Ainara Álvarez González | Fotografía: Comunicación Científica |
La Universidad de Valladolid ha aprobado un nuevo Protocolo de Prevención y Actuación Frente al Acoso, con el objetivo de prevenir cualquier conducta de acoso en la comunidad universitaria y establecer medidas eficaces para su erradicación. Este documento, que sustituye a protocolos anteriores, amplía su alcance y refuerza las garantías para las personas afectadas.
Un protocolo integral y actualizado
El protocolo se aplica tanto al personal docente e investigador, como al personal técnico, de gestión y administración, además del estudiantado y las relaciones entre estos colectivos. Se establecen mecanismos de actuación específico para distintos tipos de acoso, incluyendo el laboral, el sexual, el acoso por razones de sexo, identidad de género u orientación sexual, así como otras formas de acoso discriminatorio.
Para la gestión de denuncias y la prevención de estos comportamientos, se ha creado la Comisión para la Prevención y Actuación en Materia de Acoso, encargada de investigar los casos, asesorar a las víctimas y proponer medidas cautelares cuando sea necesario. Además, el protocolo incorpora un procedimiento de actuación estructurado en varias fases, desde la recepción de la denuncia hasta la resolución final del caso, garantizando la confidencialidad y la protección de los afectados.
Entre las principales novedades del documento se encuentra la posibilidad de denunciar situaciones de acoso a través de la Defensora Universitaria, que será el primer filtro para valorar los casos. También se enfatiza la formación y sensibilización de la comunidad universitaria para fomentar un entorno libre de violencia y discriminación.
Asimismo, el protocolo reconoce el ciberacoso como una de las modalidades que deben ser atendidas, considerando la creciente relevancia de las tecnologías en el entorno académico. Se adoptarán medidas específicas para proteger a quienes sufran este tipo de acoso.
La Universidad de Valladolid ha expresado su tolerancia cero ante cualquier tipo de acoso y su compromiso con la protección de los derechos fundamentales de la comunidad universitaria. Con la puesta en marcha de este protocolo, la institución refuerza su responsabilidad en la construcción de un ambiente seguro y respetuoso para el desarrollo académico y laboral de sus miembros.