PAULA REBOLLO ANDRADE | Fotografía: Paula Rebollo |
El ambiente era festivo en el Teatro Calderón. La Medalla de Oro de Valladolid se concedía este 26 de septiembre a la AECC (Asociación Española Contra el Cáncer), pero parecía como si todo el público fuese a recibir un premio. Y en cierto modo era así: la ciudad siempre se vuelca en la causa para hacer de su Marcha Contra el Cáncer la más multitudinaria de España, con los donativos que eso genera para la investigación oncológica.
El acto, iniciado a las 19:00, contaba con la presencia del presidente provincial de la AECC, Artemio Domínguez. Ante el logo de su asociación, manifestaba un agradecimiento: “Valladolid y sus gentes son de oro”. Recogió la distinción de manos del alcalde D. Jesús Julio Carnero, quien resaltaba la unidad de todo el arco político en cuanto a la concesión del reconocimiento. Además, recordaba que la iniciativa partió de su predecesor, el actual Ministro de Transportes Óscar Puente.

[ Fotografía: cortesía de José Castillo ]
Con 63 años en activo en la capital vallisoletana, la entidad galardonada proporciona gratuitamente sus servicios a lo largo de todo el proceso oncológico. Desde ofrecer pelucas hasta la asistencia a domicilio pasando por Infocáncer, teléfono informativo sin coste alguno. Otra de sus apuestas son las Becas de Investigación, cuyos beneficios representaba la pediatra Nuria Benavent García. Autora de un trabajo sobre el cáncer en niños y adolescentes, subrayaba la necesidad de realizar estudios diferenciados por grupos de edad: la supervivencia infantil frente a esta enfermedad es de un 83%, porcentaje superior al de la población adulta.
La Asociación Española Contra el Cáncer Valladolid nacía en 1961, cuando su objeto era cubrir las necesidades que no proporcionaba la sanidad pública. Hoy en día, cuenta con hasta 15000 socios y más de 1000 voluntarios, muchos de ellos participantes en la Marcha Contra el Cáncer. Este recorrido por las calles pucelanas alcanza su decimotercera edición el próximo 27 de octubre. La marea verde que inunda la urbe ha llegado a conseguir hasta 50000 inscripciones en años anteriores.
El sentido de trabajo en común es máximo entre los receptores del premio: “Supone un reconocimiento a la labor realizada en equipo en un área tan importante como la atención a pacientes oncológicos y familiares”, sostenía el profesional Pablo Rebollo. Médico psicoterapeuta, se ha jubilado recientemente y definía así los objetivos de la Medicina y la Oncología: “Curar cuando se puede y cuidar siempre.” Con ese sentido del deber, la AECC recibía la Medalla de Oro, símbolo del agradecimiento que le guarda la ciudadanía de Valladolid.