Fotografías: Livia Ramalho
Ya hemos superado la barrera de los 10 días ante las elecciones generales. Los partidos copan su agenda pública de actos con los que llegar a segmentos muy concretos de la población, como somos, por ejemplo, los jóvenes. En esta línea, el Centro Cívico Zona Este acogió el pasado 30 de noviembre la charla ‘La juventud escribe su futuro’. Presentada por la concejala María Sánchez, acogió al candidato al Senado por Unidad Popular David González, a la candidata al Congreso de los Diputados Eva Valentín y, como plato fuerte, a Marina Albiol, eurodiputada de Izquierda Unida que protagonizó toda la sesión.
Empezó con algo de retraso y se extendió unos minutos sobre la hora acordada por las preguntas que los ciudadanos no pudieron evitar plantear. Aunque en un primer momento todo parecía que iba a centrarse en la educación y en los jóvenes, la charla se desarrolló en dos partes. La primera de ellas la protagonizaron las intervenciones de David y Eva.
El primero habló sobre la progresiva subida de las tasas universitarias, el Plan Bolonia, la empresa privada en la universidad, la educación pública y gratuita y también sobre la precariedad laboral. Eva, por su parte, se centró en la lucha contra los derechos sociales, como la Ley Mordaza: “Pretende que no podamos expresar nuestros malestares en las calles”, comentó.
También habló sobre feminismo. Sufrimos serias desigualdades en cuanto a nuestra retribución, con una brecha salarial de más del 55%. Hay más puestos de responsabilidad copados por hombres que por mujeres. Problemas que siguen afectando a las nuevas generaciones.
Finalmente, Marina Albiol tomó la palabra y, con un arranque marcado por los atentados de París, su discurso alejó la tarde de la pregunta que la iba a protagonizar. Los recortes de los dos partidos mayoritarios, eso sí, salieron a relucir, al igual que «el impacto dramático de las políticas de austeridad«, en sus palabras. Y es que recordó que el paro juvenil alcanza el 53%, la media de salarios ha bajado de 1.200 a 900 euros y el 12% de los trabajadores son pobres. Ahora más que nunca, los jóvenes deben elegir su futuro.