el acceso al oficio a los que no son profesionales. Espero que con este embrión, los periodistas seamos capaces de limitar el acceso a todos aquellos que no son profesionales. No entiendo como nosotros podemos dejar a cualquiera que no lo haya estudiado ejercer del periodismo y en cambio nosotros que también somos licenciados o egresados superiores no nos dejen ejercer otro tipo de profesiones. Si yo no puedo ejercer de médico, de arquitecto o de juez, ¿por qué ellos si pueden ejercer cómo periodista? Y es que, o nos defendemos ahora o el periodismo se acabará por convertir en una caja de pandora que el día que se abra va a estallar y se va a llevar las democracias y las sociedades completas. No es ser apocalíptico pero vaya usted a saber.

Fotografía: Esther Olivares Pérez

P: Entonces, si a todo ello le sumamos el extendido uso de las redes sociales…el periodista debe buscar más maneras de destacar y adaptarse. ¿Qué cualidades cree que debería tener un periodista para diferenciarse de los demás creadores de contenido en redes sociales?

R: Yo creo que el periodista lo que tiene que saber es qué es lo que le interesa a sus telespectadores, oyentes o lectores potenciales… al fin y al cabo, a la sociedad en la que vive. Es decir, tener claro que yo vivo en esta sociedad y a este grupo le interesa esto. Porque, por ejemplo, si tú vives en una sociedad a la que no le interesa nada la cría del caballo pues no le vas a estar dando reportajes sobre la cría del caballo toda la vida. Esto que se constituye como un ejemplo muy tonto, también es un ejemplo muy válido para saber cuál es la principal cualidad del periodista. Esta cualidad debe sumarse, como ya he dicho antes, a la honestidad porque es algo fundamental y créame que lo repetiré hasta la saciedad.

P: ¿Existe entonces una simbiosis entre las nuevas tecnologías y el periodismo?

R: Por supuesto. De hecho, al principio de la conferencia decía que nunca en la historia se había consumido tanta información y tan rápido y eso es virtud de las nuevas tecnologías. Así como no hay que olvidar este hecho, tampoco debemos apartarnos de ellas. Las nuevas tecnologías nos sirven y nos van a servir para hacer negocio o mismamente para ser más profesionales; es decir, para todo tipo de cosas. Al igual que le digo esto, también le digo que no son la panacea del periodismo y no podemos creernos que las redes sociales son periodismo.

Ahora hay montones de blogs creados por cualquiera que se queda en paro y que se pone a hacer cosas simpáticas y si son de sexo pues mejor porque tendrá más entradas y más publicidad. Hay que luchar contra ello pero esto no quiere decir que se acabe con el periodismo de todo tipo; tenemos periodismo gastronómico, periodismo turístico, patrimonial, político y de todos ellos se puede hacer un buen trabajo. Eso sí, para que sea un buen trabajo lo tendrá que hacer un profesional.

P: A estas alturas y con tantos factores externos atacando a la profesión, ¿deberíamos cambiar el enfoque del periodista?

R: No, en absoluto. Nosotros tenemos que hacer autocrítica, si la sociedad ha dicho que los periodistas junto con los políticos y los jueces son los que más credibilidad han perdido tiene que ser por alguna razón. Está claro que algo estaremos haciendo mal, eso es obvio. Tenemos que intentar no hacerlo mal pero eso no tiene nada que ver.

Por ejemplo, esa simbiosis que decía usted antes existe. Para mí será más fácil ejercer un periodismo y contribuir en la medida que pueda a una sociedad más avanzada, a un Estado de bienestar mucho mayor cuya línea va en el progreso, cuando llegue a un gran número de gente y para eso nos sirven las nuevas tecnologías. Por lo tanto, no hay que doblegarse pero también le digo, las nuevas tecnologías no son el lodo y hay que saber utilizarlas.

P: ¿Cree que está en manos de los futuros estudiantes? ¿Es nuestro reto?

R: Si, pero el concepto no es como un reto. Vosotros sois como bien se dice, nativos digitales y probablemente sepáis utilizarlo mucho mejor que nosotros. Lo que quiero decir, nosotros tenemos la experiencia del qué utilizar y vosotros del cómo utilizarlo. Entonces a lo mejor hay que hacer esa mezcla del qué y el cómo y hacer entre todos una profesión que sirva para lo que tiene que servir. Estoy seguro de que en las primeras clases os dicen que el periodismo es un servicio social y no debemos olvidarnos de ello.

P: Hablando de los futuros estudiantes podemos hablar del papel del becario. ¿Qué se espera de él cuando llega a la redacción?

R: En cuanto a la “llegada física” del becario, en El Diario de León, se da a través de la universidad.  En cuanto a su “llegada profesional-intelectual”, a nivel de preparación, llegan bastante mal y eso es uno de los grandes defectos de los teléfonos móviles, de las abreviaturas, de la conversión de la “q” por la “k”…de todo este tipo de cosas. Por ejemplo, uno de los fallos más comunes y no solo del becario, es la de separar el sujeto y el verbo con una coma…yo con eso me pongo malo. Esto ocurre y por eso debemos mejorar la calidad de la enseñanza y la ilusión de los periodistas. El problema aquí es que es muy difícil que la sociedad absorba toda la generación nueva de periodistas, de ahí que sea tan importante que el estudiante vaya preparado. Como consejo, los futuros estudiantes deberían de luchar más por prepararse para poder entrar en el mercado laboral.

P: Desde su experiencia, ¿cree que la carrera es suficiente para salir al mercado laboral o que el periodista debe destacar en una faceta autodidacta?

R: Ni la carrera del periodismo te prepara al 100%, ni la de médico, ni la de nada. Ninguna carrera cuando la terminas la ejerces igual que cuando llevas veinte años. La experiencia es un grado y va a seguir siéndolo siempre. El nivel de preparación que obtengas en la carrera será muy importante para el ejercicio que hagas después pero está claro que en cualquier tipo de trabajo se aprende trabajando. La experiencia es básica.

P: Por último, ante esta convergencia de medios, cambios de formatos y ese intrusismo del que hablábamos antes. ¿Qué nos espera en la profesión? ¿Cómo debemos prepararnos a ello?

R: Yo lo que creo que os espera a vosotros es un futuro muy optimista. Insisto y lo comentaba antes, ahora hay muchos más medios, el concepto de la comunicación y el de periodismo se han acercado bastante. Hay mucho periodismo de comunicación en empresa, hay más posibilidades. El campo que abarca esta ciencia se sitúa en un mundo más infinito y extenso al que había hace cuarenta años y eso lo tenéis que aprovechar porque os tiene que servir para abriros hueco ahora que está Internet. El periodismo digital, por ejemplo, está en auge pero insisto, hay que hacerlo con responsabilidad porque si no, nos cargamos nuestra profesión.