INÉS MODRÓN LECUE | Fotografía: Inés Modrón |
Hace apenas seis años que Juan Navarro finalizó sus estudios de Periodismo en la UVa. Ahora, puede presumir de formar parte de la plantilla de profesionales de El País y de una gran experiencia en el oficio. Durante sus años en la Universidad de Valladolid, comenzó la andadura de ‘El Sexo Mandamiento’, un medio que se atreve con la información sexual y del que el periodista no ha querido desprenderse en todo este tiempo.
Pregunta: ¿Cómo nació El Sexo Mandamiento?
Respuesta: La historia es curiosa, porque fue en tercero de carrera, en Gestión y Producción de Proyectos Periodísticos. Teníamos que montar un medio y a Janire, Patricia y a mí se nos ocurrió hacerlo sobre información sexual. Por un lado, porque nos hacía gracia y, por otro, porque cuando analizas un poco el panorama ves que tampoco hay un medio que aborde estas cosas. Hay un nicho de mercado, por así decirlo. A la profesora le gustó, empezamos con ello y hasta hoy. Nos puso buena nota, porque nos lo curramos bastante y luego ha habido cambios, idas y venidas de gente y hemos seguido hasta ahora. Yo estoy muy contento, la verdad.
P: ¿En qué punto está ahora?
R: El problema que tiene y también la ventaja es que tenemos otras cosas, porque esto no da para comer. Tienes que formarte o trabajar en lo que sea para ganarte la vida, ahora mismo no están las cosas para mucho más. Entonces, tanto yo, como el resto del equipo, tenemos otras cosas que hacer y es normal. Una semana a alguien le puede tocar publicar y le coincide con un examen, yo no le voy a exigir, porque lo entiendo. Eso provoca que el crecimiento sea más lento. Ahora bien, si pones a 10 personas a trabajar al 100% en esto, porque no tienen nada mejor que hacer o porque da para comer, el potencial es tremendo. Hay mucho público interesado.
Hemos hecho un cambio en los últimos meses que nos ha costado mucho, tanto de dinero, como de esfuerzo. Cambiar la web, con el código y demás da guerra porque son cosas que nos vienen grande a los periodistas que no sabemos de estas cosas. Ahora llevamos ya una semana o dos publicando como queremos, con frecuencia diaria, con aportaciones de la gente que nos manda cosas por redes sociales y correo, con sorteos en Instagram…
P: ¿Qué tipo de contenido se puede encontrar en la web?
R: Cuando empezamos, yo pensaba que tampoco daba tanto de sí. Luego ya te pones a pensar. Tanto tus vivencias personales, cosas culturales, históricas, mitología, política, está en todas partes. El sexo mueve el mundo, tiene influencia en todos los ámbitos. Por eso, en nuestra web hay un montón de temáticas. El equipo que hemos tenido siempre es variadísimo, alguien habla de BDSM, otro de películas y otro te cuenta lo que le pasó el sábado por la noche.
P: Comentaba antes que hay pocos medios de comunicación que traten estos temas. ¿Cómo es la relación entre lo sexual y el periodismo? ¿Cree que aún hay muchos tabúes a la hora de hablar de ello?
P: El sexo como reclamo ha estado ligado al sensacionalismo siempre. Pero en El Sexo Mandamiento se aborda este tema desde otro enfoque más orientado a la salud sexual. Al periodismo se le exige mucho rigor a la hora de tratar cuestiones sanitarias. ¿Debe aplicarse también a la salud sexual o se percibe diferente?
R: Totalmente. No es lo mismo meter la pata en una cosa normal, que en coronavirus Pues tampoco es lo mismo meter la pata en consejos para ligar en Asklepios, que en consejos para que luego vaya bien lo que has ligado en Asklepios, o en temas de protección sexual. Yo con eso soy muy pesado. Nos hemos equivocado y nos equivocaremos, yo el primero, pero es algo con lo que hay que ser muy escrupuloso. La puedes liar bastante.
Pregunta: ¿Cómo es dirigir o coordinar un medio de estas características?
R: A mí me pone muy nervioso cuando las compañeras me llaman jefe. Esto es un engranaje, es un avispero y requiere que cada cual haga sus tareas. Yo tengo más experiencia, pero no soy más listo que nadie. Una de las claves es la regularidad. Hagamos las cosas bien, mal o regular, pero hagámoslas. Vamos a partir de una fase estable y luego ya veremos cómo hacer cosas más chulas. Sobre todo, es mantener la coordinación. Igual que entiendo que la gente tiene cosas que hacer, si tiene un compromiso, hay que cumplirlo. Para mí eso es sagrado. Asumamos nuestra responsabilidad, la que podamos, ni más, ni menos.
P: Al trabajar en un medio tan relevante como el país, esta en permanente contacto con la situación que se vive en el periodismo en este momento. ¿Hay algo que le llame especialmente la atención?
P: Hace no demasiados años que terminó Periodismo en la UVa, pero cuenta con una experiencia bastante amplia. ¿Qué pasos recomendaría a quienes leen esta entrevista desde las aulas?
R: Tengo 27 años, hace ya cinco o seis desde que me fui de allí, ¡qué horror! El consejo es currar. Si se cree y se trabaja, se puede. No quiero ser buenista, tampoco. Muchas veces quieres, trabajas y no se puede, así que siempre añado la coletilla: ‘y si no, se asume’. El fracaso y el ‘no’ están ahí. Puedes ser un gran periodista y que El Norte de Castilla o la SER no te cojan. Es un horror, sí, pero hay que seguir.
Yo saqué la carrera con buena nota, mientras, aprobé el Advanced de inglés, fui monitor de ocio y tiempo libre, estudié alemán, salía de fiesta, jugaba al fútbol y me daba tiempo a todo. Periodismo es una carrera que te da margen. Tú decides cómo aprovecharlo. Si te gusta de verdad, debes tener ganas de hacer algo distinto. Si te llama la atención el futbol, ponte a hacer crónicas del Pucela. Si te interesa el feminismo, haz un podcast de mujeres en la historia, por ejemplo.
En un momento tan complejo, con unas situaciones tan terribles, esto te permite aprender, porque el periodismo está en la calle. Hay que ir con los ojos bien abiertos. Si tienes inquietudes, sacas historias. Es verdad que la carrera exige y hay semanas horribles, periodismo no es un cursillo. Pero, si tienes ganas, te permite hacer muchas cosas. Periodismo es tener morro. Si viene un cantante que te guste, escribe a la productora, explica que eres estudiante y quieres hacer una crónica. Aprendes y, mientras, te lo pasas bien. Puedes sacar la carrera con buena nota y eso es una base que vendrá bien, pero donde te curtes es en la calle.