NAROA LÁZARO DE LAS HERAS  |  Fotografía: Pablo Alonso Villalobos

Tras su reciente operación de ligamento cruzado anterior, Pablo Alonso, estudiante de enfermería en la Universidad de Valladolid, y a su vez jugador de rugby, nos ha concedido una pequeña entrevista en la cual nos ha contado cómo afrontar una lesión como esta, pero también muchas cosas sobre este deporte que mucha gente desconoce.

 

P: El rugby es un deporte poco común, no tanto como el fútbol o el baloncesto, ¿cómo empezaste a realizar este deporte, quien fue el que te inspiró a empezar?

R: Pues empecé con cuatro años, gracias a mi tío Félix, me quedé unos días en su casa, creo que mis padres se habían ido de viaje. Mis primos son también de mi edad así que mi tío nos llevó a hacer unos juegos al Pepe Rojo, yo fui en vaqueros, polo y zapatos y, verdaderamente, no sabía muy bien qué era lo que estaba haciendo, ni qué era el rugby, pero recuerdo que me lo pasé genial. Al volver mis padres a recogerme les dije que quería empezar a jugar.

Pablo Alonso, posando con el trofeo.

 

¿En algún momento has pensado en dejarlo?

La verdad es que no, nunca he pensado en dejarlo, si que es verdad que, como en todo, se tienen rachas en las que estás más saturado y vas más por obligación que por otra cosa, pero esos momentos son los que te hacen llegar a un buen nivel.

 

¿Has tenido que soportar algún comentario por jugar al rugby que, tal vez, si jugases al fútbol no hubieses tenido que escuchar?

Lo más común es que la gente confunda el rugby con el fútbol americano, que me digan ‘vas con el casco ese’, ‘sois unos brutos’…suele chocarles mucho ver que yo juego al rugby, al final están acostumbrados a un prototipo de jugador muy grande, tosco y fuerte y me ven a mi que mido 1,85 y que peso poco, les sorprende. Pero al final es normal, cuando desconoces sobre un tema, opinas desde el desconocimiento.

 

¿Has probado en algún momento algún otro deporte?

No, empecé de tan pequeño que siempre ha sido todo rugby, en el recreo o en el parque sí, claro, siempre he jugado algún partido con los amigos, pero dedicarme a entrenar como tal, solo rugby.

 

Para la gente que esté fuera del mundo den rugby, ¿de qué posición juegas?

Siempre, en categorías inferiores, he jugado de todo la verdad. De pequeño jugaba más de delantero, es una posición en la que suelen estar los más grandes o los más fuertes y al final a esas edades los cuerpos todavía no están definidos del todo. Al ir creciendo, jugué más en tres cuartos, que son los más rápidos y los que reparten el juego, de todos modos, he jugado de todo.
La posición que más me gusta es primer centro o segundo centro, que son los que cogen la pelota y atacan, dan un poco de juego. Aunque en el primer equipo juego de ala, es una categoría que exige más físico y al final juegas con gente profesional, mayor que yo y tienen más físico que yo, entonces donde más puedo aportar al equipo es en esa posición, que es donde puedo aprovechar mi velocidad, que también me gusta mucho la verdad.

 

¿Qué puedes decir sobre algún referente que tengas en cuanto a este deporte?

A nivel histórico sería Alvar Enciso, ya que jugaba en una posición parecida a la mía y estuvo en el club en el que llevo yo siempre una gran parte de su carrera, me gustaba mucho porque me veía muy reflejado en él. Actualmente, podría hablar de Jonathan Davies, básicamente por lo mismo, no lo veo tanto como un referente, sino como un ejemplo a seguir. Veo sus partidos y su forma de juego y es parecida a la mía, elevada exponencialmente, eso sí. En Wales, los partidos de seis naciones, internacionales, requieren un nivel mucho más alto, por eso es un referente, veo que todo lo que hace, lo hace bien, de entre todas las decisiones a tomar, siempre escoge la mejor.

 

Fuera de lo que es la práctica del deporte, ¿cuánto tiempo le dedicas?

Mucho, cuando no estoy jugando voy a ver a los equipos inferiores, ahora, lesionado, iré a apoyar a mis compañeros. También veo partidos de la liga francesa, la inglesa… De todos modos, en el equipo, como jugamos en Primera División, tenemos mucho trabajo de vídeo, nos mandan tácticas que tenemos que ver. Al final todo eso te sirve para estar más concentrado.

 

En cuanto a la carrera, ¿cómo te organizas para estudiar a la vez que tienes los entrenamientos y los partidos?

El primer año de carrera me coincidió con el primer año que subí a categoría senior y me costó bastante el salto, de por sí el paso de bachillerato a la universidad es duro, pues teniéndole que dedicar tiempo a un deporte más aún. La verdad es que no tenía mucho tiempo para estudiar, porque tenia clase por las mañanas y entrenamientos por las tardes. Pero también es verdad que el estar agobiado por el tiempo te hace ser más disciplinado y te obliga a organizarte mejor para poder llegar a todo. Por ejemplo, el primer cuatrimestre de primero de carrera me costó mucho, me quedaron dos asignaturas, de las cuales una si que la recuperé y desde esa vez no me ha vuelto a quedar nada.
Pero hoy por hoy, antes de la lesión claro, lo llevo bastante bien, al final el deporte es una manera de desestresarte de todo lo que la universidad conlleva. Si que es verdad que ahora tenía unos horarios de entrenamiento que me ayudaban a la hora de organizarme, porque entrenaba de 1 del mediodía a 5 de la tarde, que me complicaba la hora de comer la verdad, porque hay que comer o a las 12 o a las 5 y media, pero al final todo es acostumbrarse, yo lo que hacía era desayunar pronto, para luego, comer sobre las 12, algo como pasta con algo de carne, y después, a las 5, volvía a comer algo, ninguna de las dos comidas era demasiado grande. Verdaderamente, todo se puede compaginar, hay que tener cabeza y ganas, si yo voy con ganas a entrenar se que me merecerá la pena.

 

¿Algún consejo que le puedas dar a las personas que hacen un deporte a la vez que trabajan o estudian?

Que, si yo puedo, pues ellos también. Yo en el cuanto a organización soy bastante desastre, pero si hago una cosa es porque me gusta, sé que vale la pena invertir mi tiempo en el rugby. Aunque tengas que hacer un esfuerzo mayor que el resto, la clave es el resultado. Les diría eso, que se centren en el resultado, en acabar el curso con los mismos resultados que sus compañeros, sumando los logros deportivos, esa satisfacción personal. El ver que has podido realizar un trabajo y lo has hecho bien es una grata satisfacción. Con cabeza todo se puede conseguir.

 

Pablo en un partido en una de las categorías menores por las que pasó hasta llegar Primera División.

Recientemente, has sufrido una lesión de gravedad, ¿qué puedes decir de ella y de cómo la has afrontado?

Ocurrió en el partido de la segunda jornada, jugábamos en Barcelona. En una jugada pisé mal y se me fue la rodilla y ahí me rompí el ligamento cruzado anterior. Al final son cosas del deporte. Al principio me lo tomé bastante bien, sabía que, al fin y al cabo, me iba a venir bien también esa desconexión para centrarme más en los estudios, estaba un poco saturado de entrenamientos, carga física y estar siempre pendiente del rugby. En cambio, después fue más duro, es una operación difícil, te sientes incapaz de moverte. De todos modos, en una semana o así intentaré empezar a entrenar, aunque sea gimnasio, para recuperar la forma física cuanto antes.

 

¿Decidiste estudiar enfermería por algo relacionado con el deporte o por otra razón?

La elegí porque tenía claro que quería hacer algo relacionado con la salud, pero no sabía muy bien el qué. Medicina no me llamaba la atención, son muchos años, mucho tiempo…era muy arriesgado cogerla sin saber si me iba a gustar. También pensé en fisioterapia o CAFYD, pero me gustaba directamente la salud y por eso escogí enfermería, era la más atractiva de las opciones y en 2º y ahora en 3º me he dado cuenta de que de verdad me gusta esa relación directa con el paciente.
También se podría relacionar un poco con el deporte por asignaturas como nutrición, anatomía…que las puedes aplicar al deporte, al final eso podría ser un atractivo más. Pero otra de las razones por las que no elegí ni fisioterapia ni CAFYD fue que habría tenido que irme a León, porque en Valladolid no lo hay por la pública y no podría compaginarlo con el rugby y tenía claro que no quería dejarlo, se podría decir que el 80% del peso de mi decisión residió en no dejar el rugby.

 

El deporte aporta muchas cosas buenas, entre ellas, las amistades, ¿qué es lo que te llevas tú del deporte en cuanto a amistades?

Las amistades es casi lo mejor que me llevo, son muchos años conociendo compañeros, al final se forma un aura de ‘familia’, de amigos de toda la vida. Entre los viajes largos, el dormir juntos, el pasar tiempo juntos en el vestuario y las victorias y las derrotas creas un grupo de amigos con el que puedes salir de fiesta o a hacer lo que sea. Al final los amigos del deporte son lo mejor que te llevas, yo, hoy en día, sigo teniendo muy buena relación con muchos de ellos.

 

P: Y, por último, alguna anécdota que te haya dejado el rugby.

R: La más reciente sería la de septiembre, ganar la Copa del Rey en el Estadio de La Cartuja, en Sevilla, eso como anécdota, es lo más grande. No llenamos el estadio, porque es demasiado grande, pero habría aproximadamente 10.000 personas, fue impresionante jugar en un estadio así, la sede de la Selección Española de Fútbol. No jugué todo el partido porque me hice una brecha y tuve que salir a que me atendieran, pero ganar un título así con 19 años es lo más grande que he conseguido.