NOELIA GÓMEZ SÁNCHEZ  |  Fotografía: Freepik  |

Las primeras normas europeas destinadas a proteger los derechos de los animales surgieron en la década de los 70. Sin embargo, estas regulaciones no se instauraron definitivamente hasta finales de los años 90. Según la legislación de la Unión Europea, los animales deben tener cinco libertades: hambre y sed; molestias; dolor, heridas y enfermedades; expresar un comportamiento normal; y de miedo y angustia.

Desde hace unos años, la sociedad europea ha progresado considerablemente en materia de los derechos de los animales, con legislaciones que pretenden garantizar su bienestar y erradicar el maltrato. Pero, realmente, la cuestión fundamental es: ¿se están aplicando estas leyes de manera adecuada?

Por un lado, en muchos países las leyes de protección animal se cumplen rigurosamente. Por ejemplo, en los Países Bajos se han implementado medidas efectivas para disminuir la población de perros sin hogar, promoviendo la esterilización de mascotas. Francia, por su parte, ha prohibido el uso de animales salvajes en espectáculos circenses y la cría de visones americanos con fines peleteros.

Sin embargo, a pesar de estos avances, la aplicación de la normativa varia considerablemente entre los distintos Estados miembros. Este contraste provoca que en algunos países se impongan sanciones severas, mientras que en otros la regulación es mas laxa. Además, la tauromaquia o la caza siguen siendo un tema controvertido, ya que, aunque algunas naciones las permiten, afectan negativamente el bienestar animal. Otros temas de preocupación incluyen el maltrato de mascotas por parte de sus dueños o la experimentación con animales en laboratorios.

En conclusión, aunque Europa ha avanzado bastante en la protección de los derechos de los animales, todavía queda un largo camino por recorrer. Es fundamental fortalecer las sanciones, consolidar los dispositivos de control y fomentar valores como el respeto, la empatía y la protección hacia los animales. Solo asi podremos garantizar que estas leyes se apliquen de manera justa y efectiva en todas las sociedades europeas.