ALBA DACUÑA GONZÁLEZ | Fotografía: Alba Dacuña |
Escultores y escultura procesional no es otro que el nuevo libro de Javier Burrieza Sánchez, escritor, investigador y Doctor en Historia de la Universidad de Valladolid. La librería Maxtor, encargada de acoger la presentación, reunió en su interior a los presidentes de las Juntas de Semana Santa, a diversos compañeros del autor, a un público interesado en la lectura y, además, a José Ignacio Foces, subdirector del Norte de Castilla.
Este último, encargado de preludiar a Burrieza, dio comienzo con puntualidad la amena conferencia. La amplia sala, situada al fondo de la librería, estaba repleta de unos respetuosos y atentos oyentes. Foces capta rápidamente su atención afirmando que, antes que nada, se debe enmarcar la obra en lo que a escultores y escultura se refiere: «ayuda a entender la Semana Santa y se compendia todo lo que ésta es desde el punto de vista del arte escultórico». Además, a pesar de que el ejemplar abarque los 6.000 núcleos responsables del basto patrimonio procesional castellano, en ningún momento se divide por límites provinciales.
«Es la obra perfecta de la Semana Santa», declara convencido a continuación. Es más, para tal afirmación se apoya en varios motivos de peso: porque ayuda a interpretar cómo ha llegado ésta hasta nuestros días, porque ayuda a ver que los herederos de estos bienes son unos privilegiados y por la magnífica calidad de sus fotografías y del gramaje del papel de sus 400 páginas. «Una de las mejores cosas es que es imparcial, atrae al que es creyente y al que no», concluye sobre las 20.00 para dar paso al autor.
«¿Por qué no íbamos a tener un soporte así sobre la Semana Santa en Valladolid?». Esta fue la pregunta que impulsó a Javier Burrieza a escribir esta obra, que hace un extenso recorrido en este ámbito desde el siglo XV hasta el siglo XX. Menciona, además, a algunos máximos exponentes españoles de este terreno artístico, como Gregorio Fernández. Durante este repaso cronológico, destaca el siglo XVIII como renovación y el XX como algo totalmente nuevo, con escultores magníficos de la representación de las Soledades hasta llegar al panorama escultórico de hoy en día. Para ello, confiesa, ha tenido que realizar un proceso de investigación basado en preguntar a aquellos escultores más recientes sobre los pasos que habían realizado y, así, obtener una imagen más actual.
No se olvida tampoco de recordarnos que en Castilla y León no existe una escuela escultórica como tal, si no que más bien contamos con escultores puntuales. También hace mención, al final del libro, de aquellos escultores murcianos y andaluces que ayudaron con sus aportaciones a la supervivencia de la Semana Santa de Castilla, así como a los 20 fotógrafos que colaboraron en la creación de esta historia: Ángel Cantero, Carlos García Rioja, Eduardo Vaquero…
«Ya es hora de que en Valladolid hablemos de Semana Santa durante todo el año, de nuestro patrimonio central», afirma para concluir la presentación que, además, tuvo lugar el día de Santa Lucía: «un buen día para presentar un libro de Semana Santa».