SOFIA LÓPEZ DÍAZ || Fotografía: Pixabay
Se cumplen 35 años de la muerte del artista Andy Warhol, famoso por ser pintor, ilustrador, vanguardista y escritor. Sus obras más emblemáticas exponen una turbulenta década de los 60, convirtiéndose así en el mayor exponente del pop art.
Andy Warhol nació el 6 de agosto de 1928 en Pittsburg, Pensilvania, bajo el nombre de Andrew Warhola. Fue el menor de tres hermanos de una familia obrera de origen eslovaco. Desde niño consiguió desarrollar habilidades artísticas debido a que paso varias temporadas muy enfermo, incluso paso meses en cama. Por ello, empezó a coleccionar imágenes de estrellas de cine y al cabo de un tiempo aprendió a dibujar bajo la dirección de su madre.
Su padre apostó por su talento y le envió a la universidad y se graduó en Bellas Artes en Pittsburg en 1949 y ese mismo año se mudó a Nueva York, donde empezó su carrera. Abandono la “A” de su apellido y ahí nació Andy Warhol, un autor radical, vanguardista y el rey del pop art.
“Cuando coges el pop, nunca vuelves a ver un letrero de la misma manera. Cuando piensas pop, América nunca vuelve a lucir igual” – Andy Warhol.
En sus obras destaca su obsesión por las series, por ello es muy común encontrar un elemento popular repetido que representa la cultura de masas, el consumismo o los medios de comunicación de la época. En sus trabajos destacan los retratos de Marilyn Mornroe, Elvis Presley, Marlon Brando, Elizabeth Taylor o Mohamed Ali.
Por desgracia, su obra fue bastante criticada por sus contemporáneos tachándola comercial, superficial y facilón. También le señalaron como frívolo, con un aspecto extraño: peluca plateada y cejas blancas, porque sufría de alopecia. Fue marginado por ser homosexual por vivir en una Nueva York todavía conservadora en los años 50. Aunque poco a poco gracias a su talento se ganó el respeto de más artistas.

Pese a las críticas el artista alcanzo la fama a los 30 años, cumplió su deseo más íntimo. Su entrada a la fama eterna la encontró convirtiendo en obra de arte los elementos más cotidianos, esos que encontramos en una estantería de supermercado, como las latas de sopa Campbell o las botellas de Coca-Cola.
Se volvió leyenda con su estudio The Factory en 1963. Un estudio de arte en la calle 47 en el Este de Manhattan, Nueva York. Ahí el artista reunió a drag-queens, músicos, drogadictos y más personajes que le ayudaron como fuente de inspiración para sus obras. Así fue como The Factory se convirtió en leyenda y el epicentro del arte pop neoyorquino.
Lastimosamente, The Factory cerró en 1968 tras el atentado que sufrió Warhol en manos de Valerie Solanos, descargando tres disparos sobre el artista. Aunque sobrevivió, su arte no fue lo mismo, se obsesionó con la muerte y plasmo sus heridas en una serie fotográfica denominada, “I Shot Andy Warhol”.
Falleció el 21 de febrero de 1987 a la edad de 58, tras sufrir un ataque el corazón durante una operación de vesícula biliar. Se le enterró con su peluca plateada y traje negro. Han pasado 35 años desde su muerte y Warhol sigue siendo uno de los artistas más importantes de la segunda mitad del siglo XX y fuente de inspiración para la industria del arte y la moda.