ANDRÉS TEJADA IGLESIAS | Fotografía: Andrés Tejada
El documental Venus, Confesiones Desnudas fue presentado en el Aula Mergelina de la Facultad de Derecho el pasado 16 de mayo. El proyecto que empezó como un casting para filmar una película erótica, terminó convirtiéndose en una serie de entrevistas que relatan la realidad de varias mujeres danesas en su vida sexual y amorosa.
La dirección estuvo a cargo de dos jóvenes danesas, Lea Glob y Mette Carla Albrechtsen, quienes ya habían trabajado en otro proyecto de esta misma temática, Human Female Sexuality, otro documental que ganó el premio del Nordic Talent Pitch Prize.
Este producto audiovisual de 80 minutos comenzó de una manera un poco desconcertante, pero a medida que avanza, se tornó más íntimo y reflexivo para el ojo del espectador, creándose una estructura narrativa más organizada y con un mensaje cada vez más claro.
Hay tantas confesiones e historias como mujeres protagonistas. El documental rompe con el tabú de la mujer conservadora e introduce la idea de que existe una variedad en la sexualidad femenina que se hace imposible de encasillar.
Un punto muy positivo de Venus es la falta de tonalidad moral de las directoras. No diferenciaban entre “blanco o negro”, ni tampoco pretendieron decidir qué es bueno y qué es malo, ni siquiera que el espectador sintiera que debe, o puede, emitir un juicio. Este solo debe limitarse a mirar directamente a los ojos de las mujeres de la pantalla y a escuchar atento a lo que la sexualidad puede significar en la vida de cada una de ellas.
La exploración sexual que se hace a través de las entrevistas toma direcciones muy diversas. Una de ellas es la virginidad como protagonista de uno de los fragmentos. Las mujeres cuentan su primera vez y el significado que tuvo este evento para ellas; alguna incluso narra cómo aún la conserva “técnicamente”.
Un ejercicio curioso que se hizo en las entrevistas, y que generó algunas risas entre los espectadores, fue el de preguntar a las voluntarias cómo llamaban a sus genitales. La naturalidad y la vergüenza desaparecen al llegar risas cuando empiezan a responder, y algo que llamó la atención fue el gran número de términos que existen para definirlos.
Los primeros planos no dejan solo observar, sino que también permiten sentir las expresiones de las mujeres que acompañan las historias de orgasmos y el significado emocional que tiene este clímax en algunas. La relación existente con la pornografía y su consumo, las fantasías sexuales y otros temas, que no es pertinente mencionar en este artículo, son tan llamativos que lo ideal no es leerlos, sino vivirlos a través de estas “Confesiones desnudas”.
El documental está disponible en la plataforma FilmIn para quienes deseen romper tabús históricos y acercarse un poco más a la mirada femenina de la vida sexual. Las directoras realizaron un gran trabajo eliminando cualquier factor sensacionalista. El producto final se siente como arte, un relato que abre la mente.